Amor sin edad ♥
_ Debo confesar que estaba seguro de que Lily Rose haría algo así – dijo Johnny acercándose a Ivette para hablarle muy cerca al oído.
_ Y por qué no dijiste nada? – preguntó Ivette confundida.
_ Porque yo también planeaba quedarme a solas contigo – dijo él haciendo que Ivette se fastidiara con aquellas palabras.
_ Ya vas a empezar! – replicó Ivette empezando a caminar por aquellas rocas que eran espectadoras de la sonrisa de Johnny al ver a Ivette huir de él.
_ No corras, no voy a morder – dijo Johnny en tono burón caminando detrás de Ivette.
_ Me preocupa mas que intentes besarme a que quieras morderme – dijo ella sin voltear a ver a Johnny.
_ Entonces puedo morderte? – preguntó Johnny fingiendo inocencia.
_ Inténtalo – dijo Ivette frenando para mirarlo fijamente.
_ No me retes – contestó Johnny esbozando una sonrisa en sus labios. Ivette trató de olvidar aquella respuesta y prosiguió el camino en su afán de alcanzar al muchacho para no ir a solas con Johnny.
_ Puedes ir mas lento? – preguntaba Johnny un par de pasos mas atrás de Ivette.
_ No – contestó ella. Johnny sonrió y aceleró el paso alcanzándola tal como él quería – Qué haces? – preguntó ella tratando de soltarse de Johnny que le había sujetado suavemente los brazos.
_ Detenerte para que puedas oírme – contestó él acercándose tentadoramente a Ivette.
_ Pero yo no quiero oírte – contestó ella tratando de soltarse una vez mas en vano.
_ No quieres oír? – preguntó él acercándose aún mas a ella – No quieres saber que te amo? No quieres saber que quisiera estar contigo? Que ya no me importa el que seas menor, el que seas la amiga de mi hija? No quieres saber que lo único que me importa es esto que siento por ti? – preguntó él.
_ Qué estas diciendo? – preguntó Ivette haciéndose la desentendida.
_ No hagas como si no supieras de que hablo – le dijo Johnny – Porque sé que me quieres tanto como yo a ti – dijo él.
_ Y por qué estas tan seguro? – preguntó Ivette.
_ Porque puede que tú estes callada y trates de ignorarme pero, tus ojos dicen todo lo que callas – le dijo él – Pero si dices no quererme, no te preocupes, sabré comprender – agregó Johnny soltando a Ivette, retomando el camino una vez mas pero, esta vez fue Ivette la que aceleró el paso hacia él, dándole media vuelta para así poder saborear sus labios una vez mas.
_ Podemos regresar al hotel? – preguntó Ivette rodeando el cuello de Johnny con sus brazos.
_ Solo si me dices lo que quiero oír – dijo él sonriendo a la vez que colocaba sus suaves manos en la cintura de Ivette.
_ Qué quiere que le diga Señor Depp? – preguntó sarcásticamente Ivette – Que es verdad que lo amo, que estoy locamente enamorada de usted? Eso es lo que quiere oír? – preguntó ella mirando fijamente a Johnny mientras este empezaba a reír para luego besarla una vez mas. No dudaron ni un segundo en regresar por los pasos ya dados, para así terminar llegando a la estación en donde unos quince minutos de espera llegó el tren que había salido dos antes del que ellos tomaron junto a los hijos de Johnny.
Era imposible ya negarse cuanto se querían, tan solo deseaban un momento a solas, sin la mirada de la gente que los observaba confundidos pues ante en su cabeza no podía caber que un hombre de tal edad estuviera con una muchachita en los brazos.
_ Señor Depp, señor Depp – dijo el conserje del hotel tratando de alcanzarlo en las escaleras pues Johnny ya subía a la habitación junto a Ivette.
_ Qué sucede? – preguntó Johnny curioso ante la insistencia del hombre.
_ Le han llamado y dejado infinidad de mensajes – dijo el conserje tratando de retomar el aire que había dejado escapar en su afán de alcanzar a Johnny.