Capítulo 14: "Resfriado"

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La puerta de la gran oficina del Kazekage comenzó a resonar sobre toda la habitación.

—Adelante— intervino el pelirrojo, empleando un tono intimidante ante su informante.

¡Maldición!, debería calmarse de una buena vez.

—Lord Kazekage, hallamos el escondite de los vándalos, señor— comentó el reciente, dando algunas bocanadas de aire por el cansado trajín hacia el despacho.

La mirada del joven se dirigió a los oscuros ojos de su informante.

El corazón del menor dio un gran vuelco de felicidad; pero no, él guardó sus expresiones en un cofre de oro, aunque no pudiera evitar esbozar una ligera sonrisa armoniosa.

—Son buenas noticias— suspiró, liberando toda la inquietud retenida.

—Señor, nos hemos equivocado...— habló el anunciante, manteniéndose cabizbajo. —Aquellos miembros implicados en este crimen, son más que simples secuestradores— indicó. —Yuudai Sasaki y Takumi Hashimoto son pertenecientes a la Aldea del Sonido. Son indiscutiblemente fuertes e impiadosos— aclaró, tragando saliva con resquemor. —Cualquier movimiento en falso, firmaría la condena de la señorita—.

El pelirrojo apretó los dientes con molestia, aguardando en la impotencia.

—Gaara— intervino su hermana mayor, irrumpiendo en la pieza. —La Hokage de la Aldea de la Hoja ha aceptado la consulta de apoyo. Naruto Uzumaki y sus compañeros shinobis se encuentran en camino— enunció la rubia, completamente exhausta.

—E-Es un gran alivio...— suspiró nuevamente, liberando tensión.



—No creo que eso vaya a ayudarme, Kankurō— musitó la rubia, con lágrimas en los ojos.

Rechazó dos veces el aproximado cuenco de polietileno que contenía café.

—En verdad la extraño— sus labios temblaban ahora. —¿Qué haré?— consultó, apoyando los codos sobre sus rodillas y acunando su rostro entre sus manos. —Es decir, debo ir a salvarla y lo acataré, pero... no sé cómo. Estoy asustada—.

El chico de pinturas violetas en el rostro se dio la vuelta con parsimonia, sentándose al lado de Temari y tomando una de sus manos con ternura. Estaba temblando indiscutiblemente.

—Estoy bien— susurró, de manera que tuvo que forzar una sonrisa para que el mayor le creyese.

—Me parece realmente estúpido— enunció, tomando por sorpresa a la rubia, quien frunció el ceño por consiguiente. —Ese par de criminales serán atrapados sin duda. En primer lugar, no sé cómo, sabiendo bien que el Kazekage y sus hombres son audaces y aptos, pudieron atreverse a raptarla— vociferó, observando el frío pavimento.

La rubia llevó el dedo índice a sus labios con sutileza, pensativa.

—Además, estamos un paso más adelante que ellos. Tenemos sus ubicaciones y su información personal— habló el mismo. —Poseemos refuerzos que están por llegar desde Konoha. Esos desgraciados serán los últimos de sus respectivos clanes, no hay duda de ello—.

—Gaara está esperando apoyo, aunque no lo demuestre. Ve con él, hermano. Él te necesita más que yo— sonrió la chica, esbozando una sincera sonrisa reluciente.

—Bien— se limitó a expresar el chico castaño, saliendo por la puerta de la habitación.

✘✘✘

—Buenos días, señorita— sonrió el peli-azul, acompañado de una curiosa bandeja de metal. —¿Durmió bien anoche?— preguntó, cerrando las puertas de madera con un movimiento de caderas.

Estaré Para Ti •Gaara y Tú• ◀Naruto Shippuden▶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora