"1"

42 7 1
                                    

-¿Realmente crees que ese chico va a venir desde Nueva York hasta aquí sólo para verte a tí?¿De verdad lo piensas?¡Vivimos en Londres, es una locura!- Me dice Sam, mi mejor amiga desde los 4 años.

-Aver, hay cómo un 5% de que venga, sólo ten esperanza, soñar es gratis ¿sabes?No cuesta nada.- abro mi casillero metiendo los libros de mis últimas clases y sacando los que me tocan ahora.

-No es eso, él...- hace una pausa, cómo si lo que fuera a decir es muy malo como para que yo lo escuche.- Ni siquiera lo conoces. No sabes cómo es, si es bueno, malo...- cierro el casillero con un leve portazo haciéndole sobresaltar.

-Hablo con él todos los días por Skype, le he visto. No será para tanto.- le digo encogiéndome de hombros restándole importancia. Giro sobre mis talones para ir a mi clase.

-Carter, yo sólo te digo que no confies en él, puede traerte problemas.- me advierte detrás de mí, pone su mano en mi hombro para decirme:- Sólo ten cuidado, ¿si?- asiento, me mira a los ojos con una sonrisa de lado y da media vuelta.

Camino por los pasillos con mis libros entre mis brazos. Pensándolo bien, Sam tiene razón, puede que me de problemas si en un futuro viene a visitarme, sólo llevo hablando con él un mes. Hoy le informaré para decirle que no hace falta que venga, que hablando por Skype es suficiente.

-Hey Carter, ¿qué tal?- Preguntan a mis espaldas, levanto mi mirada para encontrarme con los perfectos ojos azules de Luke Hemmings, el capitán de fútbol del instituto.

-Supongo que bien.- respondo apretando más los libros entre mis brazos. Cada vez que hablo con él me sientro estúpida, es cómo si estar cerca de él me quitara mi inteligencia.

-Los chicos y yo vamos a salir esta noche, ¿te apetecería venir?- una sonrisa se dibuja en sus preciosos labios al igual que en los míos. Vacilo un poco antes de responder.

-Intentaré ir.- Una sonrisa más grande se forma en su perfecto rostro.

-Avísame si vienes.- Asiento. No sé si mis padres me dejarán aunque sea Viernes.

Suena el timbre de el inicio de las clases y me dirigo a mi clase. Matemáticas. Nunca se me han dado bien las cuentas, siempre me lío y acabo haciéndolas mal. Por más que lo intento hacer bien nunca me salen.

Me siento al lado de Liam Payne en una mesa de dos ya que no quedaban más sitios libres.Miro a mi alrededor pero no localizo a nadie que esté dispuesto a cambiarme el sitio asi que saco mi libro junto con mi libreta y mis lápices para empezar a coger apuntes. Para mí esto sólo son números sin sentido .Para mi desgracia no entiendo nada de nada. Mi compañero de mesa me da un leve codazo para que le mire.

-¿Entiendes algo?- Me susurra cerca de mi oido. Un escalofrío recorre mi espalda. Niego repetidas veces y vuelvo a mis apuntes intentando hacer la equación que ha planteado el maestro pero me es imposible. Me llevo mi mano a la cabeza incómoda. - ¿Quieres la respuesta? Carol me la acaba de pasar.

-Prefiero hacerlo por mí misma, si te copias no aprendes.- Le digo segura. Mis padres me digeron una vez que no debía copiarme nunca.

-Pero sino tardarás una eternidad.- alza las cejas pasándome el papel con la respuesta. Dudo un poco en si cogerlo o no, pero finalmente lo cojo no muy segura. ¿No es tan malo, no? Por una vez no pasará nada.

Lo que ella no sabía era que al final acabaría siéndole una costumbre.

THE ACTORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora