** Rumanía, cena **
—Sé que me dirás muchas cosas Mark, pero yo no era así, fuiste todo un galán, alguien con quien deseaba estar, lo de las 10 citas, en ese momento tenían sentido, fue bueno hacerlo así, te extrañé lo suficiente y me enseñaste lo que debía, pero no sé todavía porque caí tan fácil contigo —Claire estaba tomando champagne y jugando con su copa, Mark había regresado de dar su discurso—. Ahora veo que fue porque eras un gran hablador, tenías y tienes facilidad de palabra, algo que me sigue encantando.
—Yo estoy como tú, aunque después de la cena, la realidad es que no supe de mí mismo, estaba deseando poder besarte, y que desearás que yo lo hiciera. Pero me diste más de lo que esperaba y no podía dejarte ir. Luego de esa noche creo que me obsesioné contigo, yo te lo dije, me enamoré de to desde el primer momento en el que te vi, una mujer tan independiente e inteligente como tú no enamorarme, pero también vi que necesitabas algo que yo podía darte, y eso era amor sin razón, por solo quererte y no esperar a que algo formal sucediera entre nosotros, quería que todas y cada una de esas citas salieran bien, que las disfrutaras, y que fuera tú decisión lo que sucediera con nosotros.
—Lo supe, supuse tu teoría y me dio confianza pero miedo, esa noche llegué a mi departamento pensando en lo que había sucedido y cómo fue que lo permití, carajo, eras mi jefe indirecto, pero jefe, y yo dejé que una maldita pasión fugaz me ganara, pero luego, al siguiente día todo cambio, me demostraste que te importaba, que estabas dispuesto a hacerme disfrutar de muchas maneras esas 10 citas, y creo que me dejé fluir y fuiste el culpable, me sentía bien a tu lado.
—Y yo al tuyo, aunque en realidad fue hasta la tercera cita fue la que empezamos a planear, disfrute de las primeras 2.
—Claro, el sexo fue genial, aunque solo 1 orgasmo de por medio.
—No quería abusar de mi suerte —sonrieron ambos—. Para serte sincero, ni siquiera quería que te fueras, pero al siguiente día me di cuenta de que no iba a ser así.
*Nueva York, un año antes*
Claire estaba en su oficina con las personas que había contratado la noche anterior, eran algunos curadores, restauradores e historiadores, además de las personas para mover y trasladar las piezas. Estaba dando instrucciones ya que ellos se llevarían la mitad de las galerías para acomodar y darles nueva vida.
—El diseño está en sus tabletas, cualquier duda o pregunta, directamente conmigo por favor, estaré auxiliándoles. Otro punto es que yo me llevaré una parte en específico de la sala, esa les pido de favor que no muevan lo ya pautado y hagan lo que les pido. Sus horas de comida y descanso son algo que ustedes acordarán y espero me las digan en las siguientes 3 horas. Es momento de trabajar muchachos, manos a la obra.
—Si, Señora, no tenga cuidado, así se hará.
—Gracias, que tengan buen día de trabajo entonces.
Claire regresó a su oficina a terminar con parte del trabajo maquetado y llamadas a las últimas personas que necesitaba e iba a requerir. Después de algunas horas, ella estaba en una llamada cuando Mark apareció por su puerta, haciéndole una señal a su reloj. Pasaban de las 2 de la tarde. Su hora de comida. Ella le pidió 2 minutos y volteó su silla para seguir hablando mientras el se sentó cerca de su escritorio.
—Mañana a las 9 será perfecto. Gracias Patrick, ahí te veo. Ciao.
Mark la miró fijamente.
—¿Pasa algo director? —dijo ella un poco coqueta.
—Sí, sucede que olvidó algo.
—¿Ah sí? ¿Qué olvidé?
—La hora de la comida, pero si me acompaña, puedo remediarlo.
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Pasión Fugaz | | Completa | |
RomanceMark dejó de correr por el mundo para obtener respuestas y esperó a que la vida le ayudara a encontrarlas. Claire vivió y río plenamente cuando descubrió que podía hacerlo con alguien y que no iba a dejar de ser quien era, además, que la hacía mejor...