Angel de la noche

Cap 22.: Buscando respuestas

+++Víctor+++

Nada de lo que había ocurrido en menos de 24 horas tenía lógica alguna. Danny y yo sabíamos que Raquel estaba con los arcángeles, eso era lo único seguro que teníamos. Lo que no sabíamos era que habían jugado con nosotros.

Una cosa era decirnos, mediante indirectas muy directas, que Raquel seguía viva allá arriba. Y otra muy diferente era jugar con las esperanzas e ilusiones de sus familiares y amigos, como en el caso de David. Cuando he oído lo que le ha contado a Danny, me han entrado unas ganas terribles de asesinar a alguien sinceramente.

Esto tenía que aclararse de algún modo. ¿Por qué Andrew tuvo que hacerse pasar por inquilino de alquiler en este piso cuando rara vez hemos estado Danny y yo fuera de él? No tiene ni sentido ni explicación.

Si tan solo David supiera toda la verdad, se desmoronaría como lo hizo Danny. Pero eso es el pasado, y aunque no se debe olvidar por lo que pasamos, porque cada error o piedra en el camino nos hace ser más fuertes en el presente, tenemos que fijar un nuevo objetivo. De nada sirve ya lamentarse porque Raquel no está, ahora está Ángela con nosotros. Eso es un indicador de que Raquel está viva, o eso es lo que creemos.

En cuanto David se fuera del piso, más animado de cómo llego. Me iré. Volveré a buscar a los arcángeles. Les pediré una buena explicación, al menos a Andrew. No espero conseguir nada, mi relación con ellos es más bien nula. Y más desde que paso aquello. Aquella etapa oscura de mi vida, donde la única ayuda que tuve fue la opción de desaparecer del mundo. Pero gracias a Danny sobreviví a todo lo que pase, por eso se lo debo. Le debo todo, y por eso haré que el recupere la felicidad que yo no pude tener.

+++Danny+++

Pasé el resto de la tarde junto a David y Ángela. Esta reía con cada tontería que le hacia su tío. Me encantaba verla feliz. Mi felicidad venia de la suya propia. Cada vez que lloraba por cualquier cosa una pequeña parte de mi se rompía. En cierta forma ver llorar o reír a Ángela me recordaba mucho a Raquel, hacían los mismo gestos. Era como tenerla a mi lado, otra vez.

-Gracias por dejarme verla, Danny. –dijo David, después de despedirse de su sobrina. La cual estaba en mis brazos haciendo ruiditos raros

-No las merece David. Al fin y al cabo, es tus sobrina. –dije sonriéndole con sinceridad. Me alegraba que estuviera mejor de cómo había venido.

-Sí, sobrina. Aun me cuesta asimilarlo. –dijo riéndose mientras se frotaba la nuca en un gesto nervioso.

-Si a ti te cuesta, imagínate a mí que soy su padre

-Tienes razón. Supongo que con el tiempo nos acostumbraremos.-dijo sonriendo, pero detrás de su sonrisa se ocultaba la tristeza, porque también se refería a acostumbrarnos a que Raquel no estará con nosotros.

-Es tiempo de levantar cabeza, David. Aunque sea un poco. Hemos vivido demasiadas desgracias durante estos meses, ahora con la llegada de la renacuaja es tiempo de disfrutar y de vivir, teniéndola siempre presente en nuestra mente.

-Ya, lo se Danny. Tienes razón, pero era como mi hermana pequeña que nunca tuve. No hay día en el que no me acuerde de ella.-dijo con la mirada sombría