Y tiernas miradas.

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Ángel, puedo sentir como late mi corazón de nuevo. Te juro que sentí que estaba muerto, hasta que volví a escuchar tu risa, sentí el resurgimiento de mi alma. Me siento igual de torpe que el día uno. Podrán pasar los años y yo seguiré sintiendo esta emoción cada vez que te veo. Me ves, me pongo nervios.

-Creo que te debo una disculpa, Mark...-Mi cuerpo tiembla, me estas agarrando la mano- No debí irme sin decirte, te has convertido en alguien importante para mi.

-Me diste el susto de mi vida la primera semana que no viniste-Ries- Ya no tenía sentido venir si no veía el brillo de tu sonrisa-Te sonrojas- ¿Por que no veías, Anna?-Pude ver como se desvaneció tu sonrisa en un segundo

-... Eso no importa, realmente. Pero me alegra estar ahora contigo y saber en que momento me darás mi nueva carta-Te ríes tímidamente- Extrañe todo este tiempo tus cartas, no pare de leerlas.-No puedo creer que al menos te haya pasado por la mente mi presencia.

-Te la daré, con una condición.

-¿Cual?

-Que aceptes salir conmigo, y que me permitas escribirte cartas toda la vida, o el tiempo que tu me permitas.

-Creo que tenemos un trato, Mark Foster.-Estrechas tu mano conmigo mientras reímos y te despides de mi de un beso en la mejilla, juro que cada vez que haces eso me vuelvo loco.

Heaven is on your eyes [Mark Foster]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora