Pete cerró la puerta a sus espaldas y subió corriendo las escaleras hasta entrar al cuarto de Mikey, donde se encontraba él agachado al lado de Gerard que estaba desparramado en el suelo.
–¡Wentz! Que alegría que estés aquí –las palabras se resbalaban al salir de la boca de Gerard y lo que trataba de decir era apenas entendible– ¿Sabes? Mi hermanito no está así con alguien desde... ¿Cómo era? ¿Salchicha?
–Steve, Gerard, Steve. No estás ni cerca –Mikey puso los ojos en blanco y suspiró tratando de levantarlo.
–Salchicha, Steve, salchicha de Steve –se rió infantilmente– ¡Era lo que comías tú!
Mikey se veía claramente disgustado.
–Gerard creo que es hora de parar –se metió Pete tratando de agarrarlo.
–¡Oye! No me toques –le dio un empujón, cuando Pete sintió su aliento entendió que Gerard estaba completamente ebrio.
Pete no lo volvió a tocar pero se fue al lado de Mikey instintivamente para protegerlo.
–Gerard, prometiste que no iba a volver a pasar –la decepción estaba presente en el tono y el rostro de Mikey.
–También prometí que no iba a follarme a Frank pero bueno –se encogió de hombros y volvió a reír.
–No es una broma Gerard ¡Volví por ti! ¡Me prometiste que no iba a volver a pasar!
–¿Y por qué pasó la primera vez? ¿Eh? –su tono de voz se volvió más bajo y sus expresiones y movimientos eran oscuros, casi parecía un maniático– ¿Quién trajo a Steve a casa? –Se acercó a Mikey y lo apuntó con el índice, tocándolo con fuerza cada vez que hablaba– ¿Quién trajo a Steve, que a su vez trajo a Bert? ¿Eh, hermanito?
–Prometiste que no hablarías de eso –la voz de Mikey ya era un susurro quebradizo y sus ojos estaban empañados.
–Vaya, parece que me la paso prometiendo cosas que no se cumplen, como cuando Steve prometió que Bert no se metería conmigo y cuando pasó –su rostro estaba a centímetros del de su hermano menor y sus ojos estaban llenos de rencor– tú solo te quedaste mirando como caía, muy ocupado chupándosela a Steve ¿Huh?
–¡Ya basta! –gritó Mikey tratando de empujarlo, pero Gerard fue más rápido y lo tiró contra su cama, donde el menor se encogió sobre sí mismo al borde del llanto.
Gerard se calmó y trató de acercarse a la cama, pero Pete lo detuvo.
–No lo toques.
–¿Y tú quién mierda te crees que eres para decirme que hacer y qué no con mi hermano?
–¿En estos momentos? Por lo menos soy mejor que tú.
–Por favor Peter, no eres nadie. ¿Eres mejor que yo? En cuanto te peleas con tus noviecitos vas y te cortas las venas en un estúpido intento de llamar la atención ¿y yo soy la reina del drama? No me hagas reír.
–¡Gerard! –gritó Mikey.
Pete no se molestó en contestar, elevó su puño y lo encajó en el estómago de Gerard, haciendo que caiga al piso doblándose de dolor.
Lo tomó por el cuello de la camiseta y lo miró con los ojos cargados de ira.
–Vuelves a decir una mierda así y no seré tan amable Way.
Frank, que en algún momento llegó a la casa, miró la escena estupefacto.
–¿Qué mierda están haciendo?
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Seven Minutes In Heaven (Petekey) [En Pausa]
Fanfiction"Estoy bastante seguro que voy a ir al infierno, igual no me va a ser extraño ese lugar, mi vida en general era un infierno. Pero tú... Tú. Esos siete minutos que pasaba contigo en cada receso eran como estar en el paraíso. Eran mis siete minutos en...