Capítulo 29: Hermandad rota

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Corro lo más rápido que puedo, y para evitar a la gente me voy por los tejados de las casas. Kenzo me sigue, lo he dejado muy atrás y no pienso detenerme a esperarlo. Estoy cerca del bosque, debería desviarme y ya después de encontrar a Makisha, ir en busca de Kenzo.

 Una vez ya entrando al bosque, voy caminado para descansar un poco. Miro por todos lados, también alzo un poco la mirada hacia los árboles para ver si esta ahí. Voy gritando su nombre por el camino.

 -¡Makisha! ¡Makisha! ¡Mocosa!- Grito y no obtengo respuesta.

Sigo caminado por el bosque, estaba llegando al borde de la frontera, hasta que logro escuchar un ruido. Me acerco poco a poco al lugar donde se originó el sonido.

-¿Eres tú, Makisha?- Pregunto y nadie responde, escucho el crujido de las ramas de los arbustos rompiéndose, sea lo que sea se está moviendo. Llega un momento en el que ya no escucho nada. <<¿Que está pasando aquí>> Pienso.

-¡Kokoro-sensei!- Me grita emocionada Makisha y me abraza por detrás. Me zafo de ella y volteo a verla.

-¿¡Donde te habías metido, idiota!?- Le ladro.

Makisha me cuenta todo, de principio a fin, sin olvidar ningún detalle. Más tarde regresamos, a la Aldea, no sin poder sentir la presencia de alguien más, el chacra se me hace familiar, pero no capto a la primera quien es.

Miro de un lado a otro, desconcertada de lo que pasaba. No había nadie, o en otras palabras, no veía a nadie. Escucho las ramas de los árboles crujir sin parar, le quito la funda a la katana y Makisha saca un kunai. Las ramas dejan de crujir, todo se volvió silencio, hasta que escucho que una rama se rompe y alguien o algo cae al suelo. Makisha lanza su kunai, pero algo lo detiene, porque se escuchó que chocó con algo metálico, obviamente un arma. Sabia que no estábamos solas.

-Hay alguien más aquí- Confirmo.

-¿Quién?- Me pregunta Tuksen preocupada.

-No tengo idea, su chacra se me hace muy familiar pero, no sé quien es exactamente- 

Me acerco más, abro el paso y noto que no hay nadie, suspiro algo aliviada y se voy, hasta que escucho el crujido de un árbol y un suspiro.

-Oh niña, creí que si sabías que era yo- Dice el chico.

Lanzo un pequeño gruñido cuando escucho que me llama "niña"  no lo ataco esta vez, porque esta Makisha y, sabiendo que es su hermano, va a desviar mi ataque hacia él, así que no tengo más remedio que aguantarme las ganas de pelear con Hiroshi. Cuando menos me doy cuenta, Makisha desaparece de mi lado, volteo a todas direcciones para buscarla, pero no logro encontrarla.

Esa chica a veces me pone los nervios hasta su límite máximo. Escucho un golpe, Hiroshi estaba tirado en el piso, cuando él levanta la mirada logro notar que sale algo de sangre de su boca, la cual se la limpia unos segundos después. Empiezo a reírme y eso solo logra que Hiroshi me mire con odio.

-Eso es por haberme abandonado, onii-chan- Le dice Makisha extremadamente molesta.

Hiroshi se levanta y sigue limpiándose la sangre que no dejaba de escurrir.

-Ya no eres débil como antes, hermanita- Le responde Hiroshi entre risas.

-Ya no es tan débil como tú piensas- Me interpongo. -Su entrenamiento la ayudó a mejorar tanto en Ninjutsu como Taijutsu- Agrego.

Hiroshi sonríe, y me imagino que piensa que lo que hice por su hermana fue solo una perdida de tiempo, pero no es así, ella se hizo más fuerte gracias a mi. Me siento debajo de un árbol y veo como Makisha se desquita con su hermano por haberla abandonado, su rabia se expresaba en las flamas azules que poseía su cuerpo, o mejor dicho, su Kekkei Genkai, ya que estas flamas se extendían por todo su cuerpo.

