Capitulo 5: "Amor"

1K 107 6
                                    

Temari me toma de la mano y hace que camine junto a ella.

— Te ayudaría... disculparte con Gaara. — me dice con una pequeña risa.

— ¿Pero qué...? ¿Disculparme? — me suelto de su agarre.

— Hmm Hmm... — asiente, la misma. — Por la bofetada anterior. — frunce el ceño y yo alzo una ceja. — Debió dolerle mucho, y no me refiero al golpe... — me apunta con su dedo índice. — Si no porque lo recibió de ti, la persona con la que fue muy amable. — resaltó.

Me cruzo de brazos y evado su mirada.

— ¿Eso importa? No te pedí que me dieras las razones. Sólo me disculparé con él y ya. — gruño por lo bajo.

— ¿Te cuesta ser amigable? — pregunta irónica, llevándose sus ambas manos a la cintura.

— No conoces nada de mí, no puedes juzgarme. — refuto.

— Si me contaras un poco... — proyectó con sus manos. — No sería tan difícil saber cómo eres.

— No planeo hacerlo en un futuro cercano. — digo directa y con los labios fruncidos.

— Algún día lo harás, yo lo sé.

— ¿Cómo rayos está tan segura? — pregunto de manera fastidiada. Rodeo los ojos y bufo.

Temari solo sonríe dulcemente y continúa su camino sin hacer caso a mi comentario anterior.

— Porque... — abro los ojos, mirándola con un pequeño brillo en estos. La escucho con atención. — Porque... todas las personas necesitan amor, es por eso que lo harás, porque necesitas desahogarte.

— ¡¿Qué demonios tiene que ver el “Amor” en esto?!

— El amor puede dañar, pero... también, es lo único que podrá curarte. — suspira. Mi vista se nubla por las lágrimas que aparecen en mis ojos, que por cierto, estaban a punto de resbalar por mis mejillas. — Verás... Gaara tuvo un pasado bastante duro, por si no te lo he comentado antes, él recibió amor, de parte de sus amigos, comenzando por Naruto Uzumaki. — Para de caminar. — Ese niño bobo. — musita con una sonrisa.

Me quedé atrás, ella había hecho que la distancia entre ambas, se incrementen. Mis lágrimas caían al suelo, el dolor que produjeron esas palabras, habían hecho que me ponga en cuclillas, solo apoyando mi rostro junto a mis rodillas.

— Solo a sí... lograras sanar tus heridas, que se formaron  en tu pasado. Te lo recomiendo, se siente bastante bien sentir amor.

La rubia voltea hacia mí, yo me esfuerzo por parar de llorar y limpiar mis lágrimas.

— ¿Lloras?... — pregunta, acercándose a mi en frente.

Me levanto, cubriendo mi rostro, este estaba empapado de lágrimas.

— ¡Ya basta! — chillo con una voz aguda. — ¡Tú no sabes por lo que yo...!

De pronto, paro de hablar por Temari. La rubia había optado por abrazarme fuertemente, sentí ese calor que producía en mi cuerpo.

Sus brazos me rodeaban con dulzura, mientras, yo... solo me quedaba atónita, sin decir nada, solo observando.

— De ahora en adelante... cuentas conmigo para todo lo que necesites ¿Estás de acuerdo? — diserta. Yo asiento, aún apoyada en su hombro derecho. — A sí me gusta. — sonríe, separándose de mí.

Temari limpia mis últimas gotas de lágrimas del rostro con sus pulgares y sonríe nuevamente.

— Ven, acompañame. — musita, tomándome de la mano.



Observo el infinito por la ventana de la cocina, la luna hacía que me deleite con solo detallarla, las estrellas y su brillo me embelesaba.

Suspiré inconscientemente, Temari sonríe y se acerca a mi, poniendo sus manos a la cintura.

— ¿Qué sucede? — hablo, mirándola directamente a los ojos.

— Subiendo las escaleras a tu izquierda, hay un balcón, dónde te aseguro, que la descarada vista hacia el cielo, te seduce con su encanto. — frunce el ceño. Yo río un poco y asiento con la cabeza. — Solo... no vayas a quedarte dormida, hace mucho frío.

— Bien. — afirmo y camino hacia los escalones a mi izquierda, doy pasos rápidos.

Sinceramente, siempre me atrajo lo que el cielo pueda ofrecerme, en especial, de noche, es dónde más me deleito.

Suspiro un poco antes de acercarme al borde del bacón.

El aire, golpea mi rostro, siento el frío recorrer mi cuerpo, mientras mi cabello se eleva con el adusto viento.

Cierro los ojos, oigo solo los sonidos del exterior.

Pero unos pasos por el lugar hace que los vuelva a abrir de golpe y disipe mis pensamientos.

— ¿_______? — llama mi atención, una voz masculina. No dude ni un segundo, era...

— Gaara... — volteo de inmediato.

— ¿Qué haces aquí? — pregunta. Me quedo estática mirando a sus ojos color verde esmeralda.

— Y-Yo... solo vine a...

— No importa. — me interrumpe. Yo gruñó con molestia.  — A sí podrás acompañarme. — continúa, dejándome atónita.

El pelirrojo se acerca mí, esta demasiado cerca, que puedo casi sentir su respiración. Pero solo me sonríe y se posa al filo del balcón.

— Oye... — rasco mi nuca y mis mejillas se enrojecen. — Lamento la abofeteada que recibiste.

Ambos cruzamos miradas y nos quedamos por un momento observándonos.

— No importa. — afirma y agacha la cabeza, haciendo puños, sus manos. Yo me cruzo de brazos y evado su rostro. — ¿No es hermosa?

— ¿Huh?

— La vista. — resalta.

— ¡Oh! Si, es bellísima. — contemplo la luna.

Siento sus ojos posarse en mí, pero no volteo la mirada.

El aire golpea nuestros rostros, retrocedo unos cuántos pasos y me acurruco en mis brazos.

— ¿Tienes frío? — pregunta con un pequeño brillo en los ojos.

— No... estoy bien. — me estremezco en mi lugar y mis labios comienzan a temblar.

— Espera, por favor. — habla con firmeza.

Gaara mira hacia los lados, como si buscara algo, pero luego camina hacia mí, dudando un poco. Termina por abrazarme, dejándome perpleja.

Me quedo quieta, no parpadeo si quiera. Mi mirada la poso en sus ojos. Estos también hacían lo mismo con los míos.

Rápidamente siento que el calor recorre en mi cuerpo y... como era de esperarse, también decidió pasar por mis mejillas, haciéndome sonrojar debidamente.

— G-Gaara... — musito.

Ninguno de los dos se atreve a decir otra palabra, solo evado su rostro de manera rápida e inmediata.

Estaré Para Ti •Gaara y Tú• ◀Naruto Shippuden▶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora