- Vicky, ¡abre la puerta, se hace tarde!—grita mi mamá.
- Victoria, mi nombre es Victoria mamá. ¿Tengo que ir? Es tan deprimente.
- Victoria, era tu primo, yo sé que esto te hace daño y que ambos eran muy unidos pero ahora sólo puedes atesorar esos recuerdos y mantenerlos en tu corazón.
Mi primo, era más que eso, para mí el era un hermano, mi mejor amigo, ¿por qué se tuvo que ir?, ¿por qué no fui yo? Desde su muerte, me han torturado día y noche esas preguntas.
- ¿Acaso no lo entiendes? Para mí es más que eso, no lo acepto, ¡él no puede estar muerto!
- Victoria.... Por favor, significa mucho para tus tíos.
- Lárgate.
Mi primo, un chico de 21 años, el único motivo por el cuál yo seguía aquí, sus ojos azules podían penetrar mi alma, su risa era tan contagiosa como la gripe. Recuerdo que solíamos ir al parque en las noches, nos recostábamos en el pasto húmedo, olvidábamos nuestros miedos, mirábamos las estrellas y lo único que necesitábamos era saber que uno siempre estaría para apoyar al otro. O al menos, eso creíamos, hasta que me fue arrebatado de la manera más dolorosa posible, despacio y con cuidado.
Un imbécil desesperado lo apuñaló con tal de robarle la cartera, incluso después de haberlo matado, el idiota intentó usar su tarjeta, fue ahí cuando mis tíos lo denunciaron. Cuando lo arrestaron, todo mi mundo se fue abajo, fue Aaron. Creerlo me tomó tiempo, era como una mala broma para mí, pero en el momento en que leí el reporte acepté la verdad.
- Vamos Victoria, no puedes quedarte sola.
- ¿A si, por qué no?
- Porque esto no es lo que Gustavo hubiera querido, y lo sabes.
- Pero él ya no está aquí—siento como las lágrimas recorren mi rostro.
- Lo sé mi niña, y no sabes como lo siento, pero tenemos que irnos, sé que él querría que te despidieras.
- De acuerdo, sólo por él, después moriré sola en mi habitación.
- Ahh—suspira—como digas, ahora date prisa.
- Okay.
Es increíble lo poco que le importo, jamás me toma enserio y cree que solo lo digo para hacerla sentir mal o para "llamar su atención." Que absurdo, ¿para qué querría llamar su atención? Lo que menos quiero en estos momentos es atención, y se que todo lo que dice es por lástima, y eso tampoco lo necesito.Tardo 10 minutos en arreglarme. Después de eso, tomo mi celular junto con los audífonos, me meto al auto y le pongo play a "Heroine". La voz de Kellin Quinn me causa una sensación de tranquilidad, me hace recordar muchas cosas... Giro la cabeza y veo a mi madre, una mujer fuerte, suele enfadarse mucho conmigo, a veces pienso que lo hace a propósito, para que la muerte de mi hermana sea tolerable. Todo lo que no pudo decirle, me lo dice a mí. Hace unos días, me obligó a medirme un vestido rosa pálido, claro que a ella le encantó y por mucho que me negué terminó comprándolo, "te verás adorable cariño."
Odio el rosa por el simple hecho de ser "el color de las niñas", entonces si uso ropa azul, ¿soy niño? Los estereotipos son una mierda.
Una voz interrumpe mis pensamientos....
- ¿Mande?—logré decir.
- Te he dicho que ya llegamos.
- Ah, okay.
Este lugar es horrible, no debí venir.
Alcanzo a ver a mis tíos, y como es de costumbre en los velorios, estaban vestidos de negro. ¿Por qué de negro? ¿Quién estableció que se debe vestir de negro en un funeral? ¿Por qué no rosa, o azul, o verde? ¿Por qué carajos debe ser negro?
Saludo a mis tío y me quedo callada mientras mis padres les daban sus condolencias. Fijo la mirada en un sujeto que estaba parado junto a un árbol, su rostro era familiar para mí, era... ¡Aaron!
Siento como mi cuerpo se tensa mientras lo veo acercándose a mi, intento huir pero mis piernas no me responden, ¿que puedo hacer?
- Finge demencia.
Era una voz delicada que reconocería en cualquier lado.
- ¿Qué dices?—pregunto.
- Que finjas demencia, haha.
- Idiota haha, ¿qué haces aquí Harriet?
- ¿Es broma? Eres mi mejor amiga y no te dejaría sola en un momento así.
Harriet y yo somos amigos desde hace varios años, cuando Sofia Henderson (la niña "más bonita" de la escuela) le dijo a los chicos que no me hablaran porque soy "rara", pero Harriet la ignoró y al ser el único que me hablaba nos volvimos muy buenos amigos. Harriet White, 19 años, caucásico, hermosos ojos verdes, sonrisa irresistible, musculoso, un chico de ensueño, muchas chicas le tiran la onda y me odian por ser su amiga, pero no es más que eso, una simple amistad.
- Hola Victoria—dice Aaron mientras me abraza.
¿Qué le pasa? Es un cínico, asesina a mi primo, se presenta en su funeral y me saluda como si yo no supiera lo que hizo.
- Hola...
- Lamento mucho lo que paso.
- ¿Qué? ¡¿Lo que paso?!
- Si, Gustavo era muy joven y no merecía eso—dice con un tono muy calmado, como si no supiera lo que pasa.
- Ya lo sé, pero gracias, supongo.
- Hola Aaron, ¿qué tal todo?—dijo Harriet mientras le golpeaba el hombro.
- Bastante bien, gracias. ¿Tú qué tal?
- No me quejo.
Mi cabeza no dejaba de darle vueltas al asunto, ¿acaso Aaron no sabía que yo estaba consciente de que el asesinó a Gustavo?
- Jamás lo sabrás— susurro.
- ¿Perdón?—dice Aaron
- ¿Qué?
- Mmm, nada—dice extrañado.
Que idiota, desearía golpearlo, ¿o no? ¿Realmente quiero pegarle? Se ve adorable, sin embargo mató a mi primo.
Tengo que olvidarme de él, ¿cómo lo lograré?
ESTÁS LEYENDO
Mi nombre es Victoria
RomansaVictoria está a punto de cumplir 18 años, pero la pérdida de su primo la hizo vivir en depresión, ya que él era el único que la apoyaba y entendía, o al menos eso creía ella. Tratará de averiguar quién mato a su primo y en cuestión de tiempo se dará...