Capitulo 3.

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Había pasado una semana desde que había ido al doctor y me seguía sintiendo igual. Los mareos y náuseas habían disminuido, pero los dolores de espalda, y el sentir que la piel se me estiraba, había aumentado.

- ¿Que coño me está pasando? - grite, después de haber vomitado por tercera vez en el día.

Había pasado un mes desde que Alejandro y yo habíamos "intimado" y eso era por decirlo de manera sutil. Desde ese tiempo que él no iba a la escuela, nadie sabía nada y yo me moría de ganas por verlo.

«Quiero verte, vamos al cine.»- 15:38.

«Sam, sigo igual de jodido.» - 15:39.

Mi amigo siguió insistiendo hasta que acepte; su último mensaje había sido que pasaría por mi en una hora.

Me levanté del sofá, dispuesto a darme una ducha y ponerme presentable para ir al cine.
Samuel estaba cada vez más pegado a mi, en ningún momento me dejaba sólo, ni cuando quería ir a hacer mis necesidades fisiológicas.

Cuando estaba a punto de poner el agua fría para que templara a la caliente, el timbre de casa resonó por todo el lugar.

«Joder.»

Cerré la llave y me envolví en una toalla, pase frente al espejo del baño y me di cuenta que estaba engordando demasiado, a pesar de que lo que comía terminaba en el WC. Llegue a la conclusión de que me apuntaría al gimnasio después.

Abrí la puerta, dispuesto a patear a Samuel y dejarlo afuera esperando hasta que terminara de ducharme, pero no era mi amigo quien estaba parado frente a mi.

Unos ojos cubiertos de maquillaje negro y labios rosados me miraba inquieto.
Alejandro jugueteaba con los dedos de sus manos, enredandolos y desenredandolos.

- ¿Puedo pasar? — pregunto, mientras pasaba su mirada por todo mi torso, el cual había olvidado que estaba desnudo.

- Cla...claro. - lo invite a pasar y cerré la puerta detrás de ambos.

Alejandro vestía un pantalón entubado negro, con unas botas militares y una camisa pegada al cuerpo del mismo color que los pantalones. Encima llevaba una chaqueta, puesto que afuera estaba mal el clima.

Le pedí que me dejara su chaqueta, se la quito y unos brazos blancos como la leche y fuertes se hicieron visibles ante mi.
Colgué la prenda en el perchero y ambos caminamos hasta la sala.

- ¿Pasa algo? - pregunte, tomando asiento a su lado en el sofá.

En algún momento sus labios terminaron devorando los míos, sin que yo me hubiera siquiera enterado.
Fue entonces, cuando solté un gemido, que me di cuenta de tres cosas.

Iba desnudo.

Bravo estaba a punto de tener sexo conmigo por segunda vez.

Tenía ganas de vomitar.

Puse mis manos en su pecho, intentando alejarlo de mi, pero parecía no querer soltar mis labios. Una arcada se hizo presente, empuje a Alejandro con todas mis fuerzas y corrí al baño, para depositar todo lo que había comido y algo de saliva.

- Me hubieras dicho que te daba asco y no venía. — pronuncio Alex detrás de mi.

- Llevo enfermo del estómago todo un mes, no es por que me des asco, en realidad me encantas. — admito, mientras siento mis mejillas arder.

No quiero ser grosero, pero en verdad tengo que ducharme y cambiarme para ir con Samuel.
Le explicó a Alejandro, el cual entiende y se va, no sin antes decirme que volverá esta noche.

is he pregnant? ➳ Staxxby.  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora