Capitulo 1: De regreso a Konoha

2.1K 85 8
                                    

Era una mañana tranquila, ese día quise volver a Konoha, mi antiguo hogar, para buscar a aquel chico y ayudarme en mi solitaria misión. Ese día vestía con un traje parecido al de los Akatsuki, pero completamente negro, sólo lo usaba para camuflarme en las sombras y vaya que sirve de mucho; para cubrir mis ojos usaba un flequillo largo que pasaba por debajo de mi mirada y las típicas sandalias ninja. Llegué a la entrada de la Aldea Escondida entre las Hojas, uno de los ninjas que vigilaba la entrada me miró como si fuese un enemigo, tal vez fuera por mi pose, o que extrañamente así no se veía un viajero, pero atacó, usé mi sharingan para defenderme y pasar de esto antes de que alguien más llegara. No tenía ganas de meterme en líos antes de lo esperado... en realidad, no me gusta meterme en tantos líos sino son para algo que me divierta. Antes de poder hacer nada más sentí un piquete en mi cuello, el líquido quemó mis venas y caí al suelo en cuestión de segundos. Al despertar supe que un ANBU me había sedado, pues estaba en la esquina de la habitación de aquel excazador ANBU, Hatake Kakashi. El peliplata estaba sentado a un lado de la cama, con su típico aire desenfadado y desesperante, las dos «D».

—Vaya al fin despiertas. —su tranquilidad a veces me desconcierta y es algo perturbador, parece siempre calmado, sin importar qué demonios pase a su alrededor nunca lo he visto (al menos yo) perturbado.

—Cuánto tiempo esperé conocerte, Kakashi... el ninja pira- digo, que copia. —traté de imitar ese lado desenfadado suyo... sin mucho éxito, pero al menos me reí por dentro por haberme «confundido» y decirle «pirata». Kakashi alzó la ceja de su único ojo visible, desconcertado, sabiendo de yo lo conocía, pero él a mí no. ¿Cómo le hace para mirar al otro lado? ¿Girando?

—¿Cómo sabes mi nombre?

—No pasas desapercibido, abuelo, pero no vine aquí a charlar, vine por otra cosa. — le respondí, Kakashi intentó averiguar qué buscaba, pero mis ojos no reflejaban mis pensamientos y mucho menos tenía un letrero en la frente que diga: «¡Eh! Vengo por tal cosa y tú vas a ayudarme con ello».

—¿Qué cosa? —al fin pregunta.

—Vine a buscar al chico Uchiha y a los exámenes chunin, tengo informado que mi encuentro es con Uchiha y Gaara del desierto, ¿no es así? —Kakashi asintió, noté en ese momento que mi flequillo era más corto que lo habitual, así que opté por preguntar—... ¿Qué hicieron con mi fleco?

—Te lo recortamos un poco para poder reconocerte —dijo Kurenai, quien estaba sentada en una silla al lado mío, si ellos estaban juntos estaba claro que estuviera aquí, no le veía otra explicación a esto, pero no quise darle más vueltas. Me encogí de hombros y miré a Kakashi, quien estaba listo para hablar o, mejor dicho, para interrumpir de nuevo, lo cual, no fue el caso.

—¿Por qué viniste a buscar a Sasuke?

—¿Sasuke? No había escuchado su nombre desde hace mucho tiempo, yo lo reconozco más por su apellido, Uchiha. Sí, me suena más po-.

—¿Por qué viniste a buscarlo? —insistió, interrumpiéndome.

—Porque quiero saber más sobre él, quiero estudiar sus movimientos y quiero que me ayudes a entrenar, tú sabes más sobre el Kekkei Genkai que poseo más que yo misma, y eso que el mío es de familia.

—¿De familia? —preguntó Kurenai—. ¿A qué te refieres?

—Lo único que poseo es el Sharingan. —Kakashi truena sus dedos mientras pasa su peso de una pierna a otra.

—Sí, lo sé —le respondí—. Pero cambie mi apellido para que él no me encontrara. —aquel fatídico día jamás se borrará de mi mente y debo aprender a vivir con ello a pesar de lo duro que sea cargar con la muerte de toda tu familia, de tus amigos...

No eres el único sobrevivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora