Estaré Para Ti •Gaara y Tú• ◀Naruto Shippuden▶

Capitulo 7: Matsuri

— Gaara... ¡Espera! ¿Acaso estás llorando?

— No. — indica, limpiando con sus puños, las lágrimas que caían por sus mejillas.

— ¿Qué te ocurre?... — musité.

El pelirrojo estaba muy cerca a mí, casi podía sentir su respiración. Sus ojos esmeralda, penetraron en mí. Su mirada era dulce y cálida.

Cerré los ojos en cuanto acunó mi rostro entre sus manos y me hacía acercarme cada vez, mucho más a él.

Mis labios rozaron los suyos, estos eran suaves. Pronto, Gaara acercó completamente su cuerpo al mío, creí que me besaría...

— ¡Buenos Días! — chilla Temari en cuánto abre la puerta.

Un sonido grotesco se oye por la habitación, esto hace que me estremezca del susto y caiga al suelo.

— Auh... — me digo a mi misma en cuánto mi rostro se estampa contra el pavimento, mucho antes que mis pies, ya que estos se encontraban en el filo de la cama.

¡¿Todo era un sueño?!

La rubia hace una mueca de sorpresa y me observa divertida, mientras yo solo la miro con fastidio.

— Buenos días. — me cruzo de brazos, aún, en el suelo.

Me ayuda a levantarme y sonríe en cuánto la miro.

— ¿T-Te desperté? — preguntó llevándose las manos a la cintura.

— Si, a sí es. — respondí, moviendo ambos brazos con desinterés mientras fruncía el ceño.

— Lo siento mucho. — añade, juntando sus manos, en señal de disculpa.

— No importa, no es que esté soñando algo importante. — sonrío forzadamente.

La ojiverde se removió, cambiando la posición de sus manos, ahora cruzándolas. Asintió con una sonrisa y se encogió de hombros.

Me cruzo de brazos y evado su rostro.

— Ven, tomemos el desayuno. — indicó y me sostuvo de la mano hasta llegar a la puerta.

— ¡Espera! ... no me jales por favor...

Aquella paró su velocidad y me sonrió con diversión.

Llegamos a los pocos minutos, a una amplia sala, con un comedor bastante extenso.

— Hola, Matsuri. — habla la chica de ojos verdes azulados hacia una de ojos cafés y cabello castaño que llevaba una camisa oscura con una falda del mismo color, un Chaleco Táctico de Sunagakure.

Se sorprendió al verme, pués jamás me había visto y mucho menos, yo a ella.

— ¿Quién es ella? — preguntó, ignorando completamente el saludo de Temari.

La rubia frunció el ceño con fastidio y me miró, cambiando su expresión a una sonriente.

— _________, ella es Matsuri. — dio un tono pesado al nombrarla. — Matsuri, ella es ________.

La castaña se levantó de su asiento en el comedor y me miró de arriba hacia abajo con desdén.

— ¿Te he permitido mirarme de esa manera? — hago un gesto defensivo y desafiante e inmediatamente me cruzo de brazos.

La rubia me toma del brazo y me adelanta a escoger un asiento en el comedor.

Todo se veía bastante delicioso, a si que tomo una butaca y me poso en esta.