Los rayos del sol se colaban por aquella ventana entre abierta de cierta mansión, las cortinas blancas trataban de detener aquella intromisión por parte del amanecer alemán, bailando al son del viento capturaban aquellos rayos de sol pero sin lograr mucho.
La azabache despertaba gracias al brillo del día el cual se posaba sobre su rostro somnoliento. Se escurría entre sus sabanas hasta librarse de aquel mar blanco de tentación el cual era su lugar de descanso. Deseaba poder estar ahí mucho más tiempo, pero su agenda no se lo permitía.
Con la eficiencia de siempre, la asistente de su padre se presentaba frente su joven ama como todas las mañanas.
-Buenos días Señorita Leonhardt- Saludo la mayor a Birgit, mostrando su respeto inclinándose ligeramente.
-Por dios Hanna, me conoces desde que nací. Prefiero que me llames por mi nombre y lo sabes- Protesto la joven.
-Sabe que su padre no acepta ese tipo de trato hacia su persona-
-Ya hablaremos de eso mas tarde. ¿Qué tienes preparado para mi hoy?- Pregunto la joven mientras entraba a su sala de baño y disponía de asearse. Como era costumbre, Hanna buscaba las prendas que protegerían el cuerpo de su joven Ama durante aquel dia.
-Se sorprenderá de esto, pero hoy no tiene compromisos Señorita Leonhardt-
Sorprendida, Birgit sale de la tina dejando un camino de agua por donde su cuerpo se paseaba. No era normal que no tuviese deberes un día de semana, esto alarmo a la joven.
-¿Hanna qué ocurre? No es normal que mi padre me dé un día libre- Pregunto con preocupación Birgit, el silencio desesperaba todo su ser. Exigiendo una respuesta a la fiel compañera frente a ella.
-Su padre cancelo todos sus compromisos para pasar el día con usted. Incluso cancelo las reuniones que tenía pendiente el día de hoy-
La mayor trataba de apaciguar los temores de la joven cubriendo delicadamente su cuerpo con una toalla, para luego abraza a aquella niña que vio crecer y amaba como su propia hija.
-Todo está bien, tu padre quiere hablar contigo sobre un asunto muy importante es todo, ahora quiero que te vistas y bajes lo más pronto posible. El aguarda por ti Birgit- Tras calmar a su joven Ama le obsequia una sonrisa cálida para finalmente tranquilizarla por completo.
Más tranquila, Birgit se coloca las prendas que su amiga escogió para ella. Un lindo vestido de tirantes de color crema que resaltaba su delicado ser, como era costumbre peino su cabello trenzándolo ligeramente al final. Asegurando de que no fueran visibles los golpes de la batalla anterior sale de su habitación para encontrarse con su padre. Mientras caminaba hasta el salón principal saludo a varios sirvientes que hacían su trabajo en mantener aquella casa en las mejores condiciones posibles, aquel lugar donde guardaban muchos recuerdos maravillosos y tristes de su vida.
Recordando la travesía de los años transcurridos en aquel lugar, la joven llega hasta el lugar indicado por Hanna. El salón principal era iluminado por aquella mañana tan soleada que se colaba por el gran ventanal que se extendía a cada extremo del lugar, sobre el techo de color mármol colgaba una araña de cristal, uno de los tantos artefactos antiguos que su padre compraba para complacer su necesidad de elegancia y estilo en su modo de vivir. Ignorando la elegancia que desprendía el lugar, Birgit busca con la mirada a su padre, el cual estaba a su espera en el comedor donde estaba servido su desayuno. Con una sonrisa, la joven camina hasta su padre.
-Buenos días padre- Saludo la joven al hombre frente a ella.
-Buenos días Hija, siéntate por favor. Quiero que me acompañes a desayunar- Aquel hombre imponente con aire de pocos amigos le dedico una sonrisa a su adorada hija.
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Mal inicio, malos entendidos.
FanfictionYa han pasado cinco años desde la aparición de las Akumas y junto a ellas Hawk Moth. Ladybug junto a Chat Noir defienden a cada ciudadano de cualquier ataque. Pero muy lejos de París hay otra heroína quien ya había acabado con el mal en aquel país...