Y fueron pasando los días. Pasó un mes desde que nos conocimos. Pasaron las cenas y los paseos por Hyde Parck, los tardes de cine con Gonzalo y las tardes de compras con Ana y Pablo. Y comenzaron las cenas en pareja con Ana y John, y Pablo y Javier cada viernes y mi relación con Gonzalo fue avanzando.
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Me pongo el abrigo, cojo el bolso y salgo de casa, mientras tanto sigo hablando con Ana:
-Entonces, ¿les cojo o no?
-No sé, como quieras. Si te apetece coges un capuccino y así nos damos un homenaje después del trabajo que hemos tenido esta semana. Sabes que te digo, que si, ¡Ve a por ellos! Que nos lo merecemos.
Casi piso un papel que hay en mi felpudo, dejo de escuchar a Ana, que se está viniendo arriba. Esta chica está fatal.
-Espera Ana.
-¿Qué pasa? ¿No estás de acuerdo? Pero si eres tú la que más te has implicado, que has tenido que rechazar a Gonzalo dos días.
Vuelvo a dejar de escucharla y recojo el papel. Leo en voz alta:
-Te recojo a las 20:48, te espero como un princesa. Te amo, Gonzalo.
-Clara, clara. ¿Qué dices? ¿Me estás escuchando?
- Luego nos vemos. Adiós.
Cuelgo rápidamente y llamo de inmediato a Pablo.
-Te necesito.
-¿Dónde, cuándo, por qué? Dice rápido.
-Nos vemos en media hora en mi despacho.
-Perfecto, hasta luego.
-Xao. Cuelgo.
Vuelvo a entrar a casa a coger más dinero, lo voy a necesitar.
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Queridos Amigos
Genç KurguMalos recuerdos, eso es todo lo que la abogada de éxito Clara responde cada vez que alguien la pregunta por qué renuncia al amor. Pero cuando aparezca el verdadero amor de su vida, renunciará a la relación? Quien sabe. Ana y Pablo, sus mejores amigo...
