Dolor

1.7K 240 32
                                    

Steve le explicó que debía comer del plato, que no habría IV sostenida de su mano.

Steve también le dijo que empezarían a comer poco a poco porque su estómago era delicado y porque se había acostumbrado a no tener nada.

Él no entendió exactamente el porqué de esto, sin embargo, le dijo que Natasha le había preparado una sopa que podría comer si no iba muy rápido.

"¿Es una orden?" Preguntó, deseando que le dijera que sí.

Steve se quedaba le mirando a veces, pareciendo esperar alguna reacción suya para poder responder.

"¿Sí?" Para él fue como un convencimiento.

"Sí. Hay un objetivo. Comer es el objetivo" por mucho que lo dijera en bajo, supo que Steve le había escuchado porque le vio tragar saliva y poner esa cara que siempre hacía cuando escuchaba algo que le parecía extraño. Había aprendido a que usar una IV era raro, que se debía bañar solo, y que si salía del cuarto, nadie iba a matarle.

O eso le había dicho Steve, aún no lo había hecho eso último. A las dos únicas personas que había visto esa semana eran Steve y Natasha Llámame Nat que para Steve era Nat pero que él en su mente llamaba por nombre completo.

También había aprendido que no le molestaba (tal vez incluso le gustara) cuando Steve subía la persiana y entraba un rayo de sol y ponía su mano humana tocándolo, sintiendo el calor.

"Bucks, vuelve aquí" le llamó. Parpadeó, lanzándole mirada confusa. Él tenía una sonrisa agradable, como siempre que se evadía y volvía con él.

"Ya estoy aquí" dijo, un poco desconcertado. Él se rió de ello, tenía una risa baja y profunda.

Nunca había visto a alguien reír tan de cerca.

Salió de debajo de la cama donde siempre dormía, mientras que Steve se quedaba fuera, en el suelo, pudiendo ver a Bucky dormir.

Se sentó en su típica ya postura agazapada, mientras que Steve dejaba el vaso lleno de sopa en sus manos. Había aprendido también a beber lentamente, con tranquilidad, porque si no le sentaba realmente mal.

Cada dos horas, Steve le ordenaba comer. Una orden que él seguía a rajatabla. Siempre se quedaba a su lado y le felicitaba cuando comía un poco más que lo que había ingerido anteriormente. Le gustaba ser felicitado, por mucho que no supiera bien cómo reaccionar a ello y solo pusiera su mueca de indiferencia. En el fondo, sabía que Steve sabía que él se sentía orgulloso.

La sopa le calentó agradablemente la garganta cuando la tomó. Cerró incluso los ojos, sintiéndose lo suficientemente valiente para hacerlo sin tener la sensación de que alguien iba a entrar y a atacarle. Le gustó el sabor, era muy agradable, y no recordaba haber comido nunca nada así.

El Capitán y él estaban en una misión. Era difícil, pero juntos no podían ser derribados (todo demasiado irónico). Estaban en el avión. Bucky trasteaba y molestaba al capitán con alguna invención estúpida del momento, haciéndole reír a su pesar.

Cuando un fuerte movimiento y las palabras salieron de los labios de su acompañante, experimentó una reacción: shock.

A veces, en muchas ocasiones, el miedo nos paraliza y nos lleva a otro lugar, desviando toda posibilidad de reacción. No tiene que ser miedo por lo que a él pudiera pasarle, sino por el hombre que estaba a su lado. Su primer pensamiento fue: no, imposible. No puede morir. Su segundo, fue querer echar de ahí al Capitán América y estar sólo él.

Daría lo que fuera porque no estuviera ahí con él porque cuando escuchó las palabras "nos han alcanzado" supo que iban a morir. Y a él realmente no le importaba morir- al menos no realmente- pero el capitán no merecía sufrir. Él debía sobrevivir.

Finalmente se pudo poner en pie de manera automática. Tras un primer golpe, siempre venía el segundo, no debía perder el tiempo.

Cogió la mano de él, quien también parecía bastante impresionado, pero aún no había logrado reaccionar, así que aprovechó para llevarle a la puerta y la abrió.

"Bucks, ¿Qué...?" no se esperaba que el moreno le empujara sin esperar. No se esperaba que un segundo misil diera de lleno en el avión. No se esperaba caer al agua sin apenas rasguños, el agua metiendo más y más hondo su cuerpo.

Ninguno de los dos supo nada más después de eso, sólo sintieron dolor.

Lo curioso es que crees que vas a dejar de sentir dolor una vez que te mueres. Es decir, el dolor no puede ser eterno, llega un momento en el que todo acaba, como la vida, que se evapora lentamente entre los dedos del destino hasta que, al final, no hay más.

Bueno, Bucky no sabía si él había estado muerto o no. No sabía qué pensar de esas imágenes que aparecen en su cabeza. No sabía quiénes eran esas personas.

Y mientras se tomaba el caldo pensó que, por primera vez, él no sentía dolor por primera vez tras despertar.

Till the end of the line (Stucky)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora