Viviendo en una fraternidad(VCC#1)

Capítulo 9.

PRIMER COMENTARIO AQUÍ

Me desperté por un rayo de Sol que entraba por mi ventana...

Já, esto no es una novela.

Me desperté porque en el despertador estaba sonando una canción que pronto reconocí por ser Just Dance de Lady Gaga. Cuánto tiempo sin escuchar esa canción. Eran las 6:30 de la mañana y me levanté. Me puse unas medias con un pantalón corto de tiro alto y un suéter de color burdeos. Me puse unas zapatillas negras con un poco de plataforma del mismo color y me las até, después me dirigí afuera para bajar a desayunar. No había nadie despierto, miré el móvil y vi que era lunes. ¿Y la gente? Subí de nuevo y me asomé en el cuarto más próximo que tenía, que era el de Dave.

–Dave, ¿qué hacéis dormidos aún?–pregunté.

-¿Alaska?–dijo y miró la hora-. Son todavía las 6:45 de la mañana. Entramos a las 8, no nos vamos a despertar hasta las 7:15. Ahora vete a la cama y duérmete otra vez.

–¡¿A las 7:15?!–pregunté incrédula– ¡¿Y cómo os da tiempo?!–oí como resoplaba y decidí bajar a desayunar.

Me hice unas crepes con Nutella y me las comí como lo gorda que soy. Me dirigí al baño y vi toda mi cara manchada por mi sabrosísimo desayuno. Me lavé la cara, me quité los nudos que tenía en el pelo y me maquillé un poquito. Me pasé el delineador, un poco de máscara y ya. Subí al piso de arriba y ya estaban todos saliendo de sus cuartos vestidos. Ya eran las 7:25, el tiempo se había pasado volando. Me preparé la mochila y cuando terminé eran las 7:35 (ya, sé que soy muy lenta, pero aún no sé cuál libro es cuál). Tendría 10 minutos para hacer lo que quisiera, así que, me senté en el sofá y encendí la televisión mientras veía muchos chicos pasando de un lado a otro.

Cuando al fin pasaron los minutos, nos dirigimos al coche. No vi a Amanda en toda la mañana y eso me extrañó. Salimos de la casa.

–¿En qué coche irás, Alaska?–preguntó Jake sonriéndome pícaramente. Miré los coches y elegí el que había descapotable negro.

–En ese– dije y señalé el auto.

–Muy buena elección– dijo alguien atrás. Supe reconocer su voz, ¿cómo no hacerlo? Sonreí y me dirigí al coche sin echar la vista atrás. Me coloqué las gafas de sol como cual diva que soy, solo que me metí la patilla en el ojo sin querer y me hice daño, obviamente.

Me subí al coche con la mochila mientras me seguía mi acompañante. Me esperaba un viaje largo.

–¡Cuidado, Chris!–grité cuando de repente adelanta a un coche rápidamente.

–Tranquila, pequeña, conmigo estás a salvo–dijo y me miró riéndose.

–¡Mira a la carretera!– grité y dirigió la mirada a donde le dije.

De repente el coche se paró.

–¿Qué ha pasado?– pregunté cuando noté que el aire había dejado de golpearme en la cara.

–Se ha parado– dijo quitándose el cinturón y saliendo del coche. Abrió el capó. Dios mío, se veía extremadamente sexy. Ahora tendría que quitarse la camiseta que se le marcasen todos los músculos y entonces se acercaría a mí y me daría un beso y... Espera, ¿qué estoy diciendo? Claro que no. No va a pasar eso. No quiero que pase eso. O eso creo. ¡No! ¡Claro que no! Mejor voy a echarle una mano a Chris.