Eres_______ Hotarumi, una chica que perdió a su familia y a su clan el mismo día, por unos asesinos de la Aldea del Sonido. Con tan solo seis años, eres la única sobreviviente.
Perteneces a la Aldea de la Hoja, Konohagakure, en donde, creíste perten...
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Matsuri se alejó de nosotros, retrocediendo unos cuántos pasos, sin dejar de mirarnos, cristalizando sus ojos en un segundo.
El pelirrojo se inclinó hasta quedar a mi altura, ya no sabía que hacer, no sabía si abrazarlo o apartarme.
- __________... - observó mi rostro, este estaba empapado de lágrimas que no podía detener.
- No estoy llorando por ti ¿Está bien? Ahorra tu ego. - sonreí divertida, tratando de animar la situación.
Este, esbozó una sonrisa de lado y acarició mi cabello rojizo.
- Gaara... ¿Soy tonta?- pregunté con cierta tristeza. Esto cambió la expresión del chico de ojos verde esmeralda, dejándose ver, una de sorpresa.
Luego de unos segundos, no oí respuesta de parte de Gaara y mientras suspiraba, me recosté lentamente en su pecho.
- He tratado mal a las personas que son amables conmigo, odio que siempre me arrepienta, pero no pueda disculparme. - apreté con fuerza mis puños. - Nunca puedo ayudar a alguien que lo necesita, por mi simple orgullo, mi simple y estúpido orgullo. - hablé entre dientes, aguantando mucho más las lágrimas que no lograba contener.
- Ya, no digas eso, bast...
- ¡Mi clan fue asesinado por mi culpa, yo no puedo si quiera ayudar a mi familia, ellos esperaban mucho más de mi... pero no hice nada para salvarlos! - grité, cubriendo mi rostro con ambas manos, sollozando debidamente.
El pelirrojo, me abrazó, apegándose a mi cuerpo mientras me daba un corto y tierno beso a mi frente.
- Ya no quiero esto... - musité.
- ¿A qué te refieres?... - preguntó con curiosidad.
- A nada. - hablé seca, mientras secaba las lágrimas de mis mejillas.
Me separo de aquel y me levanto, deshaciéndome de la posición de cuclillas.
- ¡_________, espera! - me detuvo, gritando, al tomarme de la mano.
- Ya... déjame, Gaara... - lo rechazo al intentar zafarme de su agarre. - No lo hagas más difíc...
- Puedes confiar en mí, te lo prometo... - tragó saliva y me miró directamente a los ojos.
- Ya basta. - caí al suelo, derrumbándome en lágrimas.
Narra Gaara~.
La vi totalmente diferente a cómo la conocí, su carácter a cambiado y probablemente a ella no le agrade este tema.
Solía ser tan fría, dura y directa. Ahora, no puedo dejar de mirarla por la sincera sorpresa.
Se la veía tan débil y corta de afectividad. Sus ojos solo reflejaban pura tristeza, convirtiéndose, su sufrimiento, en mi mayor punto débil.
Aquellos ojos, tan resplandecientes, tan grandes y de un color tan lindo y diferente, como lila grisáceo. Solo me volvían una persona con muchas debilidades.
La abracé con fuerza, haciendo que se apoye en mi pecho, apoyando mi barbilla en su cabeza.
Acariciaba su cabello con sutileza, no podía forzarla a confesar lo que ha tenido guardado por tantos años.
Solo la observaba lagrimeando mientras se acurrucaba en mi cuerpo y hacía mi ropa, arrugarse por sus manos al apretarla con fuerza.
- Tranquila... - le susurré, en cuánto le daba pequeños toquesitos con mis manos, acariciando su largo y rojizo cabello. - C-Calma... - suspiré mientras aquella, asentía suavemente. - Siempre estaré para ti.
Narra _________~.
Mis ojos se abrieron como platos, esas palabras, me sorprendieron totalmente.
Él era tan dulce... por eso mismo, ya no puedo sentirme fuerte, ya que a su lado me veo tan patética, tan débil, tan torpe.
No sé qué demonios me hace sentir este pelirrojo, tampoco deseo averiguarlo.
No es normal que me comporte de esta manera... ya que siempre me he caracterizado por ser el tipo de chica que no muestra sus sentimientos abiertamente, pero Gaara me hace sentir todo tipo de cosas y toda clase se emociones.
A veces termina enfadándome por lo terco que es, muchas veces es tan dulce y amable, que no lo soporto y lo golpeo.
Pero en este tipo de situaciones, no entiendo muy bien qué hacer... no sé como reaccionar.
- Gaara... - dejé salir las palabras de mi boca inconscientemente. - No quiero seguir huyendo.
- No tienes por qué hacerlo. Puedes quedarte. - habló con dulzura.
- Van a venir...
- ¿Quiénes?
- M-Me persiguen, quieren acabar totalmente con mi clan, por lo que su fin es asesinarme. - limpié las lágrimas de mis mejillas. - Los ninjas del Sonido. - apreté mis puños.
- ¿Tú confías en mí? - preguntó con un brillo en sus ojos.
- ¿Eso qué tiene que ver?...
- Que... yo voy a protegerte, pase lo que pase.
- Nadie puede hacerlo, ya no, Gaara. - suspiré alejándome de su lado.
Tal vez, lo conozca de un corto tiempo.
Tal vez es imposible que sienta algo por él.
Tal vez pueda huir o hasta dejarme encontrar por esos ninjas.
Tal vez es más difícil de lo que creí, aparentar estar a gusto cuando poseo un pasado que limita mi vida.
Pero tal vez, él comparta el mismo sentimiento de soledad.
Tal vez, no estoy tan sola a como creo que estoy.
Tal vez, solo me hace falta confiar en alguien.
Tal vez solo debo acostumbrarme a que las personas sean amables.
Tal vez, solo deseo que alguien comprenda como soy.
Tal vez, solo necesito aferrarme a él y dejar que mis tristezas se desvanezcan.
Tal vez solo debo dejar se encerrar mis sentimientos.
Tal vez, él pueda entender todo esto.
Porque tal vez, esas palabras «Estaré para ti», no sean solo palabras... sino acciones que se han cumplido antes de que lo diga.
Tal vez... solo debo dejarme llevar por este nuevo presente y dejar de atormentar mi futuro con el pasado.
Tal vez, solo deba besarlo y esperar a que el mundo al rededor se deshaga.
O tal vez, solo debo dejarlo, porque no quiero que lo lastimen.
Porque simplemente no deseo hacer sufrir mucho más a las personas y menos si es mi problema.
Tal vez, eso es lo que me espera... solo ser una carga para todos.
El pelirrojo me detuvo, parándose frente a mí, intentando bloquear el camino.
- Muevete. - le dije en un susurro.
- Obligame. - contraatacó de la misma manera.
Elevo la mirada, hayando sus resplandecientes y seguros ojos color esmeralda.
Hundiéndonos en un cálido abrazo que comenzó de parte del pelirrojo.
O tal vez solo deba quedarme, para esfumar mi pasado y mis sentimientos, para crear nuevos recuerdos.