De vez en cuando Hiroshi se defendía, pero Makisha no se detenía, a excepción de algunas veces para descansar. En uno de esos descansos, Hiroshi se levanta, se limpia la sangre casi seca y se acerca a Makisha, yo me levanto y me pongo detrás de ella.

-Te reto, Makisha, así sabré que tan fuerte o que tan débil eres- Le dice Hiroshi, Makisha vacila la primera vez, pero termina aceptando el reto de su hermano mayor, esto se volverá intenso. Me subo a un árbol para ver mejor todo.

Makisha se aleja un poco de su hermano para ver mejor sus movimientos, a pesar de que sabe más Taijutsu que Ninjutsu o Genjutsu, se aleja, lo cual se me hace un poco raro en ella. Comienza a estudiar cada parte de las fortalezas, las armas de su hermano e incluso donde quedaban sus puntos débiles, aunque no encontró ninguno sigue buscando.

Minutos más tarde, las mismas flamas de los cuerpos de ambos hermanos se hacen más largas o anchas, según mi vista, Makisha le hace una pequeña "invitación" a Hiroshi para que él ataque primero. Hiroshi acepta ese gesto y se avalancha a Makisha, yo no me interpongo ni nada, solo me quedo en ese árbol, analizando todos y cada uno de los movimientos de Hiroshi, claro, con mi sharingan activo.

Ambos tenían casi las mismas habilidades, a excepción de que Makisha es ligeramente más rápida que él, los golpes que se daban eran más que los Jutsus que hacían, uno de los jutsus que más me ha llamado la atención fue uno que hizo Hiroshi, no tenía idea de que si era chacra u otra cosa, pero era impresionante, nunca había visto un jutsu parecido.

Ambos tenían casi las mismas habilidades, a excepción de que Makisha es ligeramente más rápida que él, los golpes que se daban eran más que los Jutsus que hacían, uno de los jutsus que más me ha llamado la atención fue uno que hizo Hiroshi, no ten...

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Makisha era obvio que conocía que Jutsu era, pero nunca había visto que ella lo ejecutara en batalla. Me acerco un poco más para ver que demonios era eso, pero la velocidad con la que Hiroshi corrió hacia Makisha me hizo imposible ver que era.

El impacto fue tan grande que Makisha queda inconsciente, Hiroshi se para del suelo y se sacude las manos.

-Sigues siendo igual de lenta- Le dice a Makisha y se va.

Me acerco a ella e intento despertarla, pero por más que intentara no pasaba nada. Me cargo a Makisha en la espalda y me voy directo al hospital de la Aldea, en el camino me encuentro con Kenzo, él se ofrece para llevar a Tuksen lo que resta del camino y yo acepto.

Al llegar al hospital lo único que puedo hacer es sentarme a esperar mientras juego con algunos shuriken que recogí después de la pelea de Hiroshi y Makisha. Ningún ninja medico ha salido, lo cual me pone nerviosa, ya que yo soy la responsable de todo lo que le pase a esa chica, por eso odio tener que cuidar de alguien. Más tarde salgo del hospital, y me dirijo a la Torre Hokage, donde Tsunade nos tiene una misión, y cuando digo "tiene" es porque yo no estoy incluida, solo Kenzo y Patsumi, pero ya que.

-Bien, Patsumi Sarutobi y Kenzo Mashiba, los traje aquí por que tienen una misión...- Comienza Tsunade. -Tienen que ir a averiguar donde está ella- Agrega, pero no menciona a quien, solo logro ver como ambos ascienden, y me imagino que ellos ya saben a quien se refiere Tsunade. -Mientras tú, Kokoro Uchiha...- Me llama. -...Puedes ser libre mientras estos dos están en esa misión- Por dentro salto de alegría mientras que por fuera solo sonrío.

Nos vamos y sigo celebrando por dentro, ya que al fin puedo hacer lo que me plazca sin que esos dos me estén cuidando todo el odiosos día. Cada quien toma su rumbo, yo me dirijo por algunas de mis cosas porque saldré de la Aldea para ir en busca de el Pervertido de Jiraiya y del chico rubio, su nombre es Naruto, ¿no?, da igual, el caso es que quiero ir a buscarlos. 

Salgo de la Aldea cuando cae el sol, nadie me ve y nadie sospecha de mi, mejor aun.

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