I - Have you ever wanted to disappear?

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Pete despertó en una sala, con el sonido constante de una máquina y olor a alcohol etílico inundándole las fosas nasales.

Tenía la vista borrosa, pero pudo distinguir una figura, y una voz sonando a la distancia que poco a poco se hacía más clara.

–¿Pete? –murmuró Patrick.

–¿Patrick? –Susurró con dificultad– ¿Estoy en el cielo?

Patrick sonrió y soltó un gran suspiro de alivio.

–Gracias a dios estas bien.

–¿Dónde estoy?

–¿No recuerdas lo que pasó?

–Sí pero... ¿Dónde estoy?

–¿Dónde te parece que estas Peter? –se escuchó la voz de Joe al fondo de la habitación.

–¿Cómo llegué aquí?

–¿No te cansas de hacer preguntas obvias?

–Basta –dijo Patrick con voz calmada–. Te encontré inconsciente en el piso del baño, llamé a Emergencias y aquí estamos.

–Yo... No sé qué decir...

–Podrías empezar por decirnos por qué hiciste algo así –dijo Andy.

–No lo sé –respondió Pete.

–¿No lo sabes?

–Solo... Sentí el impulso, no lo sé, no puedo explicarlo con exactitud.

–¡Miren quien despertó! –un doctor que parecía muy joven para ejercer ese trabajo entró a la sala con una carpeta en la mano– Wentz, ¿cierto?

–Sí.

–Bien, le tengo que pedir a sus acompañantes que dejen la sala por unos momentos –señaló a Patrick, Joe y Andy.


Los tres dejaron la habitación y recordaron que ninguno almorzó así que fueron a la cafetería del hospital.


–Patrick deja de moverte tanto –sonrió Andy.

–Lo siento... Estoy muy preocupado por Pete.

–Va a estar bien Pat –comentó Joe mientras comía su sándwich– él siempre está bien.

–¿Y qué tal si no lo está?

–No seas pesimista y come –dijo Andy.

Patrick resopló y tomó el sándwich, mordiendo solo la punta, masticando lentamente, realmente no quiere comer, pero realmente tampoco quiere escuchar los regaños de Andy

Después del almuerzo improvisado volvieron al cuarto de Pete, pero se les negó la entrada.

–El señor Wentz tiene que descansar –explicó la enfermera amablemente–, luego se le van a hacer estudios para determinar si se encuentra bien o no, y esto puede tomar todo el día, así que se les recomienda volver a su casa.

–Bien –dijo Joe.

–¡No! No quiero dejarlo solo –exclamó Patrick.

–Patrick, Pete está bien –Andy tocó su hombro.

–No quiero irme.

–Patrick...

–Déjenme pasar un segundo, solo uno, necesito darle algo a Pete. Por favor... –puso cara suplicante.

Seven Minutes In Heaven (Petekey) [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora