Deuda.

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CAMILA.

Lauren me dejó en la universidad antes de irse al primer día de trabajo en la empresa de mi madre. La mañana pasó normal, Ashton me coqueteaba todo el tiempo aunque sabía que estoy con Lauren. Llegó la hora de salir y Lauren fue a recogerme.

-¿Qué tal el primer día?- le pregunté ansiosa mientras me montaba en el coche.

-Bien- dijo encogiéndose de hombros. Esperé unos segundos a ver si decía algo más, pero no, no dijo nada.

-¿Solo bien?- pregunté en busca de más información.

-Sí- respondió secamente. Suspiré y rodé los ojos. Llegamos a mi casa y me dio un beso en la mejilla al despedirse, apenas me miro a la cara. Yo no sabía que había echo mal. Tampoco me atrevía a preguntarle.

Pasé la tarde estudiando porque aunque acababa de empezar ya tenía algún examen a la vista. Sofi entró en mi habitación un par de veces preguntando por Lauren, le dije que ella estaba en su casa, probablemente ahora estaría trabajando en lo del padre de Ashley, no he hablado con ella desde que me dejó en casa.

LAUREN.

El primer día en la empresa de Sinu fue bien, la mañana pasó normal. Mi trabajo básicamente consistía en llevar café y hacer fotocopias. Pero estaba bien. Estaba saliendo para ir a buscar a Camz a la universidad cuando me llegó un mensaje de un número bloqueado.

Pagarás por lo que hizo tu hermana.

Me quedé helada nada más leerlo, podía ser una broma, pero ¿quién me gastaría a mi una broma de ese tipo? Mi humor cambió después de recibir el mensaje. Normalmente solía tener cambios de humor bruscos pero los disimulaba, esta vez no pude disimular y estuve demasiado fría con Camz, no quería decirle para no preocuparla, cuando me calmara un poco la llamaría. Por la tarde fui a trabajar y Ashley estaba allí. No hizo nada raro, solo decirme como tenía que hacer el trabajo, luego se fue. La tarde pasó rápido, cuando salí estaba anocheciendo, iba hacia el coche cuando alguien me cogió de los brazos y me hizo ponerme de rodillas, luego otro tipo me pegó un puñetazo en la cara.

-Vaya, vaya, Lauren Jauregui- dijo el tipo que me había pegado mientras el otro seguía sujetándome.- Tu hermana estaba de mierda hasta el cuello sabes.- dijo con una risa irónica.- Supongo que no lo sabías. Me refiero a Emma, por supuesto.

-¿Quiénes sois?- pregunté mirándolo.

-Eso no importa. Solo importa que tu hermana se dejó una gran deuda pendiente.

-Eso no tiene que ver conmigo.

-Oh, claro que si preciosa. Sabemos que ella está muerta, bueno, toda la familia está muerta, menos tú claro, y alguien tiene que pagar.

-Yo no tengo que pagar nada, yo pensaba que ella estaba muerta, ni siquiera...- empecé a decir gritando pero me dio otro puñetazo haciendo que me callara. Notaba el sabor de la sangre en mi boca.

-Me da igual el trato que tuvieras con ella, se lo que pretendía, se que los mató, pero eso me da igual, ahora mismo tú me debes 500.000 euros. Tienes dos semanas para dármelo, si no les pasarán cosas malas a las personas que quieres, si es que te queda alguna claro, oh sí, tus abuelos, tus amigos y... tu novia. Dos semanas.- dijo y el otro tipo me soltó y luego se fueron.

Llegué al coche y me fui a mi casa, intenté curarme las heridas. Luego me tumbé en el sofá. ¿De dónde iba yo a sacar 500.000 euros? Apenas tenía para pagar esta casa y algo de comida. Mierda.

No pude dormir en toda la noche, fui temprano a buscar a Camz, las heridas se notaban demasiado, ella haría preguntas. Entró en el coche y me saludó.

-Hola- dijo alegre.

-Hola- contesté sin mirarla.

-Lauren ¿qué te pasa? Ayer te noté rara pero no quise decirte nada.- dijo en tono preocupado.

-Nada-

-Lauren... mírame Lauren- dijo pero no la miré, entonces ella agarró mi cara y me obligó a mirarla, se puso pálida la verme la cara llena de moratones.

-Dios mío ¿qué te ha pasado?- preguntó horrorizada.

-Me he dado un golpe contra la puerta- dije como si fuera lo más normal del mundo.

-No soy idiota- dijo ella enfadada- Dime ahora mismo quién te ha hecho esto.

-No lo se- dije arrancando el coche- ayer cuando salí de trabajar unos tipos me asaltaron en la calle.

-¿Así por las buenas?- preguntó incrédula.

-Sí- no se lo iba contar, por ahora.

-¿Fuiste a la policía?- preguntó.

-No y no voy a hacerlo- sentencié.

No dijo nada más, llegamos a la universidad y me miró.

-¿Seguro que estás bien?-

-Seguro- dije fingiendo una sonrisa. Me acerqué para besarla, ahora mismo necesitaba besarla. Agarré su cuello para que no se separara y cuando nos faltó el aire nos separamos. Me miró sonriendo y me dio un beso corto antes de bajarse.

Luego fui a trabajar a la empresa de Sinu. Cuando llegué todos me miraron raro, seguramente por los golpes de mi cara.

-Hola Lauren, la señora Cabello me ha dicho...- empezó a decirme una compañera que venía leyendo unos papeles. Paró de hablar cuando me miró a la cara, se tapó la boca con la mano y soltó un gritito ahogado.- ¿Qué te ha pasado?- dijo inspeccionándome la cara de cerca.

-Nada, da igual Adriana- dije con indiferencia.

-Pero ¿tú estás bien?- preguntó preocupada.

-Sí, bueno que decías de la señora Cabello...

-Ah sí, que vayas a su despacho.- dijo sin dejar de mirarme con preocupación.

-Vale, gracias, luego nos vemos- dije sonriéndole. Ella asintió y luego se fue.

Entré al despacho de Sinu y también me preguntó que me había pasado, le dije que nada, insistió pero no le dije qué me había pasado. Después de un rato dejó de insistir y me preguntó a ver que tal el trabajo si estaba bien y esas cosas, le dije que sí. Luego me dejó ir y el resto de la mañana pasó normal.

Don't wanna let you down. (Segunda parte Don't get too close) CAMREN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora