Capitulo 3: Gaara...

1.3K 121 17
                                    

— Tengo que irme. — le dije con voz sólida. Ella se levantó del asiento casi de inmediato.

— ¿Te vas? Pero... le prometiste a Gaara que te...

— ¡Yo no le prometí nada a ese tal “Gaara”! Y... no me voy de este lugar, solo regresaré a mi habitación. — grité.

La rubia se impactó con mi actitud, aunque solo se cruzara de brazos y asintiera entristecida.

«Qué terrible humor »

Tú, cállate.

Camino dando zancadas con los pies.
Inútilmente, recuerdo dónde se encontraba mi alcoba.

Todas las puertas lucían igual, no podría saber dónde demonios estaba.

Golpeo mi frente con la palma de mi mano y rodeo los ojos.

*Flashback*

Por favor, si no te sientes cómoda, puedes decirle a los sirvientes que hagan algo por ti.
Puedes buscarme, estaré para ti cuando... cuando necesites.

*Fin del Flashback*

«¿A buscar Gaara

Claro que no. No buscaré a ese tipo, por tonterías.

«Eres tan testaruda »

Segundos después, me rindo y camino en dirección a su despacho.

«A sí me gusta»

Toco la puerta, con golpes suaves para no alertar al pelirrojo.

— ¡¿Por qué demonios tarda tanto en abrir?!... No es tan difícil. — pensé.

Abro poco a poco la puerta, cuidando de que no se haga sonar ese chirrido molesto.

Camino con pasos sutiles hacia su escritorio.

Me sorprendí un poco, el pelirrojo estaba dormido... sobre una pila de papeleo.

Se lo veía tan calmado y tranquilo. Acerqué mi rostro hacia él, sus párpados ennegrecido me hacía recordar a lo que comentó Temari.

*Flashback*

— Gaara, es el tipo de chico... que aunque no porte el Shukaku, una bestia con cola, se quedaría desvelándose cuidando a la persona que ama.

*Fin del Flashback*

Niego con la cabeza mientras mis ideas absurdas se disipaban.

Lo observo más detenidamente, su frente llevaba la palabra “Ai” escrita en pintura roja. ¿Amor? ¿Amor a quién?. De manera inconsciente, sonreí.

— ¿Gaara?... — pregunto, dándole golpecitos delicados en su hombro.

No respondía, seguramente se encontraba agotado... ¿Ó acaso está muerto?

«No digas cosas absurdas»

Tienes razón... no sé por qué pensé eso...

Acomodo a Gaara en un sofá cerca de el asiento y lo cubro con unas cobijas de tela que encontré en su armario.

Este se acurruca y suspira antes de volver a dormir.

Me hago para atrás, posándome en su asiento, sin apartar la vista del pelirrojo.

Sin querer... termino profundamente dormida en su escritorio. ¿Esto es ser torpe? Por fin, me estoy dando cuenta de mis actitudes negativas.

Y es que es tan difícil... odio pensar que podría perder a otra persona que amo por ser amable, por confiar demasiado.

Estaré Para Ti •Gaara y Tú• ◀Naruto Shippuden▶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora