Capítulo 2

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En medio de la misa, me piden que pase a decir unas palabras. No tengo idea de que decir.
- Umm, hola. Pues no venía preparada—se escucharon unas risas—Como todos, o al menos la mayoría sabe, Gustavo y yo éramos muy unidos, era como mi hermano, mi mejor amigo... Fue muy importante para mi, y para todos. Era una gran persona, siempre alegre, con una risa contagiosa—las lágrimas comienzan a recorrer mis mejillas—disculpen, es sólo que lo extraño, él no merecía esto, nadie lo merece, pero en este preciso momento creo que él, específicamente, no lo merecía.  Gracias.
Al bajar, todos me miran, algunos con lástima y otros con tristeza, con compasión. Que horror, incluso Aaron me ve, pero su mirada era...distinta. No era de lástima o compasión, era una mirada con ¿orgullo? Jamás lo sabré y será mejor así.
Terminó la misa y la merienda en casa de mis tíos esta bien, Aaron intenta descifrar mi mirada, pero lo ignoro y continuo mi charla con Harriet.
- Entonces ¿conseguiste el trabajo?—pregunto.
- ‪Pues algo así, estoy a prueba un mes—dice Harriet con un gruñido.
- Eso esta...¿bien?—suelto una risa nerviosa.
- Pues... Si y no, haha. Me gusta el trabajo pero un mes sin sueldo se me hace algo pesado.
- Ya, te irá bien.
Al cabo de una hora decido irme, pero mis padres estaban platicando a gusto, y por desgracia, Harriet no llevaba su auto. Llamo un taxi y salgo al porche a esperarlo. Alguien se sienta junto a mi, era Aaron. La luz de la luna le daba un aspecto aún mas lindo. Dios mío que guapo es.
- Hola Vicky.
- Victoria, mi nombre es-—pero me interrumpe antes de que termine.
- Lo sé, me gusta tu nombre, pero creí que te gustaba que te llamarán Vicky.
- Pues no, de hecho lo odio.
- Discúlpame, yo no sabia.
- Ah, no importa–intento sonreír de manera que se viera creíble, pero no funciona y Aaron lo nota.
- Puedo saber ¿por qué?
- ¿Porque qué?
- ¿Por qué estas tan molesta conmigo? ¿Acaso te hice algo?
- Deberías saber que hiciste.
- Pues perdóname, pero no lo se.
Volteo a ver si mi taxi esta cerca, pero no llega. Aaron nota que estoy distraída. 
- ¿A quién buscas?—dice en tono de decepción.
- Espero un taxi.
- ¿Ya te vas? Es muy tarde para ir en taxi. Si me lo permites, yo te llevo.
- Gracias, pero no. ¿Y tu novia?—digo sin pensar.
- Ah, ¿Sofia? No lo se, esta molesta, creo... ¿Por qué preguntas?
Siento que me sonrojo, los nervios recorren mi cuerpo, ¿por qué demonios le pregunte eso?
- Curiosidad... Bueno, como te ofreciste a llevarme, recordé que tienes novia y pues me preguntaba si no le molestaría que me llevarás. Porque, como sabes, me odia—suelto una risa más escandalosa de lo que quería.
- Ya, haha. Descuida no creo que se moleste. Entonces, ¿te llevo?
- Mmmmm, esta bien.
¿Que estaba haciendo? Me deje llevar por su ternura, pero la verdad es que el asesinó a mi primo, ¿qué me hacía creer que no me asesinaría a mi? Los nervios recorren mi cuerpo, mis músculos se tensan, aprieto la mandíbula lo más que puedo, desgraciadamente, él lo ha notado.
- ¡Hey! ¿Está todo bien?—dice preocupado.
- Amm.... Si, ¿por qué?
- Te veo tensa. ¿Quieres escuchar música?
- Esta bien.
Sube el volumen del estéreo y quedo sorprendida al escuchar la canción. "Better Off Dead-Sleeping With Sirens". No puedo evitar mi reacción de sorpresa. Bajo un poco el volumen del estéreo y él me volteo a ver.
- ¿Acaso te gusta esa canción?—pregunto
- Si, ¿a ti no?
- ¡Claro! Es una de mis favoritas.
- Alucinante, y ahora que lo pienso, me recuerda a ti.
- ¿A mi? ¿Por qué?
- Sólo escucha la letra, ciertas frases me hacen pensar en ti y en lo mucho que odias vivir.
Su comentario me hiere, más de lo que debería.
- Y dime ¿por qué el líder del equipo de rugby escucha música algo pesada y deprimente? Digo, eres el chico más popular, el mas guapo, con las mejores calificaciones, beca completa para la mejor Universidad, tu novia es linda, tu vida es perfecta. ¿Por qué escuchas ese tipo de música?
Veo que baja la mirada y hace una mueca.
-  ¿Vida perfecta? Como no, sería perfecta si fuera feliz viviéndola, pero no lo soy—los ojos se le llenan de lágrimas. Parece que va a caer en llanto—Creí que tú me entenderías, pero parece que me equivoque.
Carajo Victoria, ¡¿por qué diantres no puedes mantener la boca cerrada?!
-Yo...—no sé que decir. Suspiro y cierro los ojos—Lo lamento, no sabía. De verdad no era mi intención hablar así.
Por algún motivo comienzo a llorar, ¿por qué estoy llorando? No debería sentir lástima por él, de hecho no debería sentir absolutamente nada por él mas que odio.
- Hey, descuida—dice mientras esboza una sonrisa dulce—Fue mi culpa, yo no debí decir que odias vivir.
- Pero si no te equivocaste en lo absoluto...
- No digas eso, no sería lo mismo sin ti.
- Claro, tienes razón. Sería distinta, sería tan..... Bella—suspiro— Gracias Aaron.
- No, yo no me refería a eso—dice en un tono serio—Yo digo que sin ti, mi vida no sería como lo es ahorita, o la de Harriet, o la de tus padres. ¿Entiendes a que me refiero?
- Si, entiendo perfectamente. Sabes, soy estúpida pero no tanto—digo malhumorada.
Decide guardar silencio e ignorar mi comentario.

Mi nombre es VictoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora