Al terminar las clases salgo del salón lo más rápido posible para que Aaron no me alcance e intente ser amable conmigo, quisiera saber en que piensa.
- Oye, chica Black-me dice una voz que no conozco.
- ¿Es a mi?- digo confundida mientras volteo.
- Si rarita, ven.
- Am, hola... ¿Nos conocemos?
- Obvio, soy Randy- hago una mueca y él continua-Soy tu vecino, solíamos ir a pedir dulces en Halloween.
- Ah, Randy, Randy Forester ¿no?
- Aja, ¿acaso no me reconociste?
- No, un año te hizo cambiar. ¿Cómo fue que me llamaste? ¿Chica Black?
- Hahaha, si
- ¿Por qué?
- ¿No recuerdas? Siempre que veíamos Harry Potter decías que Sirius Black iba a ser tu esposo, hahaha, y te llamaste a tu misma " Victoria de Black"- comienza a reírse y el recuerdo viene a mi mente.
- Ah, claro, haha. ¡Jamás lo comentes!- le lanzo una mirada asesina y me marcho- ¡Jamás!
- Ok, bye.
Camino hacia la salida del colegio y veo que Sofia esta ahí.
- Te está esperando- dice mi conciencia-Te destruirá por quitarle a Aaron.
- Un segundo, yo no le quite a Aaron, él la dejo. No tengo que preocuparme de nada.
Esta vez yo tengo la razón, o al menos la mitad de esta. Parece que Sofia si espera a alguien pero no es seguro que sea a mi.
Desgraciadamente tengo razón, no me busca a mi, busca a alguien a quien pueda usar sin que se de cuenta; a Harriet.
Cuando por fin lo encuentra sus alardeos aturden mis oídos.
- Harriet cariño, ¿recuerdas lo bien que la pasábamos juntos?
- Aja...
- Todas las veces que reíamos.
- ¿Si?
- Lo mucho que nos divertíamos.
- ¿A dónde quieres llegar con esto?
- Ay bobito, pues que te extraño, y sé que tu también a mi- baja la mirada y finge estar triste- ¿No te gustaría revivir esos momentos conmigo?
- Em... Gracias, pero no gracias- le guiña un ojo y se va.
- ¡No puede ser! ¡Te vas a arrepentir Harriet!
- Como digas.
- Esa estuvo cerca. Deberías cuidarlo mejor- dice mi conciencia.
- Ash, no soy nadie para andarlo cuidando. Además no me gusta, ¿o si?
¡Dios! Esto no puede estar pasando, creo que estoy sintiendo cosas por Harriet. No, no, no.
- Y ¿por qué no? Lo conoces de toda la vida, esta buenísimo, te volverías popular. Es sólo cuestión de que lo aceptes.
Puede que mi conciencia tenga razón, pero vamos, no estoy enamorada de Harriet, estoy ciento por ciento segura de que estoy enamorada de Aaron a pesar de todo lo que ha hecho para destruirme.Dejo a un lado mis pensamientos y sigo caminando, accidentalmente choco con alguien y todos los libros caen al suelo, para mi fortuna choque con Sofia.
- ¡Fíjate por donde caminas!
- Sofia sabía que tu ego era grande pero no tan grande como para necesitar un pasillo para ti misma y así pasar sin chocar con alguien.
- ¡Mas vale que te disculpes!
- Deberías ir a un doctor, porque no soy especialista ni nada, pero mi diagnóstico sería que tienes una enfermedad muy grave llamada "creerse importante".
- Ay cariño, tus insultos se me resbalan como jabón.
- Pues no es lo único que se te resbala- digo en un intento de susurro.
- ¡¿Qué?!
- Nada- sonrío- Ahora, si no te importa, me voy.
Me levantó rápidamente, tomo mis libros, doy media vuelta y me marcho. Sofia esta boquiabierta. Mis respuestas me sorprenden así que llamo a Harriet y le cuento lo sucedido.
- Asombroso nena, yo la batee hoy, haha. Eso y más se merece.
- Hahaha, dimelo a mi.
- ¿Te estas riendo? ¿Y ese milagro? ¿Quién eres y que le hiciste a mi Vicky?- dice con tono burlón.
- Primera; si, me estoy riendo. Siempre me río. Segunda soy la misma de siempre y tercera ¡Mi nombre es Victoria!
- Y ahí esta nuestra amargada favorita. Hahaha
- Hahaha, que gracioso.
- Vamos, sabes que es broma.
- Púdrete.
- Te amo.
- ¡¿Qué?!
- Hahahahahaha, también es broma, me hubiera gustado haber visto tu expresión.
- Ay idiota, hahaha. Me tengo que ir, nos vemos mañana. Ciao.
- Adiós nena.
Vaya, eso fue bastante extraño, creo que Harriet se volvió loco.
- Le gustas, acéptalo. Vamos yo sé que sientes algo por él, pero lo evades, tarde o temprano te darás cuenta de la verdad.
- ¿Por qué mi conciencia me tortura tanto?
- Porque estas loca- dice una voz masculina que esta detrás de mi.
- ¿Disculpa?
- Eres linda cuando estas confundida.
Carajo, es Aaron.
- ¿Acaso estas siguiéndome?
- Mmmm, no. Pasaba por aquí, te vi y escuche cuando hablabas sola. Hahaha- sonríe de una manera tan perfecta que dan ganas de comértelo.
- Ah- me ruborizo un poco y continuo- Bueno pues me tengo que ir. Adiós.
- No.
- ¿No?
- Si, no...te...vayas- sonríe dulcemente y se me para el corazón.
- Yo...no...- pero me interrumpe besando mis labios.
Al principio me paralizo pero después me doy cuenta de que he soñado con esto por dos años así que no me resisto. Nuestro beso dura 10 segundos. Se separa de mi y dice:
- Perdóname- en tono avergonzado- Oh Victoria no sabes cuanto lo siento.
- ¿Qué?- digo desilusionada.
- No, no quise decir eso. Es sólo que...
- Que no era tu intención, esta bien, gracias por tu lástima. Adiós.
- No Vicky, espera.
- ¡Mi nombre es Victoria! ¡Sólo Gus me podía decir Vicky y tu me lo has quitado!- grito sin pensar, me doy cuenta de lo que he dicho y me tapó la boca.
- Estúpida, ¿tienes que arruinar todo siempre?
- ¿Qué has dicho?
- Nada...
- ¡¿Qué yo te lo he quitado?! ¡¿A qué te refieres?!
- ¡Nada! ¡Déjame sola!
Sus ojos no muestran respuesta alguna.
- ¡Dije largo!
Da media vuelta y se va.
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Mi nombre es Victoria
RomanceVictoria está a punto de cumplir 18 años, pero la pérdida de su primo la hizo vivir en depresión, ya que él era el único que la apoyaba y entendía, o al menos eso creía ella. Tratará de averiguar quién mato a su primo y en cuestión de tiempo se dará...