Me despierto en un cuarto a oscuras, las ventanas estaban cerradas igual que la puerta, sin contar que ya era de noche, ¿cuanto tiempo dormí? Eso mismo me pregunto yo. Con la poca luz que había miro a mi alrededor, después logro sentir a alguien, me concentro un poco más y noto que es Kenzo y al parecer se ha quedado dormido a un lado mio. Es un poco incomodo.
-¿Kenzo?¿E-estas despierto?- Dije tartamudeando.
Kenzo se despierta, aun estaba todo adormilado, levanta la vista como puede y sin pensarlo dos veces me abraza como si fuera oso de peluche, después se vuelve a quedar dormido. Me sentí más incomoda que antes, intenté zafarme de él, pero no conseguía hacer que me soltara.
-Kenzo despierta- Le digo. Kenzo siguió dormido, minutos más tarde el sueño me volvió a ganar y me quedé dormida.
Cuando menos me doy cuenta alguien abre la puerta del cuarto, la luz del pasillo entra e intenta despertarme, unos pasos se acercan, alguien prende las luces de la habitación y siguen intentando hacer que abra los ojos.
-¿¡Qué demonios está pasando aquí, Kenzo-senpai!?- Ladra sorprendida la chica, Kenzo y yo nos despertamos de golpe.
-Shizuka no es lo que piensas- Aclara.
-No, olvídalo, lo nuestro se acabó- Responde molesta y Kenzo se levanta para detenerla.
-No, no, no, Shizuka espera...- La puerta se cierra de golpe.
Kenzo suspira, se le queda mirando un largo rato a la puerta, esperando que la chica regresara, en cambio, no lo hizo y Kenzo se recarga en la pared. Lo miro seria.
-¿Era tu novia?- Pregunto algo seria y curiosa a la vez, pero mi curiosidad no la demuestro.
-Si- Responde serio.
Era muy obvio si la chica dijo "senpai" cuando nos despertó con su grito. Kenzo se acerca a la puerta y la abre, me levanto justo antes de que saliera.
-¿Puedes hablarme más sobre ti?- Le pregunto. Esta vez mi curiosidad si se reflejó bastante, veo como Kenzo se empieza a sonrojar poco a poco. -¿Entonces?- Añado.
-Claro- Me dice, y se le quiebra la voz cuando me responde. Que ridículo. Empiezo a preguntarme... ¿así son todos los chicos? Si es así... que horror, o más bien, que ridículo.
Salimos del cuarto y nos dirigimos a la sala de la casa, veo algunas fotos, de Kenzo y otras tres personas, solo logro identificar a una de las tres personas que había allí. Tengo un poco de miedo de preguntar que quieres son, ya que me escucharía muy... pues muy... curiosa, y no quiero verme así.
Kenzo se me acerca y se percata de que yo veía las fotos que había en la pared.
-Supongo que reconoces a Natsumi, ¿no?- Me dice. Y sí, justo sabía que la única chica de allí era Natsumi-chan, por cierto, a ella no la he visto desde que llegué.
Asciendo con la cabeza, y me siento en uno de los sillones, Kenzo se sienta enfrente mio. Segundos después, cuando Kenzo se voltea, logro percatarme de un pequeño símbolo en la espalda de su chaqueta.
-¿Es es símbolo de tu Clan?- Pregunto, y me doy cuenta de que me estoy volviendo muy curiosa.
-Sí, es el símbolo del Clan Mashiba, se parece mucho al de tu Clan, el famoso Clan Uchiha de la Aldea de la Hoja- Responde y me muestra el símbolo.
Sin dudarlo un poco se parecía al del Clan Uchiha, a excepción de que el nuestro parece una "paleta roja", por así decirlo. Kenzo me habló bastante sobre su Clan y su Kekkei Genkai, ¿cual es? Pues es visual, como el Sharingan o el Byakugan, solo que este toma control de la mente del oponente o también dice que lo usan como un signo de confianza, me cuenta que tiene más funciones pero esas son más torturantes, o algo así.
