Capítulo 13

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Me desperté entre los brazos de Jayden y cuando miré hacia arriba, me lo encontré mirándome, típica escena de pareja de libro, miré la hora y vi que eran las 11 de la mañana; así que esa escena se acabó cuando le dí en la frente y dije:

-¡¿Por qué no me has despertado?! - me levanté y me puse mis gafas mientras él se reía de mí

-Estabas adorable durmiendo - me giro rápido y levanto una ceja en su dirección; como avisándole de que si dice algo más se queda sin día del padre

-Será mejor que bajemos y desayunemos, quiero ir al cementerio antes de que vengan los demás...

-Está bien, vamos - se levanta de mi cama y sale por la puerta de mi habitación.

Llegamos a la cocina y están todos empezando a desayunar, me siento junto a las chicas y Jayden se va con Cam y mi padre, este último me saluda lanzándome un beso, le devuelvo el gesto y me centro en mis amigas

-Hola Beth - dice Lucy

-¡Hey! - digo - ¿qué tal habéis dormido?- todas me miran con una cara un poco pervertida y yo frunzo el ceño con confusión

-No mejor que tu - dice Amy sonriendo

-No nos dijiste que Jayden y tú se traen algo - dice Kate moviendo arriba y abajo sus cejas 

-¡Qué va! Vino a preguntar que me pasaba nada más - si os lo preguntáis, sí, sí que he tenido pesadillas; no tan fuertes como para despertarme en mitad de la noche como las otras veces, esta ha sido algo extraña, estaba con él y hablábamos pero hablábamos sobre su accidente, sobre cómo había ocurrido, pero era como si él en realidad no estuviese ahí, era como si le hablase a la nada, como si estuviese loca... 

-Ya... eso es lo que nos cuentas tú - dice Lucy

-Bueno, dejemos mi tema - cojo una tostada que hay en la mesa y mientras la mordisqueo sigo hablando - ¿y tú que tal con Cam? - arruga el ceño y las chicas ríen, yo observo  atenta y Lucy suelta un suspiro algo lento

-Nada, no creo que pueda pasar algo; somos incompatibles - dice seria

-Lo que pasa es que la muy perra no quiere que le rompan el corazón - dice Amy con simpleza; Kate y yo nos empezamos a reír como locas y Lucy pone una expresión de horror

-No digas eso, a ver si el padre de Beth nos va a decir algo y no nos va a volver a invitar - dice Lucy sonrojándose 

-¿El qué? ¿Lo de perra? Es que a ver... no me digas que un poco lo eres... además, Jordan me ha cogido cariño - dice Amy encogiéndose de hombros - chica, que tenga que pasar lo que sea, pero no te hagas mierda como el pobre chico, no queremos verte así, ¿o sí? - nos mira a Kate y a mí y nosotras negamos

-Chicas, me voy a cambiar, voy a ir a un lado, luego nos vemos - me levanto de la silla en la que estaba y le doy un beso en la mejilla a cada una. Voy donde está mi padre y le doy un beso en la mejilla, se gira y me sonríe

-¿Ya te has olvidado del ritual de iniciación? - digo divertida

-Que va - pone los ojos en blanco - estoy esperando a que se confíen- dice en un pequeño susurro

-Me voy al... cementerio - digo rascándome la nuca nerviosa. Mi padre asiente un poco serio pero luego me sonríe; salgo de la cocina y me subo a cambiar.

Llego a mi habitación y abro el armario; cojo un vestido negro, ajustado arriba y suelto abajo, simple, además es de tirantes por el calor. De entre todos mis zapatos, cojo unos que al parecer ha comprado mi padre ya que llevan la etiqueta aún; son unas sandalias plateadas con una gran suela blanca, las acomodo en mis pies y entro al cuarto de baño de la habitación, me lavo la cara, los dientes y enchufo las planchas para que éstas se calienten mientras me maquillo un poco. Aplico base, un poco de polvos, me echo rímel y brillo en los labios, me coloco las lentillas y cojo las planchas que ya están listas. Primero plancho mi corto pelo y después hago unas cuantos rizos en él, haciéndolo ver como si estuviese hondulado. Salgo del baño después de haber desenchufado las planchas y cojo mi móvil que está encima de mi cama. Bajo y en la puerta me espera Jayden vestido simple pero un poco elegante; lleva una camisa blanca, unos vaqueros ajustados y unas converse negras, está mirando algo en su móvil mientras frunce el ceño; me acerco por detrás y le pellizco en la espalda, grita como nena y se gira con furia pero cuando me ve su ceño y su furia cambian a un gesto más relajado y a una mirada entre dulce y seria.

Una vida sin élDonde viven las historias. Descúbrelo ahora