PRIMER COMENTARIO AQUÍ
Me desperté y me dirigí hacia el baño. Cerré la puerta tras de mí y me puse a mear.
–Mierda...– dije mientras buscaba una compresa. Me la coloqué y bajé al salón. De repente se me antojó helado y ver una película, así que, me dirigí a la cocina y abrí el frigorífico. No encontré ni rastro de helado.
–¿Qué buscas?– preguntaron a mi espalda. Di un saltito y puse mi mano en el corazón. Me giré y vi a Jake.
–Casi me meo encima– dije. Él se carcajeó y se acercó a mí.–. Buscaba helado– respondí.
–Está en el congelador del sótano.
–¿Eh? ¿Qué hace un congelador en el sótano?– pregunté.
Él se limitó a encogerse de hombros y fue hacia el congelador del sótano. Sigo viendo raro que haya un congelador en el sótano. Un congelador en el sótano... ¿Cuántas veces lo dije ya?
–Toma, es de stracciatella– dijo. Abrí la boca y admiré el gran bote que tenía delante de helado. Fui corriendo a la cocina y cogí una cuchara, la más grande que vi.
–¿Quieres ver una película?– le pregunté.
–Vale, ¿cuál?– preguntó.
–Coge una cuchara mientras yo elijo.
Él asintió y yo me fui al armario que tenía debajo la tele para ver qué película cogía. Y de repente la vi. La película que tanto amé, amo y amaré.
–¿Cuál has elegido?– preguntó Jake a mis espaldas.
–Titanic– le dije enseñándosela.
–¡Dios! ¿Porque es tan triste esta película?– dijo Chris, que se había añadido nada más escuchar la música de fondo.
–¡Quiero a un Jack Dawson!– grité en los brazos de Jake.
–Yo soy el que tiene el nombre más parecido– dijo éste subiendo y bajando las cejas.
–¡No, Jack! ¡Tú puedes! ¡No dejes a Rose sola!– gritó esta vez Dave.
–Hey, Josephine, asciende conmigo, vuela, vuela, alto, muy alto– cantó Freddie al son de la película.
–¡Un bote, Jack! ¡Despierta y súbete al maldito bote!– gritó James.
–¡No lo ahogues! ¡Sigue vivo! ¡Yo sé que sigue vivo!– dije llorando.
–Son unas nenazas– dijo Jake.
–¡Cállate!– le gritamos todos a la vez.
Cogí una buena cucharada de helado y la empecé a relamer.
–Que bien chupas la cuchara– dijo Jake en mi oído.
–Estúpido– dije para que solo me oyese él. Se carcajeó y de repente los chicos le miraron.
–¿Te estás riendo de la película?– preguntó Chris.
–Yo.. Me estaba riendo de...– dijo pero le cortaron.
–Oh, vamos. Te estabas riendo de lo que pasaba en la película– gritó Dave.
–Que no, que me estaba riendo de...– empezó a decir de nuevo pero le volvieron a cortar.
–¡Por Jack!– gritó Freddie y se tiraron encima de él. Por suerte rodé como una croqueta sin soltar el helado y caí de culo en el suelo. Me sobé el trasero y me senté de indios. La película ya había acabado, así que decidí mirar como los chicos se "pegaban" mientras seguía comiendo de mi helado.
–¡Ya basta!– dijo Jake–. Me estaba riendo por cómo come Alaska el helado– siguió y de repente me miraron todos. Entonces paré de chupar la cuchara. Todos sonrieron de lado y me miraron con una mirada pícara.
–¡Dejarme en paz!– grité y me fui a mi cuarto para seguir comiendo mi helado.
Llamaron a la puerta y, sin esperar respuesta, entró Dave.
–¿Qué quieres?– le pregunté.
–¿Te acuerdas del trato que teníamos?– preguntó.
Intenté hacer memoria. A ver, un trato con Dave... ¡Ah, sí! ¡Lo de las bromas!
–Lo recuerdo.
–Es obvio que he ganado yo.
–Já. He ganado yo.
–Casi te meas encima cuando pensaste que te tenía que matar.
–Y tú te pusiste muy rojo cuando la chica se iba dejándote con las ganas.
Estuvimos en silencio, enfrentándonos con la mirada.
–Pues que sea un empate– dijo.
–¿Un empate?– pregunté.
–Ajá. Habrá que cumplir ambas.
–De acuerdo– dije.
–Recordemos, si yo perdía no follaba en cuatro semanas, si tu perdías, te podía besar cuando me apeteciera.
–Okay– dije y me acerqué a él para darle un beso pero se echó hacia atrás–. ¡Me has hecho la cobra!– grité.
–Porque aún no quiero el beso– dijo susurrando en mi oído.
–Esta bien– contesté.
Me levanté y me iba a dirigir al baño pero vi que Dave no salía.
–¿Te vas a ir o qué?– pregunté.
–No, estoy bien aquí.
Rodé los ojos y me fui al servicio. Me cambié de compresa y volví a mi cuarto.
–¿Sigues aquí?– le pregunté viendo cómo estaba tumbado en mi cama.
–Tengo que decirte algo– dijo.
–Cuéntame– me acerqué a la cama y me tumbé a su lado.
–Pronto será la bienvenida.
–¿La bienvenida?– pregunté.
–Si. Consiste en que tenemos que elegir a un chico nuevo y meterlo en la fraternidad.
–¿Y...?
–Pues que tiene que pasar una prueba muy importante.
–¿Cuál?– le dije y lo miré con el ceño fruncido.
–Esa persona tiene que follar con alguien de una hermandad.
–Bueno, pero esto es una fraternidad.
–Ya, pero ahora que saben que están aquí y que no son nuestras novias...– dijo y puso el dedo índice y el pulgar en el puente de su nariz, después continuó–. Tiene que hacerlo con una chica de esta casa. Con una de vosotras– dijo mirándome fijamente a los ojos.
N/A: Holaaaaa
Espero que os haya gustado. Lo subí prontito.
¡Por fin estoy de vacaciones!
Ya no estoy malita c:
En multimedia: Titanic (plz, me encanta)
Capítulo dedicado a: FatuPiasterlini
Besos, tita Ángela
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Viviendo en una fraternidad(VCC#1)
Ficção AdolescenteAlaska y Amanda, hartas de tener que seguir órdenes de sus padres, deciden abandonar la casa a una cualquiera que queda cerca de la universidad de California. Lo que no saben es que en esa casa, vive una fraternidad. ¿Qué podría pasar en una frate...