Don't wanna let you down. (Segunda parte Don't get too close) CAMREN.

Epílogo.

Narrador omnisciente.

Estaba Camila tumbada en su cama mirando el techo de su habitación, habían llegado del funeral hacía ya dos horas, a Camila se le pasó por la cabeza la idea de quitarse la vida, pero pensó que a Lauren no le gustaría eso, aunque al final estuviera con ella.

Unos toques en la puerta la sacaron de sus pensamientos.

-Mila- dijo su madre al otro lado de la puerta.

-Déjame mamá- dijo Camila con la voz débil pero lo suficientemente fuerte como para que su madre la escuchara.

-Tengo una sorpresa- insistió su madre.

-No quiero nada- replicó Camila.

-Esto lo vas a querer seguro- dijo su madre y acto seguido se abrió la puerta de la habitación revelando algo que hizo que casi le diera un infarto a Camila.

-Hola Camz- dijo Lauren entrando en la habitación, la puerta se cerró detrás de ella y se quedaron solas.

-¿Lauren?- dijo Camila levantándose despacio de su cama- ¿Estoy soñando otra vez?- dijo Camila refiriéndose a los incontables sueños que había tenido con la chica de los ojos verdes.

-No Camz, estoy aquí- le dijo Lauren acercándose.

-¡Oh dios mio Lauren!- dijo Camila gritando para, segundos después, abalanzarse sobre Lauren. Camila quedó con las piernas rodeando la cintura de Lauren mientras esta la sujetaba firmemente para que no se cayera. Camila daba besos por toda la cara de Lauren mientras lloraba y la otra chica sonreía. Pero de repente Camila dejó de besarla para propinarle una bofetada en toda la cara. Lauren se quedó perpleja ante esta acción y miró sorprendida a Camila.

-¿Camz?- le preguntó incrédula.

-¿Quién te crees que eres para hacerme pasar por esto Lauren?- le dijo Camila poniendo sus pies en el suelo- No sabes lo mal que lo he pasado ¿POR QUÉ LO HAS HECHO?- le dijo gritando mientras lloraba. Lauren volvió a acercarse a ella y la rodeó con sus brazos, había extrañado el contacto con Camila.

-Tenía que hacerlo, la última noche que dormimos juntas me desperté temprano y fui a dar un paseo, pero por el camino me taparon la cabeza con una capucha y me subieron a un coche. No entendía nada, al cabo de un rato me cambiaron de coche y me subieron el asiento del conductor, me enseñaron una pantalla, te estaban vigilando, había tres hombres armados fuera de tu casa preparados para matarte, me dijeron que condujera el coche y te llamara para despedirme, y que luego estrellara el coche, me dijeron que si huía te matarían Camz, tuve que hacerlo, pero no morí en el accidente como todos pensasteis. Cuando tus padres llegaron al hospital yo me había despertado y hablé con ellos por teléfono, acordaron con el médico deciros a todos que yo había muerto. Este tiempo he estado en una casa que tus padres me dejaron, no puedo quedarme aquí Camz, he venido para pedirte que vengas conmigo, vámonos... a Australia. Así no me encontrarán jamás esos tipos que estaban relacionados con mi hermana. Jamás me dijeron por qué querían que yo muriera. ¿Vienes conmigo?- le preguntó Lauren a Camila quién se encontraba llorando en sus brazos.

-Por supuesto que sí Lauren- dijo Camila mirándola a los ojos.- No sabes lo mal que lo he pasado sin ti, es como si me faltara una parte de mi, no pienso volver a separarme de ti, te quiero.- Dijo eso y luego la besó.

*5 años después*

-Camz, he llegado- dijo Lauren entrando por la puerta de su bonito apartamento en Australia, apartamento que compartía con Camlia desde hace cinco años.

-Hola- le dijo Camila con una sonrisa y luego le dio un beso.

-Hoy llegan- le dijo Lauren a Camila.

-Lo sé, los extraño, hace tanto que no los veo.

-Yo también- le contestó Lauren.

Llegó la tarde y los padres de Camila habían aterrizado en Australia. Lauren fue a recogerlos y los llevó hasta su casa. Cuando Camila los vio se abalanzó sobre ellos y les dio un fuerte abrazo a los dos.

-¿Ya sabeis como se va a llamar?- preguntó Sinu refiriéndose al hijo que esperaban Lauren y Camila, el cual iba a tener Camila.

-Es una niña- dijo Lauren.

-Amanda, se llamará Amanda- dijo Camila sonriendo y tocando su tripa que ya abultaba bastante.

-Te quiero- le dijo Lauren mirándola con adoración y le dio un corto beso, pero lleno de amor. Después de todo lo que pasaron por fin podían estar juntas y ser felices, Lauren no podía pedir más.