Jack

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-Pienso ignorarte. - Kate no soportaba a la gente y no era ningún secreto, pero la gente falsa la enfermaba. Ojalá los imbéciles mantuvieran las narices en sus patéticas vidas y las alejasen de la suya, estaba harta de esos idiotas que se acercaban siendo amigables por lástima, les destrozaba su ego sin piedad.

-Vale, te veré ignorarme. - colocó la mano en su barbilla y ladeó la cabeza para mirarla fijamente.

Kate puso otra cinta en marcha.

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-Ahora viene el uno - dijo Jack en su oído, ella puso los ojos en blanco y le apartó poniendo una mano en su cara.

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-Elisa, Elisa querida voy a entrar.

-Pasa.

Elisa sostenía en sus brazos un bebé que parecía tener más o menos seis meses.

-¿No es preciosa?

-La cosa más bonita que he visto nunca, después de ti. Mis dos amores, tú y mi pequeña Rossie.

La película se cortó y Kate quitó la cinta.

-¿Permiso para hablar?- dijo Jack con una sonrisa.

-Denegado.

-Da igual, quiero decir que esta peli ha sido un asco, ¿qué idiota la ha hecho?- comentó despreocupado.

-Ese hombre, ahora está muerto.- me puse bruscamente seria, para hacerle sentir mal.

-Yo...- todo el color y la alegría de su cara se desvanecieron.

-Deberías pensar lo que dices antes de hacerlo.

-¿Qué te pasa?¿Te caigo mal o algo?- reaccionó a la defensiva.

-Obviamente.

-Mira, no tengo por qué soportar tu carácter, me voy a casa.- se puso en pie.

-Sí, y llévate a tu madre, puedo oír desde aquí cómo parlotea en el salón.- respondió aún más desagradable.

-Eres...-se alejó un poco y bufó con rabia.- Esto no se va a quedar así.

-¿Es una amenaza?- Kate se colocó delante de él .-Porque si lo es...

-¿Qué?¿Qué harás?-preguntó él intimidante, pero no intimidó a Kate, sino que la enfureció.

-Te dije que pensaras antes de hablar.

Kate le dio un puñetazo en el cuello y después una patada en el estómago que cómo estaban pegados a ella y le hizo chocar con la pared.

-Capullo.

Kate bajó las escaleras y se metió en el comedor donde se encontraba su madre charlando con la de Jack.

-¿Te pasa algo?

-Jackie ha hecho algo malo - María se levantó dejando la taza de café sobre la mesa.

-Veo que conoces a tu hijo, se ha hecho tarde, es hora de que os vayáis.- dijo Kate.

-No creo que sea seguro ir por el bosque en medio de la noche, María y su hijo podrían quedarse a dormir.- sonrió su tutora.

-Mamá ¿podemos hablar a solas un momento?

Kate llevó a su madre a la cocina desde dónde no podrían oírlas.

-¿Estás loca? No se pueden quedar a dormir, ni siquiera les conocemos, no es seguro.- aquello era tentar a la suerte.

-No pienso dejar que se mueran de hipotermia de camino a casa, se quedarán y mi conciencia descansará tranquila.- anunció sin más.

-Mamá, ese Jack es un idiota.- trató de convencerla.

-A ti todos te parecen idiotas.- aquello era cierto.

-Pero este me da mala espina.- más de lo normal.

-Déjate de esas idioteces, no me digas que no es guapo.- eso era lo único que preocupaba a su madre.

-Se parece a la muñeca del desván.- rió ella.

- Se acabó, ¿quién paga la casa? Pues yo decido quién duerme en ella.- ese era su argumento estrella.

-Esta casa no la pagas, es tuya y luego será mi herencia, así que si lo piensas, estás pagando lo mismo que yo porque a las dos nos sale igual de gratis., la fundió con la mirada como si fuese chocolate.

-Se hará lo que yo diga.- perdió por completo las ganas de seguir hablando con ella.

-¿Por qué?

-Porque sí.

Su madre volvió al comedor y ella la siguió, allí estaban María y Jack.

-Si la oferta sigue en pie nos encantaría pasar la noche aquí.- dijo María.

-Claro, tú puedes dormir en la sala de invitados y a Jackie le hincharemos un colchón en la habitación de Kate.- comentó ella, totalmente a propósito.

-¿En mi habitación? ¿Por qué conmigo? Que duerma en el sótano.- gruñó indignada.

-Kate...-su madre le lanzó una de esas miradas de asiente o muere, y ella asintió.- Tenemos un colchón inflable en el coche, id Jackie y tú a por él. - le dio las llaves del coche a Kate.

-¿Para qué queremos un colchón inflable en el coche?- su madre le lanzó otra de esas miradas que hacían temblar la tierra bajo sus pies, así que fueron sin hacer más preguntas.

-¡Aquí está!- dijo Kate alzando el colchón tan bien escondido.

Salió del maletero y cerró el coche.

-Anda que te has matado por ayudarme a encontrar TU cama.- le recriminó a Jack.

-Digamos que no estoy contento de acostarme contigo.- añadió una sonrisa a su penoso juego de palabras.

-Toma.- Kate le dio el colchón de mala manera.- Yo tampoco lo estoy.

¿Crees que estoy loca?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora