is he pregnant? ➳ Staxxby. (Editando)

Capitulo 4.

Después de tres pruebas, las cuales habían resultado positivamente, me había convencido de que probablemente si estaba embarazado.

Rubén estaba frente a mi, con una camiseta negra pegada al cuerpo, un pantalón que parecía de pijama y su bata blanca.
A su lado había un doctor igual o más joven que yo.

Samuel no quitaba la mirada del otro chico. Tenía ojos achinados y las mejillas regordetas. Tenía una sonrisa igual o más llamativa que la del doctor de ojos verdes; ambos harían mis estudios.

- ¿Así que ya te has hecho cuatro pruebas? - pregunto Guillermo, el amigo de Rubén.

- Si - dije, a la vez que asiento con la cabeza. - Y todas resultaron positivas.

Las pruebas fueron bien, al final de todo me sacaron sólo dos tubos de sangre e hicieron algunas preguntas de rutina.

(......)

{1 semana después...}

En casa con Samuel fue el peor momento del día, jamás me había sentido tan avergonzado e intimidado.

- Ahora hablemos de lo obvio - comenzó Samuel - Cuando una mujer se embaraza es por que alguien insertó su semilla en ella, en tu caso no creo que haya sido el Espíritu Santo.

Mire a Samuel con los ojos abiertos como plato. Era obvio que no había sido el Espíritu Santo, pero si le confesaba a Samuel quien era el padre de esta criatura, mi amigo iría y le cortaría las bolas a Alejandro.

- No estoy listo para decirte quién es ¿Vale? - respondí, intentando convencerlo.

- ¿Es Alex? - pregunto mi amigo.

Me atragante con el pedazo de pescado que estaba comiendo. Samuel se levantó de su asiento y corrió a darme algunos golpes en la espalda.

- ¿Se te piro la pinza? - susurre, recuperándome. - Claro que no es Alex.

Samuel sonrió, ya sabía yo que comenzaría con sus estúpidos chistes. Obviamente que tenía razones para pensar que el padre era Alejandro, Samuel sabía que el era el único hombre con el que yo había tenido sexo.

- Te apoyare de todos modos - pronuncio sonriente - Será como un hijo para mi.

(.....)

Salí de casa de Samuel. Tenía que volver a la mía antes de que se hiciera más de noche y el frío azotara más.
Decidi que caminar me haría bien para mantener la forma, a pesar de que el estómago fuera a crecerme como loco en unos pocos meses.

El frío estaba insoportable, por lo que me amarre la bufanda sobre la cara, tratando de hacer que mis labios entraran en calor.

- ¿Frank? - escuche que preguntaban a mi espalda.

Conocía aquella voz gélida y gruesa. Sin voltear sabía que el dueño de aquella voz era el mismísimo Alejandro.
Sentí que se acercaba a mi, puesto que su cuerpo emanaba un calor que se había vuelto muy familiar para mi. En cuanto me abrazo y me acercó hasta su cuerpo, una sensación de tranquilidad me invadió.

- ¿Que haces con este frío aquí afuera? - pregunto, susurrando en mi oído derecho.

Sus brazos me envolvían fuertemente, como si tuviera miedo a que me fuera a separar de el. Me voltee para quedar cara a cara con el; fue entonces que me di cuenta que llevaba golpes y sangre chorreaba por su cara.