5. Enamorada

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Los rayos dejaron de sonar. Era por la mañana y seguía tumbada encima de Luffy. Este aún dormía. Estaba muy kawaii. Le acaricié el pelo. Lo tenía muy suave ydespeinado, lo despeiné aún más. Se movió en la cama y me abrazó. Me sonrojé pero, estaba segura de que Luffy aún estaba dormido, su respiración lo delataba. Ahora podía ver mejor su cara. Aparté de ella unos pelos rebeldes. Una sonrisa apareció en mi cara hasta que abrió los ojos. Casi me muero de vergüenza.

- Bu...buenos días Luffy -intento mirar a otro lado

- Buenos días -sonríe

Se me quedó mirando un rato hasta que decidí levantarme. Fui al armario de Nami, no me gustó la ropa que había ahí, fui al de Robin y vi algo que me gusto. Me giré y Luffy me seguía mirando, era incómodo.

- ¿Puedes girarte? Quiero vestirme.

- Claro -se gira al igual queyo, por si las moscas

Me visto y siento que Luffy me abraza. Estaba como un tomate. ¿Que le pasaba?

- Tigris... yo...

- BUENOS DÍ...- Grita y se sorprende Nami

- Buenos días -decimos al unísono

- ¿Que me he perdido? -entra Robin

- ¡No penséis mal!

- Jajaja, tranquila. Nosotras no hemos visto nada.

Luffy no me soltó, ahora estaba serio. Me estaba incomodando.

- Luffy... Suéltame...

Se lo pnsó pero, me soltó. Miré una última vez a Luffy, estaba bastante serio. Salí de la habitación y fui a la cocina. Sanji ya estaba preparando el desayuno. "Empiezo a pensar que duerme en la cocina".

- Buenos días, Tigris -con ojos de corazón me trae el desayuno

Luffy se sienta a mi lado. Siento que hay mariposas en mi estómago. Su expresión no había cambiado.

 Al terminar termino de leer mi libro. Todo parecía normal. Pero no. Un cangrejo tan grande como Franky agarra a Luffy y lo mete en el mar.

Todos: ¡LUFFY!

No podía controlar mi cuerpo. Esta vez los ojos se me pusieron rojos. Salté al mar con el aspecto de tigre más salvaje de lo normal. Con el anillo de aire hice una burbuja para ponérmela en la cabeza y así poder respirar. Tuve que nadar un poco para encontrar a Luffy . Le puse una burbuja para que no se ahogase. Con mis garras y el poder sobrenatural que me daban los ojos maté de un golpe al cangrejo, y eso que su piel era dura. Agarré a Luffy para llevarlo a la superficie. Todos me lo agradecían incluido Luffy (malo sería que no). Me desmayé.

Al despertarme mis ojos estaban marrones de nuevo. Estaba en mi cama. Luffy me estaba observando preocupado.

- Tigris... gracias por salvarme - me abraza y me susurra- Te quiero.

Esas palabras me hicieron sentir especial. Le devolví el abrazo. Yo también sentía algo por el, creo que también era amor.

- Yo también.

Así el durmió conmigo otra vez contándome su pasado y todo lo que había vivido. Ahora lo veo diferente, lo veo como alguien al que no quiero perder en mi vida. El es mi mundo.

Continuará...


Lo siento, Luffy [Luffy x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora