Arabella [Alex Turner y tu]

Rehabilitación

Narra Alex

Ahora todo era peor, es como si hubiera caído en un agujero negro sin salida.

La heroína que me inyectaba, ahora la usaba cada cinco minutos.

Se convirtió en mi necesidad, era la única droga junto con la LSD, que me hacía pasar tiempo con Arabella.

Ahora me encuentro acostado en la cama, comiendo papas fritas, drogado, y fumando mientras veo la cantidad de posters que tenía pegados en las paredes.

Los objetos que tenía en mi habitación se escurrían en diversos tipos de colores.

Arabella se encontraba sobre mi pecho acariciándome con su mano, lo cómico era que cuando me tocaba su mano se transformaba en rayas de colores.

-Alexander... -dijo mi madre tocando la puerta de mi habitación-

-Adelante má -le dije y ella procedió a entrar-

-Alexander... Querido -dijo sentándose al borde de mi cama-

-¡Espera má te quiero presentar a alguien! -exclamé divertido- Mamá, ella es Arabella, la hermana de Jamie Cook y mi novia -se la señalé sonriéndole-

-He... Hijo aquí no hay nadie más que tú y yo... -dijo apenada-

-¡¿Qué dices má?! -exclamé molesto- ¡Te presento a mi novia y te burlas de ella má!

-Alexander David Turner no me hables en ese tono -me llamó la atención- escucha sé perfectamente que estás drogado y qué te has estado drogando desde que perdiste a esa chica, por dios hijo, piensa en tí un poco

-Mamá estoy bien, siempre lo he estado -le dije un poco más relajado-

-Tesoro.... Ten consciencia de tus sentimientos, deberías pensar un poco en ti

-Pero.... Es que ella se ha robado mi corazón -la abracé tristemente-

-Y si es tan así, ¿Por qué la dejaste ir?

-Porque desconfié de ella, del amor que ella sentía por mi -dije triste-

-Bueno, tienes que arreglarlo pero no con drogas -me dijo acariciando mi pelo-

-Pero son mi escape a los problemas -reclamé-

-¡Lo sé! Y es por eso que haré que te enfrentes a los problemas y los sepas afrontar -dijo y la miré-

-¿Qué es lo que tienes en mente? -le pregunté-

-Una rehabilitación, te quitaremos las drogas, haremos que comas sano, supervisáremos que te diviertas en casa con tus amigos, como un pájaro volviendo a su nido -dijo apretando una de mis mejillas-

-¡Auch! Está bien, sí es lo correcto lo haré

Mamá salió de mi habitación y escuché como hablaba de mi rehabilitación con papá.

Ella tenía razón, siempre la tenía.

Está bien, aceptaré la rehabilitación y una vez que las cosas estén bien conmigo mismo, arreglaré todo con Arabella, volveré a estar con ella y seremos felices.