_____ volaba en dirección al norte, llevaba unos minutos emprendiendo el vuelo, y solo unos minuto de haberse "despedido" de Sesshomaru. El Inu-yokai la había hecho compañía hasta llegar a los límites de su territorio, con un cálido abrazo, un beso lleno de deseo y una voz ronca, Sesshomaru la había dejo ir antes de que volviera a la aldea.
En camino hasta el castillo entre las montañas, ______ se vio obligada a detenerse, por los constantes demonios que rondaban por sus territorios atacando y destruyendo los poblados humanos.
Vete de una vez...-dijo, mientras miraba a un demonio que temblaba frente a ella, su mirada que anteriormente era suave y risueña, cambio a una fría e indiferente.
¿Quién eres?...-el demonio tomo la compostura y logro encarar a la albina.
Eso no interesa, vete antes de que te mate...-amenazo. Por supuesto que el demonio se reusó y término siendo descuartizado por las garras de la chica.
En menos de una hora la albina, logro reconocer el ambiente tan familiar, a medida que caminaba sus pies dejaban de sentir la solides de la tierra siendo reemplazados por una fría capa de nieve cubriendo su entorno, la nieve crujía bajos sus pies en cada paso que ella daba, la mirada azul de _____ recorrió cada árbol y planta cubierta por el manto frio y puro.
Este lugar no ha perdido su belleza...-sonríe, algunos lobos rondaban por el territorio alertados por la presencia de la albina, sin embargo no se atrevían acercársele al igual que otros animales salvajes, la presencia de la albina comenzaba a ser temible, algo que a ella no le gustaba del todo.
Pronto comenzó a nevar, los sentidos de la albina se alertaron al detectar una presencia demoniaca muy fuerte, por lo que se detuvo y movió su mano derecha a su espada lista para atacar. Los pasos y esencias la rodearon, la chica intentaba rastrearlos con la mirada pero los invasores estaban ocultos. Con la mano firme en su espada, _____ espero a que alguno diera el primer ataque, cosa que no se hizo esperar uno de ellos salto sobre ella intentando clavar su lanza, _____ se movió a unos metros y vio a un demonio con una armadura platónica, debajo de esta sobresalió un kimono, verde oliva, su cabeza era protegida por un Yelmo de hierro con cubierta de cuero negro.
Largo de este lugar invasora...-hablo el que se había atrevido a atacarla.
Ningún demonio debe atravesar las tierras del Señor del Norte...-hablo otro que amenazaba a la chica con su lanza en la espalda de esta.
No me digas...-soltó con altanería- ni siquiera su heredera...-alza una ceja, los demonios la miraban inquietos.
Imposible la princesa falleció junto con la Señora...-apunta su lanza al cuello de la chica, casi ronzándolo- no eres más que un impostora, una sucia Deidad...-los demás demonios arrojan sus lanzas a ella, _____ se mueve a gran velocidad al otro lado del grupo de demonios.
Déjenme pasar...-demando la chica, uno de los demonios corría hacia ella, _____ en un solo movimiento se encontraba detrás de su atacante proporcionándole cinco heridas en paralelo, levanto su mano observando la sangre del demonio herido.
Los demonios restantes no dudan en atacarla, se posiciona inclinado su cuerpo levemente esperando que la distancia de su atacantes disminuyera y pudiera acabara con ellos.
¡Deténganse!...-el grupo de demonios se detuvo al instante, y miraron al emisor de aquella gruesa y pastosa voz, un demonio de cabellos cobrizos, ojos verde como el musgo y con una armadura similar a la de los demonios que planeaban a atacarla aparece.
La nieve crujió ante el brusco arrastre de los pies al detenerse, levantaron la vista ante el recién llegado. El demonio de cabellos cobrizos se acercó con pasos firmes y cortos, los demonios se alinearon e irguieron frente a su superior.
¿Por qué tanto escándalo?...-le hablo a sus soldados sin percatarse de la presencia de la albina. Los demonios dirigieron su mirada a ____, seguido de la vista cadavérica de su superior- no está permitido el ingreso de demonios extranjeros...-se acerca a la chica, al detenerse el cobrizo miro detenidamente la figura de la chica, hasta llegar a su rostro, entrecierra los ojos examinándola detalladamente, la chica suelta un gruñido.
El viento hizo que el aroma de la chica llegara a las fosas nasales del masculino. Sus parpados llegan al límite de su extensión, como si la gravedad lo obligara a besar el suelo, el demonio de se inclina ante la chica.
Me alegro que este de vuelta Señorita _____...-los demonios que habían presenciado la reacción de su superior, se impresionaron y se arrodillaron al escuchar el nombre de la supuesta "invasora".
Vaya, creí que tendría que hacer una masacre para llegar al palacio...-suspiro la chica, miro a los demonios que aún permanecían arrodillados- es suficiente, levántense...-
El grupo de demonios escoltó a la Daiyokai al castillo, los guardias que cuidaban de la entrada se mostraban confusos, por la presencia de la mujer. El demonio de cabello cobrizo les hizo una seña indicando que debían inclinarse, este sin que la albina se diera cuenta. Entonces comprendieron que trataba de la heredera de la región.
Señorita _____, es un honor tenerla de vuelta en el castillo...-hablo el guardia que custodiaba el ala izquierda del castillo.
Es un honor contar con su presencia, Princesa...-el guardia que custodia el ala derecha.
Ya en el interior del castillo, _____ miraba su entorno.
Todo sigue como antes...-miro cada mueble, alfombra, pilar, pintura y cortina, sus pies se detuvieron al llegar al sala de fondo, donde yacía el trono de su padre junto a él una silla del mismo tamaño pero de una figura más suave y femenina.
FLASHBACK
Pequeños pasos se oían a lo largo de los pasillos, una niña de 52 años corría con pequeñas lágrimas en sus ojos tratando aguantarse y los casi inaudibles sollozos no le permitían respirar con normalidad, llego al los pasillos de fondo hasta cruzar las puertas de siguiente habitación. Un hombre de cabellos blancos se encontraba de espaldas observando el exterior desde su ventana.
Al escuchar unos pequeños pasitos seguidos de unos sollozos, el hombre se gira encontrándose con su pequeña Yokai.
Papi...-sollozo, el hombre se arrodilla y abre los brazos invitando a su hija.
Querida...-dijo cuándo rodeo el diminuto cuerpo de su princesa- ¿Por qué lloras princesa?...-se levanta con su hija en brazos.
Hikari me tiro al suelo...-sollozo mostrando sus manos raspadas y sucias al igual que parte de su ropa. El padre sonrió levemente y le seco las mejillas a su hija.
____ mira tus manos...-la niña lo miro con confusión y volvió aquellos ojos azules a sus manos, y se sorprendió al ver que las raspaduras comenzaban a curarse hasta casi desaparecer.
Vez...-miro a su padre sorprendida- no hay nada...ya paso cariño...-con la manga de su kimono el hombre limpia las manchas de tierra en su frente y besa el mismo lugar.
PRÓXIMO CAPÍTULO
ESTÁS LEYENDO
Corazón Humano
FanficUna Daiyokai...orgullosa, arrogante y despiadada... Que pierde su orgullo y dignidad al convertirse en el familiar de una Legendaria Sacerdotisa... lo cual hace que aumente odio hacia ella y quiera matarla para conseguir su libertad... pero... ¿que...