Capítulo 11: Viaje

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Me quedo atónita ante el comentario de Caleb ¿Qué se supone que me quiere decir con eso? Siento como mis rodillas tiemblan casi de forma involuntaria ante su comentario, le observo durante unos largos segundos deteniéndome en su pelo corto, las pequeñas arrugas que tiene en la frente cuando frunce el ceño, me juego la mano a que sonriendo y tranquilo debe ser increíblemente guapo.

― ¿Vas a quedarte ahí parada? ― Trago saliva y desvío mi mirada hacia mis manos, joder, no puede causarme esta reacción, no está bien en absoluto. Es un prepotente de mierda, será todo lo guapo que sea y todo lo follable que se pueda pero no.

― Me han dicho que me has llamado ¿Necesitas algo? ― él sonríe sin mirarme, de nuevo y se coloca correctamente el cuello de la camisa.

―Me encanta que me tutees, gracias Alejandra―

― No hay de qué, ahora dime, qué querías― Contesto de forma tajante

―Me han pasado una serie de contactos con unas cuantas propuestas, quería ver si tú las veías viables―

―Claro― Entonces Caleb hace una de las cosas que menos esperaba en el mundo, coge el portátil y con toda la naturalidad del mundo se sienta en la cama con las piernas cruzadas como si fuera un indio. Me muerdo el labio inconscientemente ante esa imagen...verle así tan...infantil con tanta confianza ha hecho que algo se me remueva por dentro, sin embargo al ver como él me mira me obligo a desviar mi vista de él.

― ¿Vas a venir? ― Pregunta mientras con la palma de su mano toca la cama con unos suaves golpes, como invitándome a ocupar un sitio al lado suyo. Me acerco en silencio, todavía totalmente extrañada por su comportamiento, me siento a su lado y él parece relajarse al instante― Mira, me ha enviado un anuncio Kalvin Clein dicen que están haciendo una nueva campaña y seleccionando a modelos de la mayoría de países del mundo, te paso en un correo las tablas y demás―Yo asiento centrándome en leer las palabras que a duras penas conseguía traducir en mi mente, una en un año no es bilingüe y menos yo que salí de España con el básico Hello los colores y los animales.

― De acuerdo pues lo miro y te digo― Comento entusiasmada― Pero vamos ¿No te harían ellos las fotografías?

―Quiero que las hagas tú― Confiesa sin desviar los ojos de la pantalla, en ese momento se remanga algo inquieto la camisa y no puedo evitar leer como tiene unos números romanos dibujados discretamente en su antebrazo.

― ¿Por qué? Ellos seguro que lo hacen mucho mejor que yo y...―

― Joder― Caleb se levanta de la cama con un gesto de desesperación y me quedo observándole como sale hacia la terraza completamente atónita. ¿Qué acaba de pasar? ¿Este tío está equilibrado o le falta un hervor? Observo como apoyado en la barandilla se enciende un cigarro...fantástico, esto desde primera hora de la mañana es súper sano. Me levanto de la cama y voy hacia donde está él― ¿Tan difícil es de comprender para ti que han pedido que vayamos juntos? Más fácil sería para mí que te largaras y me dejaras en paz, no tener que irme contigo a Londres a hacerme las putas fotos contigo―

― ¡A Londres! ¿Pero tú estás loco? ¿Cómo me voy a ir a Londres contigo descerebrado? ― Subo el volumen de voz casi sin darme cuenta y Caleb clava su mirada azul en mí, produciéndome esos escalofríos de nuevo.

― ¡Que te he dicho que no ha sido idea mía joder! Eres una puta petarda que no me deja en paz― Siento como la sangre comienza  a hervir en mis venas, de todas las respuestas que esperaba que pudiera darme esta era la última, bajo ningún concepto habría pensado que Caleb pudiera tener este carácter. Sin embargo dejo mi asombro a un lado cuando me doy cuenta del veneno que está escupiendo por su boca

Dulce Locura #WSAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora