Vida.

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214, todos los días, los mismos pasos, en la misma dirección, hacia la misma prisión a la que voluntariamente y aveces no tan voluntariamente pasamos gran parte de la vida entre 4 paredes y desconocidos que creen conocerte.

Y sin saberlo te ves envuelta en un constante ir y venir de fatídicos días seguidos por otros no tan malos, en los cuales crees que las cosas pueden ser diferentes e incluso mejores, pero al día siguiente eres el centro de las burlas y las críticas por el hecho de no ser perfecta.

O estás entre las sombras, siendo sin ser, mientras los destellos de grandiosidad de los demás no te dejan ver, no te dejan ser, y te atormentas pensando los posibles porqué a pesar de que nunca hay motivos, o estos están fuera de tu control.

Al final prometen volver a verse, pero no lo harán, ambos lo saben pero se lo tiene que decir, hay que hablarlo alto y fuerte, porque la hipocresía forma parte del acto.

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