capitulo 6: El Viaje

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Nicolás ha pasado a la final del torneo de Cósmico, aun no se lo podía creer.

Al día siguiente le llegó un mensaje.

Nicolás Lanister al ser uno de los 5 ganadores a conseguido ir a Japón a participar en la final, el torneo empezará la otra semana pero si usted quiere puede venir mañana mismo y conocer nuestra hermosa ciudad de Tokio lo esperamos con ganas

Att: Harukasi Hatane.

Nicolás aun no lo podía creer, así que sin esperar empezó a empacar sus cosas para el viaje.

-toc-toc

-¿Que quieren? Dice Nicolás

-señor Lanister creo que ya llego la hora de volver a sus estudios. Dice Walk

-¿Estas loco amigo?!. Tengo una gran oportunidad en estos momentos no es hora para estudiar.

-a... ¿sí? Y ¿de que se trata esa gran oportunidad? Pregunta Walk con tono de sarcasmo.

-Acabo de ganar un torneo y me iré a Japón.

-no es por nada pero no puede ir hasta allá.

-¿Qué?! Yo me puedo ir donde me de la gana!

-Lo siento señor pero fueron ordenes de su padre que no lo dejáramos sin supervisión.

-Que va a saber ese viejo si nunca estuvo al pendiente de mi...

-Señor Nicolás tranquilo, es solo por su bien.

-Nicolás se cansó de esa absurda discusión y le cerró la puerta en la cara a walk.

-jajaj ese viejo esta loco si cree que no iré. Pensó Nicolás.

Así que empezó a idear una forma de escapar. Lo primero era conseguir su equipo de mezclas de su cuarto de musica, cogió un muñeco del salón de artes marciales; el cual el nunca utilizaba. Puso cámaras en el corredor hacia su cuarto y por ultimo, interrumpió los circuitos eléctricos de la casa.

Ya tenía todo planeado, su escape seria en la mañana cuando todos estén desayunando.

Toc-toc

Otra vez el estúpido de Walk-pensó Nicolás

-¿Qué es lo que quieres ahora? Dice Nicolás

-Hola señor Nicolás, me enteré de lo que pasó y vengo a ayudarlo. Dice Cristina una de las mucamas de la casa.

-No necesitó ayuda puedo hacerlo solo.

-Puede que sí pero déjeme ayudarlo. No es por nada pero usted no es que salga mucho que digamos, ¿como piensa llegar al aeropuerto?.

A Nicolás se le había olvidado esa parte.

-Mmm vale que mas da. Dice Nicolás con aire de enfado.

-Se lo agradezco por confiar en mi.

-Salimos mañana a primera hora.

-Bueno yo lo estaré esperando en mi auto. dice Cristina

A la mañana siguiente Nicolás puso su plan en marcha y dejó el muñeco frente a la computadora, con su maquina de mezclas inserto algunos de las palabras que el mas dice y se llevó su laptop para tener rastreo de su cuarto.

Entonces Nicolás abre la ventana y salta estaba como a metro y medio del suelo, sale corriendo al estacionamiento y busca el auto de Cristina; era un convertible amarillo.
Estaba al final del estacionamiento así que Nicolás empezó a correr para no ser visto, salta encima de el y se monta en la silla del copiloto.

Cristina se queda viendo a Nicolás.

-¿Qué? Preguntó Nicolás agitado.

-Jajajaja nada solo que es la primera vez que lo veo haciendo algo de ejercicio. dice Cristina con una sonrisa de oreja a oreja.

Nicolás se puso algo avergonzado.

-Puedes arrancar ya por favor. Con un tono bajo

-jajaja por supuesto vamos pues.

Salieron del estacionamiento sin ser visto y se dirigían al aeropuerto.

A mitad de camino Cristina pregunto:

-¿No tienes algo de hambre?

-Claro que no, sigamos quiero llegar rápido al aeropuerto dice Nicolás.

Pero no pudo contener el ruido que hizo su estomago al escuchar la palabra comida.

-Jajajaja veo que tu estomago piensa diferente que tú. Dice Cristina

Nicolás se queda callado un tiempo y luego dice:

-Bueno vamos a comer algo, pero que sea rápido- con tono avergonzado.

Se detuvieron en el primer restaurante que vieron

Se bajaron del auto, entraron al restaurante y se sentaron en la primera mesa que vieron desocupada.

Una muy atractiva chica fue a atenderlos.

-¿Que podemos ofrecerles hoy? Pregunta la camarera.

-Yo quiero unos waffles con mucha miel y un café. Dice Cristina.

-¿Y usted? apuesto joven.

-ehhh... Yo quiero... esto.. Me da un omeled y una soda.

-Listo ya se los traigo.

Después de desayunar volvieron a dirigirse al aeropuerto. Y Nicolás pregunta.

-¿Por qué me estas ayudando?

-jijiji pues usted es un buen joven y nosotras tenemos que procurar que este feliz.

-¿Enserio?... Esto... ¿Cristina usted quiere acompañarme a Japón?

-¿Lo dice enserio señor Lanister?.
Pues me siento muy alagada.

-Vale pues. Entonces déjeme ver si los del torneo me pueden dar un boleto extra.

Nicolás sacó su laptop de la mochila que llevaba y envió un mensaje a la red del torneo.

Le respondieron enseguida y le dieron otro boleto de avión.

-Ya está. Dice Nicolás.

Cristina le sonríe.

Al fin habían llegado al aeropuerto.

Llegaron justo a tiempo para el vuelo.
-Corre Nicolás nos van a dejar-grita mientras se reía Cristina.

Se montaron y el avión empezó a despegar.

-Queridos pasajeros gracias por elegir nuestra aerolínea, este será un viaje de 15 horas-dice el piloto.

Los dos estaban muy cansados así que apenas se acomodaron se durmieron.

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