Capitulo 3

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Aiden.

Jayson

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Jayson

- ¿Porque tanto afán por ellos Jayson? - Preguntó mi mejor amigo, aunque ciertamente aveces me fastidia.

- Ya te lo he dicho, me apetecen ambos y tengo mis razones.

- Para que te digo que eso es pecado si no nos interesa a nosotros, además que estamos hechos de ellos.

- Exacto Aiden, así que deja de molestar y vayamos por la alma que nos toca ejecutar ahora.

- Que amargado amigo.

Caminamos hacia las puertas del purgatorio, la verdad es que adoro este trabajo, mi padre escogió un buen lugar para dejarme a cargo de estas almas, me encanta saber y decirles sus pecados y hacer tratos con ellos.

Aunque siempre sirven de almas a los demás demonios.

- Aun sigo pensando en lo que te dije hace rato.

- Joder Aiden, si sigues con eso te dejare adentro del purgatorio.

- Dios mío, que miedo me das - Ironizó y empezó a reír - Sobreviviría a base de almas, ¿recuerdas? Me alimento de los pecados y almas de los mortales.

- Y por eso eres el mejor amigo del hijo de Lucifer - Reí.

- ¿Pues que le queda al hijo pues es su único amigo?

- Puedo hacer mas amigos Aiden, pero el único que me apetece tenerle a un lado eres tu.

- Es lo mas gay que me has dicho en todos los años de amistad - Fingio secarse una lágrima - Aunque ahora mismo debo de estar temiendo por mi culo.

- La verdad, tu culo corre peligro.

- Se gentil cabrón.

Empezamos a reír y abrimos las puertas del purgatorio, escuchamos los siseos de las demás almas y personas que acababan de morir, maldiciendo por lo bajo y rogando por que les perdonaramos sus pecados y pudieran ir al "cielo".

Aiden chasqueo los dedos y una tabla con el nombre y la información del alma que nos tocaba ejecutar apareció en su mano.

El era el encargado de ayudarme a la organización de las ejecuciones mas jugosas, que podían servirnos a mi padre, a Edwin y hasta mi.

- Uy, esto te va a gustar - Ojeo las dos hojas que tenia aquella tabla - El alma que nos toca es la de una albina llamada Eimy Blumer.

- Oh mierda, por mi padre, esto lo he esperado mucho - En verdad que si - Vamos Aiden, me tienes que ayudar en esto.

- Por su puesto.

Aiden camino a la "sala de ejecución" y abrió las puertas, esa sala tomaba la forma de el lugar donde había muerto la persona. Esta vez era una especie de arena de batalla, mientras que los cadáveres de vampiros, licántropos y una que otra bruja estaban tirados por doquier.

Cuando El Cielo Se Caiga (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora