Sueños.

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Anoche soñé contigo, como todas las noches realmente, y mientras me besabas en mis sueños, quería que como decía Calderón De La Barca, la vida fuese un sueño, pero quería que mi vida fuese ese sueño.



En mi sueño me agarrabas como si de esto dependiera tu vida, o más aún la raza humana, me mirabas como si fuese un oasis en el desierto, me rozabas como si fuese la copa mas frágil y me hablabas como si Benedetti, Becker, Llosa y Lorca hubiesen hecho una reunión para guiar tu lengua.



Lo único que no me gustó del sueño es que no era real, porque cuando desperté vi que todo seguía igual, tú no me agarrabas, como tampoco me besabas, y cuando me mirabas solo podía ver en tus ojos lo que yo imaginaba, no habían roces y cuando hablabas no habían versos en tus palabras, y ahora no sé que que peor, si vivir un feliz sueño y que me pegue la verdad al despertar o resignarme a no tenerte ni en sueños ni en realidad.

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