Me habló sobre su familia y lo que le había pasado, casi igual con lo que pasó con la mía, aunque tiene varias cosas distintas, o más bien la mayoría de las cosas distintas. Después de hablar sobre eso se levanta y se me acerca.
-¿Sabes porque nos dicen que somos el Clan Camaleón?- Me pregunta, intentando que adivine.
-No- Respondo.
-Por esto...- Miro a Kenzo a los ojos, los cuales de un segundo a otro cambian de color a verdes, luego azules, después morados y por último regresan a negros. -Por esa razón nos llaman el Clan Camaleón- Agrega.
-Genial- Respondo.
Eso que puede hacer es fantástico, recuerdo que cuando tenia entre tres y seis años jugaba a poder cambiar el color de mis ojos, mucho antes de poseer el sharingan, claro, porque cuando lo desperté esa perspectiva que tenia de cambiar mis ojos a otros colores fue distinta, pero poco a poco fue olvidada en mi mente, por lo de la masacre.
Salimos de su casa y vamos a comer, me dijo que podía escoger el lugar, justo hay recuerdo cuando Jiraiya me llevaba a comer dangos, elijo ese lugar para comer y nos encaminamos allá. Cuando pasábamos toda la gente me miraba raro, cosa que ya era muy normal para mi, pues ya me había acostumbrado.
Más tarde nos encontramos con Kiba y Hinata, obviamente Akamaru también estaba allí, siguiendo a Kiba. Akamaru se me lanza y comienza a lamer toda mi cara.
-Akamaru, detente- Le digo entre risas.
Akamaru se me quita de encima y yo me levanto.
-Si que no ha perdido su afecto hacia ti- Me dice Hinata.
-Él desde cachorro siempre fue muy cariñoso conmigo, a pesar de que yo me ponía muy amargada-
-No eres amargada, otra cosa es que tu carácter sea bastante frío- Me dice Kenzo, volteo a verlo, diciéndole con la mirada "cállate", Kenzo se ríe.
Justo cuando nos íbamos a ir... Kiba y Hinata nos siguen, ya que ellos también irían a comer a donde mismo dijimos Kenzo y yo. Pues obviamente nos fuimos juntos. Por el camino hablábamos sobre todo lo que había pasado en la Aldea, lo que había hecho en Akatsuki y justo eso... algo sobre Natsumi.
-¿Que le pasó a Natsumi?- Pregunto preocupada.
-Nada, nada, ella está bien- Kiba responde nervioso, a su vez le tapa la boca a Hinata.
Miro a Kiba, desconfiada de su respuesta, me quedo callada y a la vez me pregunto que ¿qué le habrá pasado?, no pregunto nada más, al terminar de comer nos vamos a buscar a Makisha, Kiba y Hinata se van a buscar a Kurenai para una nueva misión, según ellos.
Nos vamos a la casa de Natsumi, o más bien mi casa... según recuerdo. Entramos y había una nota en la mesa, no tuve tiempo de leerla, lo único que vi de reojo fue que era sobre Natsumi, Kenzo la lee y la esconde.
Busco a Makisha por toda la casa, reviso cada cuarto, armario y patio, incluso su habitación, pero no estaba. Salgo a la sala de nuevo.
-¿La encontraste?- Me pregunta Kenzo.
-No, ¿y tú?-
-No-
Al escuchar eso salgo corriendo de la casa y me dirijo al bosque, sino encuentro a esa chica y algo le pasa... siento que terminaré muerta.
ESTÁS LEYENDO
No eres el único sobreviviente
FanfictionMi nombre es Tukusama Rin, tengo 13 años y mi familia fue asesinada por uno de los miembros de mi propio clan, creía que era la única que había sobrevivido hasta que lo conocí... también tengo de herencia el Sharingan, pero no lo uso desde que mis p...