_ Cállate Luisa! – gritó Sabrina observando a la anciana que no sabía que hacer ante tal situación – Por favor, esto es entre el Señor Depp – dijo ella con ironía – y yo – agregó. Era la primera vez en tanto tiempo que se mostraba amable ante Luisa así que prefirió abstenerse en aquella situación, colocándose en el lugar de espectadora al igual que los muchachos que observaban desde la escalera – Y tú? – preguntó Sabrina mirando fijamente a Johnny – No tienes nada que decir? – preguntaba sin escuchar respuesta alguna por parte del actor – Amor – dijo Sabrina acercándose a Johnny para tomar sus manos mientras este la observaba incrédulo, era imposible que su estado de ánimo variara tan abruptamente – Si me dices que era parte de publicidad, te creeré. Solo dilo – decía Sabrina con el tono de voz dulce. Un cambio realmente abrupto. Fue allí donde Johnny notó que algo no andaba bien en aquella hermosa mujer que tenía al frente.
_ Sabrina – dijo Johnny – Esto se terminó – hizo una pausa – Se había terminado desde hacía tiempo – agregó él.
_ Claro que no! – gritó ella – Si es que no hubiese aparecido esa idiota – decía Sabrina refiriéndose a Ivette – Maldita la hora en que llegó!
_ Si vas a hablar de Ivette, prefiero que te evites todos esos comentarios – dijo Johnny defendiendo a Ivette.
_ No puede ser que me cambies por una niña – dijo Sabrina restando importancia a lo dicho por Johnny – Es una niña! Podría ser tu hija! – decía Sabrina enérgicamente en su afán de que Johnny reaccionase.
_ Tú misma lo has dicho – dijo Johnny haciendo una pausa – Podría ser mi hija pero, no lo es – agregó. Tanto Sabrina como él se mantuvieron en silencio luego de estas palabras durante un par de segundos, Johnny esperando quizás a que Sabrina saliera de una vez tanto de su casa como de su vida, Sabrina con la esperanza de que todo fuera una pesadilla de la que estaba ansiosa por despertar.
_ No puedes dejarme! – gritó Sabrina abalanzándose sobre Johnny para abrazarlo una vez mas pero él la detuvo suavemente para no lastimarla – Te amo, por qué me haces esto? – preguntaba Sabrina entre sollozos para poder convencer a Johnny.
_ Deberías tener un poquito mas de dignidad – dijo Lily Rose bajando las escaleras – Es mejor que te retires, no eres bienvenida en esta casa – agregó ella abriendo la puerta mientras Sabrina la miraba de manera altanera, volteó su mirada a Johnny esperando a que la defendiese pero, ya era imposible, lo mejor era que tomara su bolso y se fuera como se lo había pedido Lily Rose – No has escuchado? – preguntó Lily Rose.
_ Claro que sí – contestó Sabrina limpiándose las lágrimas que aún se asomaban a la vez que se dirigía a la puerta luego de haber tomado su bolso – Pero esto no se quedará así, entiendes? – dijo Sabrina en forma amenazante clavando su mirada sobre Johnny – Y dile lo mismo a tu amiguita – agregó volteando su mirada a Lily Rose.
_ Sí, sí – dijo Lily Rose interrumpiéndola – Adiós – y cerró la puerta en las narices de Sabrina –No sientes como el aire mas limpio en esta casa? – le preguntó Lily Rose a Johnny en forma sarcástica pero Johnny no contestó, se sentía mal por Sabrina.
Lily Rose se acercó a él –Estoy feliz por ti – dijo ella abrazando a su padre – Haz hecho lo correcto, eso tenlo por seguro – agregó ella tratando de levantarle el ánimo a Johnny.
_ Dónde está Ivette? – preguntó Johnny – Es extraño que no se haya aparecido en medio de este alboroto – agregó.
_ Está arriba con Jack – dijo Lily Rose guiñándole un ojo a Johnny – Yo iré con Luisa, tengo mucho por contarle del viaje – agregó dirigiéndose a la cocina. Johnny, al encontrarse solo en la sala, atinó por subir a ver como se encontraba Ivette. Al abrir la puerta de su habitación, ella estaba allí, sentada sobre su cama, esperándolo.
_ Cómo te fue? – le preguntó ella acercándose a Johnny que estaba exhausto luego de la discusión con Sabrina.