Inspiración

traicion

Sentí como un puñal de hielo me atravesaba el pecho dejando a su paso un dolor frío y punzante, lo peor de todo es que te vi y no hacías nada para detener mi dolor, y tardé algunos segundos en darme cuenta que eras tu quien sin ningún arma provocaste en mi más daño del que nunca había recibido a lo largo de mi ya no tan corta vida.

A medida que las palabras seguían saliendo de tu boca, sentía el ambiente más y más frío, pero el frío provenía de mi, de la herida irreparable con la que me marcaste para siempre, y que me haría desconfiar de todos y de todo a partir de ese momento.

Creí conocerte, pero me parece que jamás estuve tan equivocada antes, ni siquiera cuando pensaba que la humanidad era buena.

Yo te hacía diferente, único y especial, pero no eras nada de eso, eras una copia de la escoria del mundo, de esa que siempre hablabas a sabiendas de que eres igual, o me atrevería a decir que peor.

Pensaba que lo peor que me podía pasar era morir, pero volví a equivocarme porque era aun peor soportar el peso de una traición, y no cualquier traición, sí no de TÚ traición.