Everything Could Change (Camren)

Capítulo 24

El desayuno fue mucho más que incómodo. Todos masticaban la comida exageradamente hasta Liam! Seguramente lo hacía para fastidiarme.

Me levanté en el medio del desayuno con la escusa de que necesitaba urgente un baño y, en parte era muy cierto.

Cuando entré a mi "pequeña habitación" a la cual yo llamaba baño, solté todo el aire retenido de hace 5 minutos atrás.

Abrí la cortina de baño para abrir el agua. Me saqué rápidamente toda mi ropa y me adentre en la tina. La ducha dicen que es un buen lugar para pensar, sin duda lo era.

¿Por qué Lolo no se enojó o mostró ira cuándo nos encontró en esa situación? Y por poco me olvido lo más importante, ¿Por qué había decidido tener sexo con Sam? Por lo que yo sabía, él no era más que un amigo. Al igual que Lolo...

Sacudi la cabeza tratando de sacar esos pensamientos inútiles pero fue en vano. Ya cansada, cerré el paso del agua y me envolvi en una toalla morada. Me saqué y me puse la misma ropa. No tenía tiempo que perder.

***

Estaba decidiéndome si tocar el timbre o no. Me encontraba en frente de la casa de Lolo para terminar con mis dudas, no podía soportarlas más ahi adentro de mi cabeza.

Finalmente, le di un golpe suave al botón de al lado de la puerta. Chase se dejó a la vista del sol luego de abrir la puerta.

-Hola-me dijo sin expresar emociones-Lolo no está-lo dijo tan rápidamente que me costó unos largos segundos entenderlo.

-No vine por Lolo-le expliqué-Vine por tu p-me callé y traté de corregirme lo antes posible-Por el novio de tu mamá

-Pasa-abrió la puerta lo suficiente como para que yo pasase y entré a la gigante casa.

-¿Dónde está?-le dije sin rodeos.

-En su despacho-me miró e hizo una seña para que lo siguiera.

Me guió por un ancho pasillo donde las baldosas eran de un color blanco brillante. Amaba estar así, en silencio. Le agradecía internamente a Chase que no me preguntara o comentara nada al respecto. Apenas yo misma sé porque quiero hacer esto.

Se detuvo enfrente a una gran puerte color verde, muy raro. Me dedicó una mirada de advertencia pero lo deje pasar. Me pare en frente a la puerta y toqué dos toques con la mano.

-Pase-no recordaba lo tanto que su voz me daba escalofríos.

Entré lentamente, sentía que me iba a enterar de algo que no voy a querer y lo voy a lamentar. Mientras me acercaba a su escritorio traté de tranquilizarme, tal vez era lo mejor que puedo hacer en este momento.

-Camila-me sonrió de una manera que hizo poner mis pelos de punta. Escalofriante.

-Señor Jauregui-dije cortésmente.

-A qué a venido-me lanzó tan rápidamente que tuve que pensar rápido una respuesta para no dejar que el miedo hable por mi.

-¿Cómo me conoce?

Su cara tomó un color pálido, no se lo esperaba. Sus ojos verdes ahora tenían un color demasiado oscuro para mi gusto. Deberá tener miedo del tema, me convencí a mi misma. O eso intenté.

-¿Por qué quieres hablar sobre eso?-me atacó con otra pregunta, señal de que estaba nervioso.

-Necesito saber eso.

-¿Estas segura?-me dio una mirada escalofriante por lo que crucé mis brazos por encima de mi panza.

-Si, cuénteme-me indicó con su mano que me sentara en frente a él, dio un suspiro. Era el momento.

-Tu madre y yo nos conocimos en la secundaria. Ella me pareció una persona muy humilde y hermosa por lo que comencé a acercarme más y con el tiempo nos hicimos novios-nada de esto tiene sentido.

-No entiendo nada

-Todavía no he terminado-tomó aire y continuó- Como todas las parejas, llega un momento en el que quieres llevarlo a otro nivel-comentó con doble sentido- y lo hicimos-hice una mueca de asco- y luego viniste tu.

La última frase me calló como agua fría. ¿Él era mi padre? No. No podía ser cierto, no.

-¿Cómo?-fue lo único que salió de mi boca.

-Tu eres mi hija pero como era muy inmaduro y no quería un hijo, la abandoné a tu madre. Luego por cosas de la vida, me enteré que tu madre se casó con un hombre, seguramente tu "Papá"-me dio un escalofrío-

-Ahora entiendo todo-susurre para mi misma-Lo lamento pero no quiero mantener una relación familiar contigo, nada más que conocidos.

Me miró confundido pero luego asintió. Como no tenía nada que agregar, salí rápidamente de aquel despacho. Me sentía sola, todos los que me rodeaban me mentían, incluso mi madre.

Pero luego al llegar al pasillo, pensé en Lauren. Seguro lo sabía, por las miradas de odio que le mandaba a su padre cuando estaba conmigo.

Debo hablar con ella.

Urgentemente.

-Lulu