Capítulo 12: Placer

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Maratown (xD)  3/3

-Gracias- Intente sonreir- No sé qué haría sin ti.

-Vamos a comer- Me empujó

Sin pronunciar nada lo seguí hasta una mesa vacía con seis bandejas.

-Tenemos más comida para nosotros- Intentó subirme el ánimo.
-Ya no tengo hambre- Me senté a su lado.
-Vamos- Me cogió por los hombros- Sabes que pronto todo volverá a ser como antes.
-No, no lo sé.
-Yo si así que tienes que confiar en mí- Se echó una papa a la boca- ¿Cofias en mí o no?- Trató de meterme una papa a la boca.
-No me metas la comida a la boca- Reí.
-Entonces come.
-Ok- Abrí una hamburguesa- Si confió en ti.
-Ves, todo va a estar bi...
-Pero no confió en que ellos confíen en mí- Le di una mordida a la hamburguesa.
-Créeme que lo harán.
-¿Cómo puedes estar tan seguro de eso?
-Hay cosas que solo los mejores amigos saben- Cerró un ojo en mi dirección.

Me límite a tan solo comer, no estaba de ánimos si quiera para ser optimista.

-¿Quieres venir a mi casa?- Le pregunté mientras caminábamos por la vereda.
-Claro- Sonrió- Últimamente no hemos tenido nada de tiempo para nosotros- Pasó su brazo por mis hombros- ¿Cómo esta naira?
-Bien- Metí mis manos en los bolsillos del pantalón.
-No estés así.
-Lo siento, Me es inevitable- Me detuve- Sabes... pensándolo mejor quiero estar solo.
-Pero...
-Por favor, necesito dormir- Le rogué.
-Con una condición.
-¿Cuál?
-Que me dejes dejarte por lo menos en la puerta de tu casa.
-Como quieras- Encogí mis hombros.
-Lo tomaré como un sí- Me abrazo.
-Hueles a frituras.
-Tú también- Me soltó.
-Tengo hambre- Se sobó el estómago.
-¿Hambre? Te comiste tres bandejas llenas de comida.
-Cuatro- Alzó un dedo.
-Verdad... tio- Le pegué en el brazo- Adiós.
-¿Seguro que no quieres que me quede?- Abrió la puerta de mi casa.
-No, estoy bien- Fingí una sonrisa- Adiós- Cerré la puerta rápidamente.

De inmediato apoyé mi espalda contra la puerta en tanto de a poco comenzaba a desmoronarme hacia el piso.

-¿Estás bien migue?- Preguntó naira.
-Yo... Emm... Sí- Me paré disimulando las lágrimas.

Subí corriendo las escaleras para acto seguido encerrarme en mi cuarto. Me lancé a la cama y sin culpa solté toda esa agua retenida. No sé ni cómo ni a qué hora pero de un momento a otro todo se tornó negro y oscuro.

-Hermoso- Un susurró me sacó de aquel trance- No te asustes, soy yo- Me giré y hallé sus brillosos ojos.
-¿Qué haces aquí?- Sentí sus manos acariciar mi cintura.
-Pensé que necesitabas hablar.
-No sé si eso es lo que necesito.
-¿Qué necesitas?
-No lo sé- Me senté en la cama.
-¿Puedo besarte?- Acarició mi rostro.
-¿Qué?
-¿Me dejarías besarte aunque sea una vez más?- Se mordió el labio.
-¿Por qué dices una vez más?- Apoyé mi mano en su pierna.
-Sé que al final de todo esto acabaras decidiéndote por alguien... y estoy seguro que ese alguien jamás seré yo.
-¿Por qué piensas así?
-No ves todo lo que ha pasado- Deslizó la mano por su rostro.
-Todo te termina llevando a una persona que no soy precisamente yo- Hizo una mueca.
-Te quiero- Lo abracé.
-¿Y a él?- Me soltó.
-También lo quiero.
-¿Cómo puedes querer a dos personas al mismo tiempo?
-No lo sé. ¿A ti jamás te ha pasado alguna vez?
-No- Negó-Yo solo te he querido a ti.

¿Qué puedo decir? En algún momento las palabras finalmente terminan siendo tardas e innecesarias.

-¿No me vas a decir nada?
-No, nada que tú no sepas.
-¿Qué se supone que es lo que yo sé?
-Qué te quiero y nunca jamás podría dejarte ir- Puse mi mano en su pecho- No hasta que mi corazón deje de latir por ti...

Sus labios se acoplaron a los míos. Me sentó sobre sus piernas sin detener en ningún
momento el beso. Sus manos pasaron de mis hombros a mi cintura en tanto yo pasaba mis manos por su cuello.

-Dime que no vas a parar.
-No a menos que tú lo quieras- Sonreí.
-Eso no es lo que yo quiero.

Su lengua indecisa rozó mi cuello, al rato se acompañó de sus cálidos labios.

-Sé que te encanta que lo haga- Mordió mi cuello.
-Sí- Cerré los ojos- Me encanta.
-¿Y sabes que más te encantará?
-¿Qué?
-Ya verás- Sonrió malicioso.

Sin pena sacó mi polera.

-Tú tan solo déjate llevar- Me recostó en la cama con sumo cuidado.

Se dejó caer sobre mí con los codos apoyados a mis costados en tanto miraba ansioso
mi cuello. Sus besos fueron bajando... Pasaron por medio de mi pecho y se situaron en mi estómago.

-¿Te gusta?- Subió levemente su vista.
-Sí- Cerré los ojos al sentir una leve mordida por debajo del ombligo- Me encanta- Susurré.
-¿Enserio te gusta?- Preguntó una voz que definitivamente no era la de kronno.
-Joder- Murmuré al ver a town entrando por la ventana.
-Y yo que venía a verte- Me puse velozmente la polera.
-Alvaro...
-No- Negó con la cabeza- No puedo- Se llevó las manos a la cara.
-¿Qué no puedes?- Me puse de pie.
-Te importaría dejarnos solos- Le dijo a kronno.
-¿Eso quieres?- Me miró.
-Sí- Suspiré.
-Cualquier cosa llámame- Salió por la puerta.
-¿Qué quieres hablar?
-No quiero hablar.

Me tomó por la cintura y me hizo retroceder hasta quedar tumbado en la cama.

-¿Qué quieres?- Pregunté al sentir como él se me echaba encima.
-Placer...- Susurró metiendo sus manos por debajo de mi polera.

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Es un buen momento para decir que esta es una novela corta :D
10 capítulos mas y se termina ;-;

¿Con quién se quedara zarcort? ;) 

Fuego cruzado (Zarcronno, Zartown)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora