Capitulo 9

76 18 2
                                    

     Me hallaba en clases de Historia, la profesora estaba dando una explicación del taller que íbamos a tener. Ella es una joven de veinte siete años con un cuerpo espectacular, tiene puesto una blusa roja medio transparente que deja ver debajo un sostén animal print; aparte tiene puesto jean negro y unos tacones de color blanco quienes hacían juego con un collar que cargaba, su pelo es castaño claro, sus labios son finos y a la vez encantadores haciéndola ver aun más joven, tiene unos ojos de color verde oscuro, que al mirarte te provocaba un leve estremecimiento. La profesora comenzó a indicar las parejas que tendríamos para el taller y me toco con Stephany quien estaba en la fila de al lado.

     En ese momento me percate de que Nataly me estaba mirando, pero esta al ver que la descubrí intentando lanzarme un mirada furtiva volteo la cabeza rápidamente, en ese instante logre captar una leve sonrisa de su parte.

—.A veces pienso que la profesora quiere que alguien de nosotros le un poquito de amor—.Ya estaba con Stephany a punto de comenzar el taller.

—.Si eres estúpido—.Sonrió

—.Si soy tan estúpido ¿por qué sonreíste?.

—.Que haya sonreído, no significa que fuera por lo que dijiste—.Respondió, mientras escribía la preguntas del taller en la hoja. No pude evitar que me molestara un poco su respuesta, aun así no puedo hacer nada, ya que ella es así.

—.Lo dice la que tiene tomates en vez de cachetes.

—.Dylan cállate un momento y ayúdame a responder las preguntas—. Al escuchar mi comentario no pudo evitar poner los ojos en blanco para luego seguir escribiendo—.El que calla otorga.

—.¡Hay Dios mío, cállate!—. Dijo esta poniéndose aun más roja, termine dándole un beso en el cachete para luego comenzar con el taller.

     Luego de terminar el taller tenía planeado quedarme en el salón de los espejos porque no tenía muchas ganas de bajar. Estando allí vi a Nataly sentada en una esquina leyendo, esta levanto la cabeza y con la mirada recorrió el salón hasta que nuestras miradas se toparon; puso los ojos en blanco e hizo como si no me hubiera visto, admito que ese gesto me dé dolió un poco. Después que todos bajaron solo quedábamos ella y yo.

—.Por lo que me dijiste...no soy el único hombre que te ha engañado ¿puedo saber que te hicieron los otros?—. A pesar de todo, quiero saber su historia.

—.¿Por qué tanto interés? Déjame sola—.Y siguió leyendo.

—. Mi vida no es perfecta, no tengo papa y mi mama siempre está trabajando. Siempre estoy solo y sin embargo aun sonrió y confió—. Le conté toda mi historia, con eso logre captar su interés porque cerró el libro y me hizo una señal de que me sentara a su lado—Todos tenemos algo que nos hace sufrir, ya sea la ausencia de un familiar, el desprecio que muestran lo demás hacia uno, momentos en que hicimos algo poco agradable, pero cosas como estas, nos hacen quienes somos—.Después de oír mí historia veras que es mejor no hablarme, ponte cómodo

—.Esta bien—. Dije

—.En mi anterior liceo yo tenía un novio, quien fue mi primer amor; como yo aun era muy ingenua e ilusa creí que él me quería solo a mi; no fue así. Ya llevábamos nueve meses cuando él me dijo para "hacerme el amor" confiaba plenamente en él y no había motivos para desconfiar de él o eso creí yo, el me propuso que lo hiciéramos el Día del Padre, ese día íbamos a salir más temprano de lo normal y él me dijo que fuéramos a su casa, que allí era mejor...—.Ella llevaba varios minutos tratando de no llorar, al final no pudo aguantar más.

—.Si no quieres seguir, lo entenderé.

—. Si quiero seguir, necesito quitarme este peso de encima—.Ya había dejado de llorar—. Después de ese día todo cambio. En el liceo me evitaban y yo no sabía nada, no fue hasta un día que por accidente iba pasando por un salón que debía estar vacio, pero no era así, allí estaba él con mi mejor amiga teniendo sexo. Al ver esa escena de ellos, me fui llorando para mi casa, dure tres días sin ir al liceo y cuando volví a ir de nuevo, ella me pregunto porque había faltado a clases, estaba tan molesta con ella, que le di una cachetada y al llamar la atención de todos los que estaba alrededor de nosotras, le dije << ¿Tan cínicas son las zorras de hoy en día? Y por tu cara veo que no entiendes nada, las mujeres no deben andar acostándose con el novio de otras y menos si es el de su mejor amiga, ¿ahora si entendiste? Porque hasta alguien con tu pequeño cerebro, debió entender eso.>>.

Mi Primer AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora