Capitulo 25: Las cosas van a cambiar.

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+++Víctor+++

Estando ahora delante de estos mandamases me replanteaba seriamente si había sido buena idea haber venido aquí para hablar con ellos. Luego me acordé de Danny y de la pequeña Ángela y me terminé de convencer de que si estaba haciendo lo correcto.

Suspiré y mire al frente enfrentándome a los arcángeles. Me miraban aguantándose la risa, parecían serios pero en el fondo se que se estaban descojonando en mi cara. Total no era la primera vez que les veía hacerlo, al igual que tampoco es la primera vez que venía a suplicarles por algo muy a mi pesar.

-Entonces..-dijo Andrew- ¿Quieres que traigamos de vuelta a la tierra a Raquel para que esté con Danny y con la mocosa esa?

-Se llama Ángela, gilipollas-dije cabreado-Y si, sordo de mierda es lo que te acabo de pedir

-Un respeto-dijo uno de los arcángeles-¿Acaso no te das cuenta que estás perdiendo aquí el tiempo? No te hicimos caso en tu momento, ¿Por qué ahora iba a ser diferente?

-Porque las cosas han cambiado, porque nos cargamos a los caídos que querían destruir el mundo por vosotros. Porque tanto Danny como yo hemos sacrificado muchas cosas por vosotros a cambio de nada. Porque en definitiva nos lo debéis

-No os debemos nada!-contestó serio Andrew-Os dimos una buena oportunidad al dejaros a la hija de Danny, no damos más oportunidades y lo sabes! Ahora lárgate de este maldito palacio antes de que te reduzca a cenizas-dijo con desprecio lo cual me enfureció haciendo que saltara contra del para arrearle una buena paliza. Antes de que pudiera tocarle un pelo ya estaba reducido por dos guardias y siendo dirigido a los calabozos. Le mande una nota a Danny, que espero que el haya recibido y estuve esperando en la oscuridad de la celda hasta que el llegara.

-Diablos, si que te has tardado, Andrew-dije mirándole de reojo pararse en la entrada de la celda

-Cállate. Ni siquiera sé porque estoy aquí.

-Se llama remordimientos de conciencia, cretino.-dije irónico-Además que pronto desechas nuestra antigua amistad

-Tú deberías tenerlos, no yo.-escupió con asco, me levanté y me puse enfrente suyo-Todo fue culpa tuya

-¡Hice todo lo que pude por salvarla!-grite contra su cara-¡Tú lo sabes! Y Danny igual, te roge, estuve rogándote una semana

-No podía hacer nada, nunca lo entendiste-gruño-¡Era mi jodida hermana pequeña! Estar en el consejo implica separar tu familia y amigos por el bien del mundo de los ángeles. Tu lo sabías también como yo que no podíamos hacer nada.

-Siempre se puede hacer algo, Andrew. Siempre se puede

-No puedo traerla de vuelta, Víctor.-dice sincero por primera vez en mucho tiempo-Es el castigo de Danny, fue expulsado del cielo por ella, y ahora ella murió y no puedo hacer nada.

-La muerte de Raquel no fue culpa de Danny, fueron los caídos. Les vencimos por vosotros

-Lo sé. Y créeme que devolveros a los dos a Ángela ya supuso una grave disputa entre todo el consejo. Pensamos que no habría más castigo que ver a Danny sufrir viendo como su hija se va pareciendo a su chica y además crece sin una madre.

-¿Por qué le dijisteis a David que su prima había sido secuestrada?-dije suspirando mientras estaba dándole vueltas a la cabeza.

-El castigo es contra Danny, no contra los humanos. Tenemos corazón.

-No lo parece-dije con asco-Se que yo la perdí para siempre, pero Danny ha cambiado. Las cosas han cambiado y si no es así van a cambiar dentro de poco. Todos lo sabéis. Solo te estoy rogando por mi amigo, que la devuelvas a Raquel.

-No te prometo nada-dijo dándose la vuelta mientras le hacía muchas preguntas, ¿acaso eso era un si?-Dime una cosa Víctor. ¿Danny se siente culpable por la muerte de Raquel?

-Todos los días desde que se levanta por la mañana

-Entonces ten en mente esto: "El mayor castigo para un culpable es que nunca será absuelto por su memoria"

Y simplemente se marcho. Y me dejo allí sin saber que decir ni que hacer. Recapacitando mentalmente todo lo que me había dicho. Pensando si en verdad había conseguido algo o volvería a casa con las manos vacías.

+++Danny+++

Siete de la mañana. Esa era la hora clave. La hora en la que mi pequeña se despertaba para comer. Siempre a la misma hora, gracias a dios no tenía ningún problema en madrugar.

Como cada mañana seguí la misma rutina, bañarla, cambiarla y darla el desayuno. Después me la llevaba a mi habitación acomodaba los cojines y la sentaba ahí apoyada entre los almohadones y cojines para que no se cayera de lado puesto que aun no era capaz de mantenerse recta por ella misma. Mientras vigilaba a mi pequeña por el espejo de mi vestidor me vestí con un chándal normal y la cogí en brazos haciéndola pedorretas para irnos a dar nuestro paseo matutino a las ocho de la mañana.

La monté en su cochecito y la di su muñeco favorito, el de un conejo que le regalo Víctor. Íbamos a salir por la puerta cuando nada más abrir vi a Víctor el cual iba a meter la llave en la cerradura.

-Víctor!-dije alegre y mi pequeña soltó un pequeño gritito alegre. Sip aun no hablaba pero hacia ruiditos de los mas graciosos

-Siempre se me olvida que madrugáis tanto-ríe y después de dar un sonoro beso a Ángela y abrazarme a mi modo de saludo volvimos a entrar en casa.

Fuimos hasta la cocina y senté a Ángela en su trona la cual estaba la mar de contenta de volver a ver a su tito Víctor.

-¿Así que mi pequeña sobrinita ha estado malucha un día y no he estado aquí para cuidarla?-dijo con voz burlona a Ángela después de que yo le había contado lo que paso cuando Ángela tubo ese cólico de gases.

-Si, pero gracias a dios está bien ahora así que solo fue un pequeño susto.

-Y tan susto, creo que te han salido un par de canas y todo-bromea a lo que yo le pego un codazo antes de que el empiece a contarme todo lo que ha pasado con los arcángeles. Cuando terminó me quede la mar de pensativo.

- El mayor castigo para un culpable es que nunca será absuelto por su memoria-dije pensativo-¿Qué cojones quieren decir con eso?-pregunte a nadie en particular.

-No lo sé, la verdad es que no lo sé. Pero espérate cualquier cosa, al menos Andrew dijo que haría todo lo posible que es más de lo que hemos conseguido otras veces-asentí varias veces dándole la razón cuando llamaron a la puerta. Me levante tranquilamente mientras Víctor jugaba a hacer el avión con Ángela la cual reía a carcajadas.

Me acerqué a la puerta y la abrí. Y juro que en ese momento el mundo dejo de girar. El tiempo se paro y mi corazón volvió a latir tanto como antes.

-Hola-dijo aquella chica con una sonrisa tímida

-¿Danny quien ha llama... oh diablos-dijo Víctor a mis espaldas sin terminar la primera fase y acercándose hasta estar casi a mi altura. Aun no había respondido no podía decir casi nada solo una palabra estaba en mi garganta dispuesta a salir.

-Ra... Raquel-susurre.


Angel de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora