Cartas Suicidas

{Rabia}

Los días se transformaron en semanas, las semanas en meses, los meses en años.

Han pasado 3 años y aun no he matado a nadie, estos 3 años los he pasado con mi familia y todo normal. Ya ni siquiera tomo en cuenta mis muñecas, las guarde en el ático, con mis hermanas jugamos siempre y he celebrado todos mis cumpleaños. Empece hacer una niña normal, no me atrevo a matar a nadie de mi familia. Estoy mas cerca de mis padres que nunca, jamas les haría daño y hasta siento que todo lo que hice en el pasado es horrible y tengo que olvidar...

Ya tengo nueve años y sigo teniendo esas pesadillas con ese señor, el me dice que no soy real, que soy solo un producto de mi imaginación.
En este momento estoy en mi cama haciendo una carta de disculpas para abi, hoy la iremos a visitar al cementerio, todos los años vamos y todos los años le escribo una carta pidiéndole disculpas, aunque se que ya es demasiado tarde.

                                                                                      (...)

Llegamos de el cementerio, y me fui a mi pieza corriendo, estaba apunto de llorar como siempre después de que vamos al cementerio, aun no lo supero.

Escucho gritos en el salón de abajo, mamá y papá están discutiendo, últimamente siempre están así, mis hermanas me dicen que es normal y que las parejas pelean, pero yo no creo que la forma en la ellos pelean sea normal, se dicen groserías, se gritan y pueden estar así por horas, la verdad creo que se divorciaran, ni siquiera se porque pelean. Ya es tarde así que fui a dormir.

                                                                                     (...)

Eran las 3:am y me despertaron unos gritos, de nuevo de mamá y papá. Decidí bajar esta vez, algo me decía que tenía que hacerlo, así que me puse mis pantuflas y baje las escaleras. Pare en seco de bajarlas cuando vi a mi papá pegando le a mamá. Le pego una cachetada con la que ella callo al suelo y luego la empezó a patear mientras ella solo gritaba de  dolor. En ese momento dejo de ser mi padre y comenzó a ser un completo desconocido.

-Cállate Judit! No querrás que esto le pase a tus hijas ¿no es verdad?- puso una sonrisa cínica y a lo que yo veía como un papá ahora era un monstruo.

-No, no, no,por favor Simon- dijo mi mama en un susurro casi inaudible.

-Mierda Judit! Mírame cuando me hables!- y le pego la ultima patada.

No podía seguir ahí, la rabia palpitaba en mis venas, como se atrevía mi padre a tratar a mi mamá de ese modo y amenazarnos a nosotras. Fui rápidamente a la pieza de Scott, tenia ya 15 años el sabría que hacer.

-Scott.- le susurre lo bastante alto como para que pudiera escucharme- Papá le esta...- hice una pausa- le esta pegando a mama.-abrió los ojos como platos.

-Keila, debió ser una pesadilla ve a dormir.

-Por favor ven!-Esta vez hable mas fuerte.

-Okay...-dijo, lo tome de la mano y lo lleve a las escaleras, pero mamá ya se había ido a su pieza.

-Keila, solo.- lo interrumpí.

-NO, es verdad yo lo vi todo! -la rabia volvía a palpitar  en mis venas, quería salir de algún modo.

-Ve a dormir, solo fue una pesadilla.

Scott me llevo a mi cama y luego se fue. Un rato después la oscuridad empezó a arroparme hacia los sueños.

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Holanda mis holandeses :)
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy y les aviso que desde hoy las cosas se ponen mas interesantes.
La GRAN PREGUNTA: ¿que creen que va a pasar?
Cambio y fuera.