Everything Could Change (Camren)

Capítulo 14

Narra Lolo

En el momento en que nuestros labios se juntaron, sentí algo diferente. Creo que lo diferente era bueno, creo.

Nuestros labios se unían a la perfección, como si fueran hechos a medida y solamente para nosotras. Nos separamos, muy lentamente, y sentí su mirada fija. Era tan tierna y yo una persona totalmente distinta.

- Tengo miedo -susurré procurando que ella solamente lo escuchara-

-¿De qué? -la sonrisa desapareció de su cara y fue remplazada por una mueca-

-De hacerte daño -mis ojos se llenaron de lágrimas-

-No lo harías -dijo muy segura-

Camz, si yo fuera tu no estaría tan segura de eso. No puedo evitarlo, tener miedo no es una sensación agradable. ¿Cómo me metí en este lío? ¿Lolo qué has hecho?

-No sabes lo que dices -las primeras lágrimas escaparon de mis ojos-

-Claro que lo sé -con sus finos dedos, limpió las lágrimas que enseguida fueron reemplazadas por otras nuevas-

-Solo, no puedo evitar tener miedo -apoyé mi cabeza a un lado de su cuello-

-Mírame -me dijo o más me ordenó-

-No lo hagas más difícil -respiré profundo para poder frenar las lágrimas, pero fue en vano-

- Mírame -estaba insistiendo demasiado por lo que la miré- Nadie me va a hacer cambiar mis sentimientos hacia ti, salvo tú

-Tu igual -sonreí entre gotas de mis ojos-

-Por favor, hazme un favor

-¿Cuál?

-Por favor deja de llorar y sonríe, rompes mi corazón -lo último lo dijo con voz graciosa, logró sacarme una sonrisa-

-Esta bien -sonreí pero fui interrumpida por el sonido de mi pansa- ¿Quieres bajar a comer?

-Si tu quieres, yo encantada -me dedicó una sonrisa-

-Vamos -me levanté y tomé su mano- Solo, ignora a mi padre

Salimos de mi cuarto para ir a las escaleras. Desde allí, se podían escuchar voces de personas adultas. Socios de mi padre, pensé rápidamente. Al llegar a la primera planta, fuimos rápidamente hacia la cocina, pasando obviamente por las miradas de desprecio de los presentes.

-¿Qué quieres tomar? -dije enfrente de la heladera-

-Jugo esta bien -por el tono de su voz se notaba que estaba incómoda-

-¿Te pasa algo? -me acerqué a su lado y le entregué su vaso lleno de jugo de naranja-

-Gracias -recibió el vaso- No, nada pero.. -se le apagó la voz-

-¿Quieres contarme? -dije tratando de sonar lo más comprensiva posible-

- Me siento rara estando aca, así. Rodeada de gente como mi padre -se escuchó un sollozo y rápidamente la abracé-

No quería que se sintiera mal por lo que seguí mis impulsos, la besé.

-Lulu