Pov Levy
Seguí a Gajeel, mi corazón latía desbocado por el acercamiento que habíamos tenido minutos antes, nunca había besado a nadie y aquello era lo más cercano a un beso, los labios de Gajeel rozando los míos... No podía permitir que mi corazón reaccionara de esa manera.
Una vez cuando era pequeña le dije a mi padre que me enamoraría de un príncipe para que me hiciera su princesa, mi padre sonrió y me dijo: «Nosotros no elegimos de quien nos enamoramos, sino nuestro corazón elige por nosotros». Lo miré pensativa y le respondí: «Entonces obligaré a mi corazón».
—¿Enana?
Miré a Gajeel, nos habíamos parado delante de unas puertas, estaba tan sumergida en mis pensamientos que choque contra el pecho de Gajeel. Levanté la mirada hacía él, estaba mirándome con una sonrisa ladina, mis manos estaban sobre su amplio pecho y las bajé hasta su abdomen. Noté las manos de Gajeel en mi cintura y me acercó a él.
—Ya hemos llegado a tus aposentos. Te advierto que si te acercas tanto a mi, no dudaré en consumar nuestro matrimonio.
—¿Consumar? —pregunté algo confusa.
—Hacerte mía —dijo apretándome más a él.
—No, aún no —dije separandome de él, dio un paso atrás y cargó de nuevo con mi equipaje, abrió la puerta y entré, luego entró él.
La habitación era enorme en comparación a mi antigua habitación, los muebles eran de roble, había amplias ventanas con cortinas color marfil, también había un hogar frente a la cama donde alguien había puesto algunos trozos de madera, para llegar a la cama había dos escalones, los subí y me acerqué a ella. Era grande, con dosel, los cortinajes eran blancos con detalles florales dorados los aparté y encima de la cama había varias almohadas blancas y doradas.
—¿Te gusta? —preguntó Gajeel detrás de mí.
—Si, gracias.
—Bien, dejaré que te instales, llamaré a Juvia para que te ayude con lo que necesites —asenti y salió de la habitación.
Pov Gajeel
Salí de la habitación y me apoyé en la puerta, tuve que contenerme para no hacerla mía en esa habitación, me pasé una mano por el pelo y solté un suspiro, esa mujer no tenía ni idea de los efectos que tenía sobre mí.
—¿Así será siempre vuestro matrimonio? ¿La tendrás como a un tesoro que nadie pueda tocar?.... ¿Ni siquiera tu?
—Minerva, se lo que hago, me ganaré su corazón —dije mirando a mi prima.
—Pero no sabes cuanto tiempo te llevará ganartelo — Minerva iba avanzando hacia mí.
—Seré paciente —dije alejándome de ella.
Fui hacia la cocina y vi a Juvia escondida tras la puerta que daba al patio observando fuera. Me puse detrás de ella sin hacer ruido y me asomé para saber de quién se escondía o a quien espiaba. Nuestro jardinero estaba quitando la mala hierba de debajo un cerezo y como siempre iba sin camisa.
—¡Gray! Ponte la camisa me distraes al personal —grité haciendo que Juvia se asustara y cerrará la puerta de golpe quedando frente a mí con los ojos abiertos de par en par.
—Señor... —murmuró la doncella.
—Deberías decirle lo que sientes a Gray, aunque si él no es ciego lo sabrá.
Juvia asintió algo nerviosa, me di cuenta de que estaba demasiado cerca de ella y me aparté.
—Necesito que vayas con Levy, ayúdala en todo lo que necesite.
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Un Redfox enamorado
FanfictionPortada creada por Darelis0011 Gajeel es dueño de muchísimas tierras y el más poderoso de Magnolia. Cualquier mujer sueña con poder casarse con él algún día... excepto Levy, ella lo odia, odia a toda persona que se crea mejor que los demás pero de...