Till the end of the line (Stucky)

No hay objetivo

N/A: Utilizaré la historia de los cómics como referencia, no la película, para hacer el pasado de Bucky. Los capítulos no serán largos, más bien cortos y contundentes.

Despertó sobresaltado, con el corazón golpeteando fuertemente en el pecho tras ver los ojos del hombre tirado en el suelo, pidiéndole que no le matara. Se arrebujó en forma de bola en el lugar donde estaba, debajo de la cama, sobre el frío y duro suelo. Recogió las piernas contra su pecho, tratando de respirar hondo.

Después de cinco días en esa habitación, aún no se había atrevido a salir. Sabía lo que había fuera, los oía con total claridad. Sobretodo, oía y sentía al enorme rubio que vio ese primer día, andar en círculos frente a la puerta que les separaba. Sudaba y temblaba levemente, se quitó las gotas del rostro con la manga de la sudadera que llevaba desde que se había despertado por primera vez. Al menos así no tenía que ver el brazo de metal.

¿Por qué sólo eso estaba hecho de metal? Movió la mano de carne por encima de la de metal, notando el tacto frío.

Quería escapar de ahí, pero seamos sinceros, ¿A dónde iría?

No hay objetivo fijado. Nohayobjetivonohayobjetivo. Se llevó las manos a la cabeza. ¡Cállate! le gritó a la voz. ¡Cállate! No hay objetivo. ¿Dónde están las órdenes? Silencio.

Estaba tan cansado que podría dormir y no despertar más. Sí, esa sería la mejor opción. Dormir sin estar frío, no despertar más. No ver más. No sentir más.

"¿Bucky?" se escuchó fuera la voz del gigante rubio. A veces le hablaba, aunque nunca recibiera contestación. Insistía, tratando de sonar relajante, él lo sabía, pero no lo lograba. Y luego, el varón sólo andaba de nuevo en círculos. Siempre que despertaba, le notaba despierto. ¿Es que no dormía? tú tampoco. Calla.
"Voy a entrar"

¡No! por una vez en acuerdo con la voz, pero no pudo encontrar la suya propia. Sentía los labios resquebrajados y rotos, la garganta seca de no usarla. Energía del cuerpo bajo mínimos, debemos volver al centro de control más cercano. No, ahí sólo le esperaba el frío, no había ninguna misión en su mente. No hay órdenes, debes volver. No. No al frío.

La puerta se abrió lentamente y uno de los grandes pies se asomó por la rendija, como si tuviera  miedo. Él sólo se encogió más. Estaba protegido, tenía la situación controlada. La espalda contra la pared, visibles los demás ángulos. Podría hacer un ataque desesperado. Podría matarlo y correr.

La energía está bajo mínimos, cualquier movimiento brusco no entra dentro de las posibilidades de reacción. Bueno, si esa no era una mala noticia, ¿qué era? Los pies se iban acercando hacia la cama, su brazo metálico se adelantó, poniéndose frente a su cuerpo. El entrenamiento recibido apareció en su mente. Perforar el talón, hacerle caer, subirse y cortar la arteria femoral. Luego correr.

Posibilidad de éxito: 12%. ¿Qué? El tipo es enorme, energía restante del cuerpo, 29%. Energía del cuerpo tras el ataque: 15%. Posibilidad de que los refuerzos acaben contigo: 96%

No era un buen plan.

Se había quedado tan abstraído pensando que cuando los ojos azules aparecieron en su línea de visión pegó un salto hacia atrás con sobresalto. ¿¡Qué!? Demasiado cerca.

"Dios, Bucky" otra vez con el nombre.

Flashback

Un chico de quince años estaba en el campamento militar. Le había ordenado ir a por el soldado Steve Rogers, probablemente el más patoso de toda la campaña. El sargento le había dicho que se diera mucha prisa, pero que antes de entrar a la tienda avisara al soldado.

Sin embargo, Bucky nunca había acatado bien las ódenes. Huérfano desde pequeño, el ejército le había adoptado como una "mascota". No es que a él le molestara, era lo único que conocía y el mejor lugar en el que había estado. Así que, y debido a ese comportamiento rebelde, a pesar de lo que le había dicho el sargento, decidió que era más importante no hacerle esperar, con lo que entró con velocidad a la tienda del soldado. ¡Cuál fue su sorpresa al encontrar al patoso hombre vestido con la ropa del Capitán América.

"¿Steve? ¿Eres el Capitán América?" preguntó, entre asombrado y emocionado. El hombre rubio le miró con sorpresa, pero, como siempre, acabó teniendo una sonrisa tolerante hacia el joven de quince años. 

"Parece que me has decubierto, Bucks. Pero que esto quede entre nosotros, ¿bien? Nadie puede saberlo"

Él temblaba al tener al rubio simplemente cerca. Tan cerca que notaba el caliente aliento en su rostro. Sal de ahí, YA.

Imposible. No se puede.

"Tranquilo" siguió hablando. Santo cielo, ¿es que no conoce el silencio? Movió la mano dentro, como si de un animal se tratara. Y puede que en el fondo lo fuera. "Vamos a sacarte de ahí. No has comido".

"не трогайте меня*" le dijo, a pesar de saber que seguramente no le entendía. Era la primera frase que decía desde que había despertado días atrás, su voz salió rota y gastada. Era todo un desastre.

Para su sorpresa, el gigante reculó en su avance. Salió de debajo de la cama, pero se quedó sentado a lo indio fuera, al alcance de la mirada azul y fría del moreno agazapado.

"не бойтесь*" lo dijo con una pronunciación horrible, como si se lo hubiera aprendido de memoria y lo estuviera recitando. "Я не собираюсь тебе больно*"

Definitivamente podía detectar la necesidad de tranquilizarlo. Aunque no lo lograra, él lo había intentado.

"УХОДИ*"

"нет*" fue como una sentencia. Un hecho. No iba a irse de ahí hasta que él saliera. Y bueno, el moreno no tenía prisa, él aguantaba el dolor muy bien, podía soportar eso y más.

Aunque pensando friamente, su fortaleza estaba decayendo. Nunca le había pasado algo así, siempre había estado listo antes de una misión.

A no ser que no fuera una misión.

Y si no lo era... ¿Qué significaba todo eso?

No hay objetivo. Bueno, no era la peor frase que había escuchado antes de caer en la inconsciencia.

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не трогайте меня: ¡No me toques!

не бойтесь: No tengas miedo.

Я не собираюсь тебе больно: No voy a hacerte daño

УХОДИ: Desaparece.

нет: No