Capítulo 4

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Ana entró diez minutos después con la comida: ensaladilla rusa para las dos y una ensalada para compartir. Conversamos durante toda la comida:
-He quedado con Pablo a las 6.
-¿Dónde siempre, no?
-Sí.
-Mañana me cuentas que tal os ha ido.
-Vale.
A las 2:45 acabamos de comer entre charla y charla se nos alargó la hora de comer. Después recogimos rápidamente y me revisé un poco el caso de los hombres que iban a venir en un rato. Poco después llegaron.
Acabamos a las 17:20, a pesar de todo habían sido breves. Me fui a casa en cuanto acabé. Me preparé un poco: cogí algo de dinero y me retoqué el poco maquillaje que llevaba. Luego le eché comida a Robin y le prometí que cuando llegase le sacaría a pasear.
Llegue puntual a la cafetería, Pablo ya estaba allí había conseguido nuestra mesa.
-¡Hola! Saludé.
-Hola, cuando tiempo ¿verdad?
-Sí.
-¿qué quieres? ¿lo de siempre?
-Sí.
Pidió lo que queríamos y un camarero nos lo trajo un par de minutos después. Pasamos dos horas hablando:
-Bueno, ¿qué tal todo? Preguntó
-Bien. ¿Y tú?
-Muy bien.
-Uy! ¿Qué pasa?
-Luego te lo cuento, seguramente tenga apenas importancia déjame a mi hacer las preguntas.
-Vale vale.
-¿Has encontrado...
-¿¡Por qué todo el mundo me lo repite hoy?!
-Es por ellos ¿verdad?
-Aun me acuerdo de su sonrisa.
Pablo me agarró suavemente la mano.
Mi cara se volvió cada vez más triste y mis ojos se llenaron de lágrimas pero Pablo evitó que cayesen.
-¿Y tú? Decidí continuar yo.

-Ojalá te hubiese pillado otro día pero... sí, se llama Javier.

-¡Qué bien! por eso estás tan contento ¿no?

-Sí.

-¿Tienes foto?

-Sí mira.

El chico estaba bien y parecía majo.

-Bueno, pues ya me le presentarás.

-Vale. Cuando quieras. Bebió un poco de café y continuó:

-Esta noche echan 'El más allá', lo vas a ver ¿no?

-Pues claro. ¿Tú?

-También. ¿Viste el de la semana pasada?

-Sí, no estuvo nada mal pero creo que hoy va a estar mejor.

-¿Hoy es el de los ovnis?

-Sí.

-Pues entonces sí que va a estar mejor.

Tomé un poco de café y me comí una pasta, Pablo hizo lo mismo y continuó con la conversación:

-¿Qué más me cuentas? ¿Qué tal por Marbella?

-Muy bien, como siempre. Compras, playa, piscina.

-Entonces estupendamente.

-Sí. Por cierto, ¿Qué tal Teckel?

-Muy bien, se ha quedado dormido un rato antes de venirme así que supongo que ahora seguirá dormido. ¿Y Robin?

-Muy bien también. ¿Has probado la comida nueva?

-Aun no, pero tiene buena pinta. Cuando se le acabe este pienso le compraré y te digo qué tal es.

-Vale, gracias. El otro día fui a H&M y había cosas muy chulas, tienes que ir.

-Pues cuando quieras quedamos y vamos juntos. ¿Conseguiste los zapatos azul marino?

-Sí.

-¿Dónde?

-En el Corte Inglés de Marbella.

Pasamos dos horas hablando, hasta las 19:00h. Yo pedí la cuenta pero Pablo se empeñó en pagar. nos despedimos y quedamos en llamarnos para quedar otro día.

Llovía mucho, él se fue por la izquierda y cogió un taxi,  yo me fui por la derecha.

Queridos AmigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora