Capítulo 13: Akatsuki

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Una ves que despierto me doy cuenta de que Itachi estaba allí, al igual que Tobi, empiezo a ver a mi alrededor, intentando averiguar en donde estoy, Tobi está a un lado mio, volteo a verlo, y me pregunto que a donde rayos me acaba de traer.

-¿Dónde estoy?- Le pregunto en voz baja y algo adormilada

Apenas me iba a contestar cuando Deidara entra a donde estoy.

-¿Porqué la trajiste? Sabes muy bien lo que hizo- Le dice a Tobi.

-Pues...-

-Fue mi decisión venir aquí, Tobi-san solo me guió- Le dijo, interrumpiendo la respuesta de Tobi.-Además... tengo noticias sobre lo que ustedes más buscan, el Zorro de las 9 Colas-

Cuando dijo esto Deidara me agarra un poco más de confianza, se ve que se interesa mucho sobre el kyubi.

-¿Qué clase de noticias?- Pregunta.

-Soy espíritu libre, si quieres saber más sobre esa noticia deberán volver a confiar en mí, y si es necesario, que me dejen volver a ser Akatsuki- Le dijo, poniendo esa condición tengo la confianza de que no podrán rechazar esa oferta.

Deidara duda mucho sobre lo que le dije, habiendo cometido esa traición, que la verdad es historia larga, no creo que él o ellos vuelvan a confiar en mí, pero si son noticias sobre su "preciado tesoro de 9 Colas" no se pueden negar, si se niegan, no diré nada.

-¿Y bien? ¿Cuál es tu respuesta?- Pregunto.

-Nos dirás todo lo que sabes a cambio de eso te dejaremos volver a ser una Akatsuki, pero sabes lo que tienes que hacer antes- 

-Lo se, lo se, tengo que asesinar a alguien de mi aldea, y tengo a la víctima perfecta...- Respondo.

Mis opciones son: Ino, Sakura, los niños de la Academia, un escuadrón de cazadores ANBU que me tope, a Tsunade o incluso a Kakashi. Elijo a quienes más me convienen y, aunque Tsunade me haya cuidado por un tiempo, es la Quinta Hokage, una mejor víctima, y Kakashi, a pesar de que él me aceptó en su equipo y me dio la katana, él es un Jonin, lo que lo hace una víctima interesante, además, tiene el sharingan, contra el mio, eso se tornaría más emocionante e interesante que antes.

Además no caben dudas de que puedo asesinar a todos esos niños de la Academia de Konoha y enfrentarme a los maestros que intenten protegerlos, el problema es que si ya saben que me he ido pueden estar preparados en cualquier momento y mi plan quedaría hecho polvo.

Mi prioridad ahora es poder volver a ser una de ellos, para al fin dejar de ocultarme. De ser invisible. De creerme una ninja de excelente comportamiento. Aunque fui entrenada por ellos durante un tiempo sigo siendo yo. Pero vivo para matar a quienes me afectaron. A quienes creyeron que podía ser una buena niña. A quien mató a mi familia. Esa es mi venganza.

-¿Cómo podemos confiar en ella después de lo que hizo y que cumplirá en matar a esa víctima?- Pregunta Konan.

-Irás con ella, la vigilarás, y una ves que ella termine la escoltarás hasta aquí y nos dirás si lo cumplió o no- Le responde Deidara.

-¿¡Qué!? ¡Cómo estas tan seguro de que no terminaré muerta!- Le ladra Konan.

-Si lo intento tendrás que matarme antes de que eso suceda- Le dijo, claramente no la voy a matar, pero al menos quiero que esté segura de que no volveré a traicionar a los demás, si lo hago de todas maneras ellos me matarán.

Desconfianza es lo que ellos tienen ante mí en este momento, por la traición que cometí y porque no creen que sea capaz de matar a alguien, todos me ven como si aun fuera la niña que Tobi se encontró hace 5 años. Solo espero que nadie me vea cuando intente ese homicidio, de todas maneras no lo haré en plena luz del día, esperaré a que todos se duerman y buscaré la víctima perfecta, para asegurarme, si es alguno de los niños de la Academia, me aseguraré de matar por lo menos a 15 de ellos, 1 de sus maestros y a alguien más. Pero aun no sé a quien.

Me percato de 3 cosas: Uno, todos los Akatsuki me miran raro, Dos, Me hierve la sangre con tan solo estar a un lado de Itachi, y Tres, ya a oscurecido. Lo que quiere decir que puedo comenzar mi misión en busca de una buena víctima.

No tengo ninguna preocupación, dejo todo lo que traía y solo me llevo mi katana, Konan me sigue el paso y ambas nos vamos directo a Konoha, Konan no se ve molesta, pero algo me dice que por dentro me odia.

-Hay Konan, si supieras el verdadero significado de esa traición, no estarías así ahora- Pienso.

El significado que le tomé a la traición que hice fue solo el inicio de lo que después podré llamar "Diversión" una vez que pueda volverme Akatsuki, la verdad es que para mí matar a quien más me hizo daño es diversión, y quien menos que el miembro de mi propio Clan que comenzó esa rebeldía que algún día yo misma despertaría, pero él fue quien me ayudó a hacer posible que esa rebeldía fuera real.

Claramente entiendo que los ninjas de la Hoja desde el momento que haga el asesinato me tomarán por parte del enemigo, y ya se como hacer que sepan quien fue, nada más y nada menos que su amado símbolo que Konoha tiene convertido en el símbolo que usan los Akatsuki en sus bandas.

No me puedo negar, aunque sé que dañaré la amistad que llevo con mis amigos, prefiero dejarlos vivos que verlos muertos, por eso no los tomé como víctimas para esto, no soy capaz de matarlos, no puedo, ellos la verdad desde que eramos niños se tornaron como mi familia, la cual podía elegir a mi manera.

-¿Qué te pasa Konan? ¿Tienes miedo?- Le pregunto.

-¿Porqué debería?- Me responde.

-No lo sé, solo preguntaba- 

Konan suspira, estamos cerca de la Aldea, todo se ve tranquilo hasta que me doy cuenta de que hay dos ninjas en la entrada, además de que alguien nos está siguiendo. Apenas me doy cuenta de quien es cuando Konan intenta librarse de ellos, son cazadores ANBU, al parecer me vieron con ella. Saco la katana rápidamente. Los ANBU no se interesan en atacarme.

-1... 2... 3... 4...- Cuento, hay cuatro cazadores ANBU. -No... son... 5- Rápidamente uno de ellos me ataca.

Ya han descubierto todo, desde que me vieron con Konan saben que estoy a punto de hacer lo que ellos piensan. Matar a alguien. Convertirme en Akatsuki. Y ser enemiga de la Aldea.


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