PRIMER COMENTARIO AQUÍ
Llegamos al cabo de unos quince minutos.
Era un lago de agua casi cristalina rodeado de árboles enormes. El césped estaba muy bien cuidado y olía a aire fresco.
—Esto es jodidamente precioso, Dave— dije calmando mis pasos mientras observaba el maravilloso paisaje que tenía alrededor mía.
–¿Verdad que sí?— dijo acercándose a mí colocando un brazo por mi hombro.
Sentía cómo me miraba, pero le hice caso omiso y seguí contemplando el paisaje. Él retiró mi cabello de mi cuello y me dio un cauteloso beso. Cerré los ojos por su roce en mi piel.
–¿Vienes al agua?– dijo mirándome a los ojos.
–No me he traído bikini.
–Yo tampoco– dijo encogiéndose de hombros, para, a continuación, sacarse la camiseta y los pantalones, quedándose en bóxers–. ¿Qué esperas?
–¿De verdad crees que me voy a meter en el agua en ropa interior?— sonreí alzando una ceja.
–¿Prefieres ir vestida? Porque si es así, te cogeré y te tiraré junto a mí.
–No te atreves.
–¿Quieres ver cómo sí?– dijo con una sonrisa divertida acercándose a mí, mientras yo me alejaba de él.
¿QUIÉN COÑO PUSO UN MALDITO ÁRBOL DETRÁS DE MÍ?
Justo me quedé entre este y Dave, acorralada.
—Entonces dime, ¿cómo prefieres?— dijo con la ceja alzada mientras sus brazos estaban a los lados de mi cabeza.
Bajó un brazo, acariciándome con sus cortas uñas el mío hasta llegar al final de mi camiseta, con la cual empezó a juguetear. Se empezó a acercar con tentación hacia mí. Y yo no luchaba por apartarme, ni mucho menos. Aunque si lo hubiera hecho meses atrás, estaría segura de que estaba apunto de violarme. Pero ya no. Algo ha cambiado entre él y yo.
—Está bien, lo haré– dije cuando sus labios estaban prácticamente a milímetros de los míos.
—Pues en marcha– dijo separándose de mi.
–No me mires– le dije.
–Ni que fuera la primera vez– rió–. Y espero que tampoco la última– me miró de soslayo con una sonrisa pícara.
Rodé los ojos con una sonrisa y procedí a quitarme la ropa. La dejé doblada en el césped y luego me giré con un poco de vergüenza.
–¿Sabías que eres preciosa?– dijo admirándome mientras yo ponía mis brazos de alguna manera que me taparan un poco el cuerpo. Levanté la mirada, y sonreí sonrojada–¿Te ha ruborizado?– dijo echando una carcajada.
–Estúpido, sabía que no tendría que haberlo hecho– dije recogiendo la ropa del suelo de nuevo.
–Hey– dijo acercándose a mí y cogiéndome de la muñeca para girarme y quedarme cara a cara con él. Cogió un mechón que se me había quedado en el pelo y lo puso detrás de mi oreja–, voy en serio– se acercó a mí oído–. Eres perfecta– me susurró para luego darme un cauteloso labio en mi mejilla.
Sonreí cuando se separó y estuvimos durante unos segundos mirándonos a los ojos.
–Ven, vamos al agua– dijo cogiéndome de la mano. Anduve junto a él hasta llegar a la orilla. Ahí se tiró de cabeza y yo hice lo mismo. Salí afuera en busca de oxígeno mientras colocaba mi pelo hacia atrás.
Pero él no estaba.
–¿Dave?– pregunté asustada–¿Dave? ¿Estás ahí?– seguí cuestionando en un intento de que me escuchara o hiciera una señal de que no me había dejado sola.
De repente algo salió del agua por detrás mía y me abrazó. Grité del susto y me volvieron a hundir en el agua. Al menos tuve tiempo de coger aire.
Empecé a nadar hacia arriba de nuevo una vez que ya me habían soltado. Me giré y vi a Dave detrás de mí con una sonrisa.
–Supuse que serías tú– sonreí aunque realmente durante un momento estuve asustada.
–Ya, claro– dijo rodando los ojos y acercándose a mí. Me volvió a coger de la cintura y yo lo agarré del cuello.
Empezó a besarme y yo le seguí el beso. Sus manos bajaron lentamente por mis caderas hasta llegar a mis muslos, los cuales levantó y los enrolló en su cintura.
Nos separamos por falta aire y nos miramos el uno al otro. Mientras el acariciaba mis piernas, yo hacía lo mismo con su mandíbula.
–¿Alaska?
–Dime.
–Creo que...
–¿Que...?
–Ya sabes.
–No, no sé– realmente no tengo ni idea. Tan solo una pequeña idea en mi cabeza que ni siquiera creo que fuese eso.
–¿Tú me quieres?– preguntó.
–¿A qué viene eso?– pregunté frunciendo levemente el ceño, claramente confundida.
–Contesta.
–Ya te lo dije– contesté.
–No lo recuerdo, ¿podrías repetírmelo?– dijo con una sonrisa.
Así que esas tenemos.
–Claro, sí, te quiero– dije rodando los ojos.
–Pues... yo a ti...
–¿Ajá...?
–A ver, quiero intentarlo, si tú quieres claro.
–¿Intentar el qué?– pregunté torciendo la cabeza, aunque sabía perfectamente a que se refería iba a obligarlo a que lo dijera.
–Ya sabes, si quieres salir conmigo.
–¿Me estás pidiendo una cita?— fruncí el ceño mientras sonreía levemente.
–A ver... salir en plan novios– dijo sacando una mano del agua para rascarse la nuca mientras ponía una mueca.
Le estaba costando más de lo que pensaba.
–No te entiendo, Dave, ¿podrías explicarte un poco mejor, por favor?– dije aumentando mi sonrisa.
–Joder, Alaska, ¿lo estás haciendo a propósito, verdad?– dijo rascándose ahora el cuello.
–¿Hacer a propósito el qué? No sé si tienes claro que para entablar una conversación se tienen que entender tanto el emisor como el receptor– y mi sonrisa, se hacía cada vez más grande.
–A ver...
–Veo.
–Alaska Moore– empezó a decir. En parte doy gracias a mis padres por no ponerme un segundo nombre–. ¿Te gustaría ser mi novia?– preguntó.
–Tendría que pensármelo– dije poniendo cara de pensativa mientras el me miraba sorprendido alzando las cejas–. Es broma, me encantaría ser tu novia– dije y lo besé mientras seguía acariciándole la mandíbula.
N/A: Holaaaa.
Siento la demora, pero os traigo un capítulo bastante largo que me ha encantado escribir. En serio, amo este capítulo, ¿y vosotros? No sé cuántos capítulos le queda a la novela, pero sinceramente, creo que está empezando a llegar a su fin. Gracias por todos los que estuvieron ahí. Pero bueno, esto aún no es una despedida, nos vemos en el próximo capítulo.
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Capítulo dedicado a: JULIAA_WG
En multimedia: Alaska
Besos, tita Ángela.
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Viviendo en una fraternidad(VCC#1)
Fiksi RemajaAlaska y Amanda, hartas de tener que seguir órdenes de sus padres, deciden abandonar la casa a una cualquiera que queda cerca de la universidad de California. Lo que no saben es que en esa casa, vive una fraternidad. ¿Qué podría pasar en una frate...